𝗘𝗗𝗗𝗜𝗘, 𝗠𝗬 𝗟𝗢𝗩𝗘

013

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Eddie...

my love~

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ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS DE ÍNDOLE SEXUAL EXPLÍCITO.

ADVERTENCIA

fetiches sexuales cercanos al masoquismo y sumisión.

+18

DISCLAIMER

si no disfrutas o compartes el contenido +18 incluso cuando se trata de dos personajes ficticios, entonces esta historia/episodio no es para ti, esperando tu respeto, cualquier comentario de odio hacia mi persona será borrado y el perfil bloqueado, de ante mano, muchas gracias.

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Arabella abrió los ojos, algo adormilada caminó al baño, lavando su rostro, atoó su cabello en un desordenado moño y fue a la cocina, recién notando de que, en realidad, estaba completamente sola, frunció el ceño, pareciendo extraño que Eddie saliera tan temprano de casa, prendió la estufa para combatir el frío y entonces vio la nota sobre la mesita.

"Dustin llamó, vuelvo pronto...

                                     Eddie...¿quien más?"

Se rió un poco, dejando la nota en su lugar para buscar algo de comer, Arabella era una muchacha realmente hambrienta, a pesar de su complexión delgada, pero, esa mañana, solo se preparó un café, todavía podía sentir todo lo que había comido la noche anterior con los chicos, por lo que no deseaba nada más que un cargado café amargo; se encaminó al living, buscando entre sus cassettes, escogiendo uno de sus favoritos que solo trataba de una excelente mezcla de éxitos de Janis Joplin, la voz áspera de la mujer llenó con suavidad el ambiente mientras la pelinegra tarareaba Kozmic Blues, moviendo las historietas de Eddie, buscando algo para leer, Marvel, DC, Mad, una gran colección que, en su mayoría fue regalada por Wayne, Arabella era quien más lo disfrutaba, detuvo su búsqueda cuando llegó al par de comics de Heavy Metal, que sabía eran las unicas en esa repisa que habían sido específicamente compradas por Eddie, levantó una y se dirigió al sofá, frente a la estufa y con el café caliente mientras miraba la portada de la historieta, con una chica de pechos exuberantes  y cintura pequeña, con un traje ajustado que resaltaba su figura y su escote, sentada sobre un tanque de guerra, acompañada por un enorme hombre de cabello largo y desordenado, con abdominales marcados y gigantes brazos trabajados, en un ambiente hostil y sucio, luciendo tan calientes como a ella definitivamente le gustaba, no tardó en leer la primera plana, sus ojos corrían de un lado a otro, fascinada, sin entender como nunca había leído una de esas revistas, las mujeres con cuerpos perfectos lucían ropa pequeña y los hombres altos que siempre iban con el torso desnudo, tan bien dibujados que incluso podía notar el efecto sudado en sus pieles que la hacían sentir aún más interesada; Arabella tuvo que dejar el café a medias para desocupar una de sus manos, deslizándose bajo su ropa interior, masturbándose mientras leía con atención cada viñeta, observando explícitas imágenes que la estaban deseando ser tocada de la misma manera, cerró los ojos por algunos segundos, usando su propia imaginación mientras sus dedos se movían en circulos, estimulandola mientras su mano libre subía a uno de sus pechos, pellizcando el pezón, los jadeos comenzaron a escapar de sus labios, completamente perdida en sus fantasías, estaba tan sumida en su propia exitación que no escuchó el ruido de las llaves en la cerradura, la puerta se abrió suave y, sorprendentemente silenciosa, dandole paso a Eddie que cargaba consido un par de cosas, abrió la boca para llamar a la chica cuando sus ojos la vieron en el sofá, en poca ropa mientras se masturbaba, con la respiración agitada y las mejillas rojas, sus labios se abrían lentamente para dejar escapar gemidos suaves, Munson tragó duro, fascinado con la imagen; la melodía de Ball and Chain de Joplin volvían la escena como una perfecta ilusión fantaseosa, casi surealista, Arabella lucía irresistible, con sus manos tocando su cuerpo, produciendo placer mientras una capa de sudor cubría su frente, su pecho subía y bajaba haciéndola suspirar, Eddie se mordió los labios, dejando las cosas en el suelo antes de cerrar la puerta, por fin captando la atención de la joven ante el ruido del cerrojo.