Movimiento, es lo que ocupas, después de tantos días de solo encender el televisor y ver el mismo programa una y otra vez, piensas en que algún día va a ganar tu personaje favorito, pero no es así, prefieres enojarte y esperar a mañana, pues es lo único que esperas de esta vida aburrida.
Un olor a comida invade tu sensación de vacío, solo esperas que esta vez logre borrar aquellas burlas internas que solo reflejan tu estado actual, las donas te ayudan a dejar la idea de lo que alguna vez pudiste ser, la hamburguesa silencia esas voces que se dicen que pares, que no está bien lo que haces, aquella gaseosa te dicta que está bien, que encontrarás felicidad al terminar con esta masacre.
El volumen de tu cuerpo aumentado, tu cara, brazos, estómago, eres un monstruo, al ver tu reflejo en el espejo, no se muestra del todo, prefieres dar la vuelta e ignorar aquel hecho objetivo, pues al final de cuentas, no queda más que esperar a que el tiempo lo cure todo, cómo te han hecho creer.
¿Revisión con el doctor?,¿hacer ejercicio?, ¿qué es eso?, simplemente te esperanzas a las pastillas que encontraste en un cajón con la prescripción y falsa promesa que iba a eliminar este horrendo reflejo de años de simplemente dejar que esto pasara, de tratar de callar las claras cosas con algo que nunca te ayudó.
Todas las miradas te siguen, ¿como no hacerlo?, si alcanzas todo el campo de visión, a pesar de ser fácil de encontrar,te pierdes en esta prisión de glucosa y carbohidratos.
Otra vez has hecho lo mismo, tumbarte en tu sofá, tratar de llenar tu vacío con alimentos, después arrepentirte y tratar de eliminar lo extra que cargas en el cuerpo, sin embargo esta vez ha sido diferente, pues estás mejor, ¿quieres saber cómo?, lee las primeras letras de cada párrafo.
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Cuentos que escribí alguna vez
De TodoEdición de cuentos que llegue a escribir alguna vez