El olor a tierra mojada me hace sentir que todo está bien, que todo regresará a como era antes de ver esos ojos los cuales me decían que me apartara de este lugar, con la esperanza de que les dijera que me ocurría en aquel entonces, solo queda decir que por más que lo intente no podré con todo esto, el peso de ser la persona perfecta se coloca ante mis hombros, con la esperanza de saber que algún día, todo estará bien.
Escuchar los gritos de la gente buscándome, no me hacen reconfortar, solo me hace volver a pensar en las tantas sonrisas a fingir, en las tantas cosas que tengo que soportar, solo un cascarón vacío que espera el momento en el que romperse y así poder acabar con lo que en un inicio era un contenido colorido y cálido, pero que se veía transformado en cenizas.
Solo espero volver a poder ver esos ojos, que me daban esperanza, ojos que cuando se fueron, hicieron mi vida la peor de todas, poniendo los de todos en mí, de alguien que observa y critica, que nunca sabe cómo me siento, los ojos de mis padres.
Solo quiero irme, quiero poder vivir mi vida como quisiera, quiero poder vivir, solo eso quiero.
Ya he pensado en irme, pero no como todos dirían, quiero cerrar los ojos y no volver a ver la espesa penumbra que me acecha todas las noches, esa que me mantiene sin la posibilidad de poder volver a verte.
Es por ello que el día de hoy me voy contigo, con esta carta a mi lado, viendo el cielo, y debajo, aquel patio por el que pasaron tantos años que ya no es reconocible desde que te fuiste, pero buscaremos la forma en la que no nos encuentren, y que nos hagan lo mismo que te hicieron, te lo prometo, no volverá a pasar.
Este documento fue hallado días después de encontrar a una chica con indicios de haber saltado del techo de su casa.
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Cuentos que escribí alguna vez
RandomEdición de cuentos que llegue a escribir alguna vez