011

6.4K 407 116
                                    

. · *
˚ . .
· ∘ ✧ . · . *
. . *
⊹ · ✦
. . * .

~Eddie...

my love~

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

my love~

. · *
˚ . .
· ∘ ✧ . · . *
. . *
⊹ · ✦
. . * .

ESTE CAPÍTULO CONTIENE LENGUAJE INAPROPIADO.

ESTE CAPÍTULO CONTIENE LENGUAJE INAPROPIADO

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


DISCLAIMER

si no disfrutas o compartes el contenido +18 incluso cuando se trata de dos personajes ficticios, entonces esta historia/episodio no es para ti, esperando tu respeto, cualquier comentario de odio hacia mi persona será borrado y el perfil bloqueado, de ante mano, muchas gracias.


━━━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━━━

Las primeras semanas fueron menos alentadoras de lo que hubiesen deseado, aún heridos emocionalmente por todo lo sucedido, con Max en el hospital, recurrentes pesadillas y las cicatrices en el torso de Eddie, les resultaba difícil enfrentarse al destruido Hawkins que miraba su inocencia con recelo, aún apuntandolos como satánicos, casi culpandolos de todos los desastres ocurridos, las muertes, heridos y desaparecidos, ignorando el hecho de que, incluso, Eddie había entregado su vida; podían ver los carteles pegados en la camioneta del muchacho, dibujos de diablos y claros insultos degradantes, afortunadamente nadie cruzaba el límite a la pequeña cabaña, demasiado asustados de la pareja y las historias que los rondaban, cuando en realidad solo se trataba de dos jóvenes que trataban de ser felices, para la fortuna de ambos, el tiempo pasó rápido, con un Hawkins renovado, nuevas calles y con sus pobladores instalados otra vez, habían dejado de apuntarlos para, simplemente, limitarse a ignorarlos o mirarlos de mala gana desde lejos, Eddie y Bella ya no disfrutaban de su libertad como siempre lo habían hecho, pero, al menos, podían dirigirse al supermercado por un poco de comida sin tener que escuchar gritos o amenazas de muerte, la gente había olvidado apuntarlos en un tiempo relativo de cinco meses, lo que levemente los hacía sentir mejor.

𝗘𝗗𝗗𝗜𝗘, 𝗠𝗬 𝗟𝗢𝗩𝗘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora