¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¡Hola, cariño!— saludo Yoo mi
— Hola, mamá— saludo Jisoo con un abrazo.
— Tú hermano y tú padre ya están en el comedor esperándote— comentó Yoo mi con amabilidad a su hija.
— ¿Dónde está Jinnie?— preguntó Jisoo.
— Oh está en su cuarto y lleva en cerrado ahí como 1hr— dijo sin interés Yoo mi
— Iré a verlo, ahorita bajo— cometo Jisoo, subiendo las escaleras.
Ella era consiente del rechazo que tenía su madre hacia Seokjin, lo que claramente desaprobaba de su madre, ella era la mayor de los tres hermanos y se podría decir que ella fue la que crió a Seokjin, por lo que le tenía un cariño muy gran a su hermano menor.
— ¿Jinnie? Soy yo Jisoo ¿Me dejas entrar?— pregunto Jisoo mientras tocaba la puerta.
— Si— musitó Jin, quien estaba acostado en su cama totalmente cubierto.
— ¿Qué pasa, Jinnie?— pregunto Jisoo, mientras se acercaba a su hermano y le acariciaba la cabeza.
— Soy un asco, noona— dijo Jinnie, descubriendo su cabeza, dejando a la vista sus ojos rojos y hinchados.
— ¡Claro que no y quien te haya dicho eso me las va a pagar!— comentó Jisoo con molestia.
Jin soltó una risita, limpiando sus lágrimas.
— Jinnie, eres hermoso y solo porque no cumplas el estupido estandar de belleza de Corea, significa que eres feo— dijo Jisoo mientras lo abrazaba.
— Por dios, cariño. Eres perfecto a tu manera y no necesita que me digas porque lloras, se que es por un idiota que no te supo valorar, pero sabes algo se perdió a la persona más hermosa y maravillosa de este mundo. Así levántate de esa cama y bajemos a cenar, porque noona Jisoo llegó a Corea y no quiere ver a su bebé triste, ¿ok?— dijo Jisoo mientras dejaba besos por toda la cara de su hermano.
— Te amo, noona— dijo Jin con una sonrisa.
— Y yo te amo a ti, cariño. Aparte regrese a Corea, porque tengo al importante que proponerte y quiero que mis padres lo sepan. Así que bajemos a cenar— dijo Jisoo, jalando a Jin fuera de su recámara entre bromas, para alegrar el corazón roto de su hermano.
— Uy pobrecito, ¿la cerdita estaba llorando?— dijo Jinhyuk en forma de burla.
— ¡Jinhyuk! Sube a tu cuarto, ya es suficiente. Estoy harto de que molestes a tu hermano, así que vete— dijo Woong con molestia.