¡Calamar!

Capítulo 4: Preparando el ingrediente (2)

Después de ese extraño momento de secuestro, su secuestrador lo llevo directo a su pequeño departamento destartalado.

El ceño fruncido original de Yoo Jonghyuk se hizo más profundo cuando vio el lugar en el que vivía.

No todos podían pagar un gran departamento de lujo en una super ubicación qué lo tenía todo, ¿de acuerdo?

No sabe la razón ni sabe porque lo dejo entrar a su pobre departamento, quizá fue el aura maligna qué emitia. Pero a medida que subían las escaleras podía ver como la cara de Yoo Jonghyuk se oscurecia más y más.

Y cuando por fin llegaron a la habitación con número - qué estaba roto, solo se veía el último número-4, Yoo Jonghyuk por fin hablo.

"Trae tus cosas, vivirás conmigo. No tardes".

Y se fue.

¿Debería hacerle caso?

Es decir, esto podría ser una clase de prueba, una de esas cuando te dicen si quieres tal cantidad de dinero o un consejo para hacerte rico; ya sabes, donde al final es bueno que escojas el dinero en vez del consejo ya que debes aprovechar las oportunidades cuando llegan.

¿Esto era algo así? ¿Podía aplicar eso con esto? Es decir, es una oportunidad única en su vida, ¿quién no querría vivir con un secuestrador guapo y que además, podía alimentarlo mejor que él mismo? Y sumado a eso, el lugar en donde viviría y si eso aun no lo convencía, ¡probablemente viviría gratis!

Realmente lo está pensando, lo jura.

Pero pensara en eso de camino al departamento de Yoo Jonghyuk.

Tomar buenas decisiones es lo que sabe hacer.

Así es como comienza su nueva vida :D.

Pero, claramente, tendría que adaptarse a su nuevo entorno, lo cual requería también que se llevara bien con otra inquilina de la cual no estaba al tanto, pero pequeños detalles.

La pequeña niña linda y parecida a su ex-secuestrador, se presento como Yoo Mia, la hermana pequeña de Yoo Jonghyuk. Una copia exacta versión femenina y de tomaño 'bolsillo' de Yoo Jonghyuk se encontraba frente suyo con los brazos cruzados y un tierno puchero en su carita.

... Aunque las palabras que pronunció no fueron muy lindas de su parte.

"Oppa, ¿quién es este feo ahjussi?"

Sí, probablemente no tuvieron un buen inicio, pero sin duda llegarían a llevarse bien, ¿no?

Con la esperanza de una futura sana convivencia, Kim Dokja se presento con una sonrisa suave y un tono de voz similar.

La pequeña copia de Yoo Jonghyuk frunció el ceño, justo como lo haría Yoo Jonghyuk, sus grandes ojitos negros lo miraron de arriba a abajo, como si estuviera juzgando y determinando si era digno de siquiera pisar el mismo suelo que ella.

Y no importaba si ella llegaba a la resolución de que era indigno, Yoo Jonghyuk ya le había dado total y absoluto permiso de contaminar su departamento. Así que, punto para él.

Yoo Jonghyuk le dio una mirada a su pequeña hermana, transmitiendo - según su interpretación-una advertencia de que fuera amable con Kim Dokja, esto le ganó una mirada detectivesca y un breve 'ump'. Después de que los hermanos se hubieran comunicado telepáticamente, Yoo Jonghyuk tomo la pobre maleta como si no pesará nada - y realmente no pesa mucho, solo unos cuantos libros de gran importancia y, oh sí, su ropa-y guio a Kim Dokja a una habitación limpia y ordenada, quizá porque en su mayoría la habitación estaba vacía.

Era un cuarto satisfactoriamente grande, con un ropero, un espejo de cuerpo completo, una cama que podría permitirte estirarte y moverte a tu gusto sin miedo a caerte y dos mesitas de noche a cada lado; eso contando que había una ventana que estaba al ras tanto del piso como del techo.

Kim Dokja tenia la cara congelada, pero su corazón expresaba lo que en su rostro no se veía.

Algo como: ¡¿Qué mi–aravilla!

Algo así, la verdad es que estaba muy conmocionado y le costaba saber como reaccionar. Este cuarto es algo con lo que nunca se atrevería a soñar, su pobreza limita su imaginación.

Y es que en esta pobre vida de esclavo asalariado a lo máximo que podría aspirar a tener es una buena, deliciosa y nutritiva comida, y hasta en eso se conformaba solo con los kimbap de las tiendas de conveniencia e incluso, en algunas ocasiones, ni siquiera eso.

Así que en este momento si el diablo o cualquier ente maligno y/o diabólico viniera por su alma, el se iría feliz. Al menos obtuvo una habitación de lujo antes de morir.

Y como si a Yoo Jonghyuk no le importara que empezará a hechar raíces aquí, se fue, cerrando la puerta después de salir.

Él, como persona normal que es, obviamente se aventó a la cama. ¡Benditos sean los fabricantes de colchones, benditas sean sus manos, sus maquinas, benditos sean todos! La cama era blandita, muy cómoda.

Da la sensación de querer quedarte siempre en ella con tal de que tu figura quedara impresa en el colchón.

Y ni que decir de las sábanas o las cobijas, o las almohadas, eran de una calidad trascendental, superior, magníficas. El aroma qué desprendian por si solo podría hacerte dormir como un tierno bebé, incluso si duermes en el frio suelo, mientras tengas esta cobija y esta almohada dormirás, y soñaras con un bello día de campo, los árboles frondosos rodeandote, acompañado con la dulce y característica fragancia de los pinos, si eso no basta, el acompañamiento en forma de manzana inundará tus fosas nazales, un aroma suave y delicado.

Sin darse cuenta, al final se quedo dormido.

Nota:

Me he dado cuanta qué soy pésima, horrible describiendo espacios o lugares... Ay no se como se dice, pero entienden??? Es como... Una descripción muy vaga, pero Meh, no es importante para la trama ;3

Debería dejar de escribir esto entre la 2-3 de la mañana, me pongo incoherente a esas horas jajsjs, pero es cuando más me ataca estas ganas de escribir, ni modo.