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𝟎𝟎𝟒. juego de espías ─────────────
Leah
—Es mal momento para visitas— dije en cuanto llegamos a casa y vimos a la de Servicios Sociales delante nuestra.
—No es una visita, os venís— sentenció.
—¿Hoy? ¿En serio?— respondió mi hermano, incrédulo.
—Solo unas semanas, hasta el juicio— nos explicó.
—No vamos a ser parte de vuestro sistema, no vamos a ir a un centro de acogida— dijo mi hermano y detrás nuestro apareció un agente.
—John B, Leah, este es el agente Thomas, se encarga de los menores, sé que vuestro tío trabaja en un casino en Missisipi y ha estado fuera meses— aclaró. John B y yo intentamos escapar pero el agente estaba detrás nuestra.
—Quiero la emancipación— dijo mi hermano.
—¿De quién? Estáis solos— respondió la chica. Volvimos a salir corriendo pero el agente atrapó a mi hermano. No íbamos a poder escapar de aquí a menos que ocurriera un milagro. —Relájense chicos. Prepárense por favor— habló, dándonos cierto tiempo.
Recogimos nuestras cosas, o al menos las que pudimos llevarnos y salimos de casa justo detrás de ellos. Estábamos en el coche, yo miraba desde la ventanilla la foto de nuestro padre. Sin querer la tiré hacia la calle y comencé a golpear el coche. Mi hermano me miró sorprendido.
—¡Para! ¡Para el coche!— grité. —Se me ha caído la única foto que tengo de mi padre, ¡por favor!— supliqué, les costó decirme que si pero finalmente pararon el coche. —Gracias— agradecí. Nos bajamos del coche para ir por la foto y cogimos dirección contraria para salir corriendo de allí.
—¡Corre John B!— le grité a mi hermano para que empezara a hacer lo mismo que yo, él me sonrió y salió detrás de mí.
—¡Eres la hostia!— chilló detrás mío, tomó una bicicleta para ir más rápido y saltó cayéndose al suelo. Me paré para verle.
—Oh dios mío— escuchamos detrás nuestra, era Sarah, mi hermano alias el ligon consiguió que la chica kook nos metiera en su coche. —¿Qué sois? ¿Unos fugitivos?— nos preguntó y los dos negamos.
—Mejor que no lo sepas— dije sin más, no quería hablar con ella. No tardamos en llegar a su casa. —¿Que mierda hacemos aquí?— inquirí pero ninguno me hacía caso, solo podía pensar en cuando Kie se entere de esto.
Subimos las escaleras ya que Sarah no paraba de empujarnos y llegamos hacia un pequeño despacho.
La rubia comenzó a desinfectarle la herida mi hermano mientras que yo observaba la sala. Intrigada.
—Denmark Tanny, conozco ese nombre, viajó en el Merchant, pero no hubo ningún sobreviviente— dije y mi hermano se levantó del sofá.
—Yo se mucho de eso, hay un archivo con la historia del Merchant y su tripulación, sobrevivientes...— habló Sarah.
