†Mi Ginecólogo† (Harry Styles y Tú) {Hot}

Capítulo 114

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- Wow, al parecer lo tenías todo planeado verdad?- le pregunto

- Si- sonríe y me toma de la mano para adentrarnos más en la bonita habitación- ven, te quieroo dar un baño

- Me darás un baño??- pregunto feliz

- Claro, sabes que me encanta bañarte nena- dice

- Y se podrá también un masaje??- me sentiría como en el cielo si dice que si

- Todo lo que tú quieras linda, tú solo pídelo y lo tendrás, esta noche te consentiré- una traviesa sonrisa apareció en mis labios y no pude evitar darle un dulce beso en esos labios perfectos que él tenía.

Entre besos los dos nos desvestimos lentamente, no teníamos prisa, pues teníamos toda la noche para demostrarnos el amor que sentíamos uno por el otro.

Harru me tomó de la mano, me condujo hasta el jacuzzi que estaba ya listo y tenía pétalos de rosas. Él se metió primero y después me ayudó a meterme, el agua estaba a una temperatura agradable y relajante. Los dos nos sentamos. Él iba a besarme pero antes de que sus labios tocaran los míos, no me resistí y con mi mano le aventé agua a la cara.

Me miró con una sonrisa y con cara de sorpresa. Yo solo me pude reír, de nuevo se acercó a mi y me dió un pico, para después empezar a lanzarme agua a la cara. No me quedé atrás, ahora los dos parecíamos niños aventándonos agua y riendo.

Después de jugar un rato con el agua, Harry me jaló para que me sentara entre sus piernas, recargué mi espalda en su fuerte pecho. Tomó entre sus manos el jabón, lo enjuagó un poco y después lo empezó a pasar por todo mi cuerpo. Con su mano derecha pasaba el jabón desde mi cuello hasta mi vientre y justo después de que pasara el jabón, con su mano izquierda frotaba sobre mi cuerpo.

Lo hacía lento y siempre se detenía en mis pechos. Los estrujaba mientras me daba besos en el oído o en el cuello. De ves en cuando me susurraba palabras como "te amo", "eres hermosa" o "eres lo mejor pasó en la vida"... Yo estaba en el paraíso siendo consentida pero el hombre más hermoso, sexy y pervertido de todos.

No me di cuenta pero Harry ya no tenía el jabón en su mano, ya no era una sola mano acariciándome, ahora eran sus dos manos las que me acariciaban por todo el cuerpo. Poco a poco una mano pasó hasta mi feminidad, separé un pocos mis piernas para darle más acceso a su traviesa mano. No tardé en soltar leves jadeos cuando su mano ya estaba tocándome.

Dejé caer mi cabeza en su hombro, con una de mis manos me agarré de su ante brazo y cerré los ojos para sentir mejor todas sus caricias. Abrí mis ojos, volteé para ver a Harry, quien me estaba mirando con dulzura mientras sus dedos se movían cada vez más rápido. No pude contenerme más y mis jadeos se convirtieron en gemidos. Sin despegar la vista de la mirada de Harry gemía para darle a entender que me encantaba lo que me estaba haciendo.

Volví a cerrar mis ojos al sentir como mi orgasmo estaba a punto de llegar. Solté un fuerte grito y me corrí. En cuanto lo hice incoscientemente arañé el muslo derecho de Harry bajo el agua, pero en ese momento no me importó mucho, yo solo quería disfrutar de mi dulce orgasmo.

- Harry- le dije una ves que abrí los ojos y lo miraba directamente a esos ojos esmeralda que me enloquecían- hazme el amor

Él no contestó, simplemente se agachó para besarme con mucha pasión. Sin perden más el tiempo y sin dejar de besarnos, me moví hasta quedar sentada sobre él. Su masculinidad rosó mi sexo y durante el beso los dos gemimos.

Nos separamos por falta de aire. Yo ya no aguantaba más, quería sentirlo dentro de mi de nuevo. Así que tomé su miembro entre mi mano y lo guíe hasta mi entrada.

Me separé poco de sus labios y empecé a cabalgarlo despacio para después moverme más rápido. Harry me tomó por las caderas  y me pegó a su cuerpo, lo cual provocó que mis pechos se apretaran contra su pecho y se empezaran a restregar sobre él . Sin dejar de dar saltitos Harry me besaba el cuello y de ves en cuando me lo mordía. Bajé mi cabeza para poder besar a Harry pero antes le quité sus que tenía pegados, a causa del sudor y del agua, en su frente.

Los gemidos y jadeos se iban haciendo cada vez más fuertes y constantes. Los dos nos íbamos a correr, pero antes de que pasara Harry me detuvo y no alcancé a protestar por que me movió, ahora quedé yo debajo de él y empezó con sus fuertes embestidas. 

Enredé mis piernas en su cintura, él se movía ágilmente sobre mi haciendo que el agua se saliera por los bordes de la tina. Siguió moviéndose hasta que sentí como llegaba al orgasmo. Mi segundo y perfecto orgasmo de la noche. Él siguió moviéndose sobre mi, penetrándome hasta que al fin se corrió y me llenó por completo.