Capítulo 6. Parte 2

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Capítulo #6. Parte 2

— Admito, mi Lord que posee una buena memoria— sonrió de forma amigable—. Espere— frunció su ceja derecha— ¿majestad me ha olvidado? ¿Su amnesia lo altera?

Con la ansiedad atacando su cuerpo, Matías siente el innato deseo de escapar de la situación intento dar la vuelta y regresar, pero su cuerpo no se lo permitía.

— Majestad ¿le pasa algo? — da la vuelta a su alrededor transformándose en una mujer joven, quizás de una altura promedio de uno coma cincuenta y siete, cabello oscuro largo con ojos color vino.
— ¿Qué eres tú?
— Mi lord, usted sabe lo que soy.

Coloca su mano en el lado derecho de su rostro comienza a descomponerse por completo, cayéndose a pedazos dejando ver una calavera sonriendo.

"Cromwell's". Grito su mente.

— Cromwell's—. Repitió en voz alta
— Vaya forma de recordar a una antigua amante.
— ¿Qué? — la cara de Matías se volvió un poema—. No eso, no es posible.

Ella se carcajeo divertida por la situación que se encontraba.

— Nunca lo fuimos— retomo su compostura— pero eso significa que tu memoria esta regresando— suspiro— te entrené, para que fueras menos inútil.
— Señora yo realmente...— comentó nervioso
— No sabes que sucede y tienes un problema ahora — señaló a Corín— mi hija te está esperando en su consultorio, dejarás a la niña allí con Tomás y vendrás conmigo para darte una cura.
— ¿Qué clase de cura?
— Para tu amnesia— toco su frente con su bastón— deja de pensar que es imposible, sin embargo, tienes un precio que pagar te esperaré en la biblioteca ojos de gato.

¿Qué demonios?

— Alteza; por favor no sea grosero— hizo un chasquido con la lengua— Tomás sabes que hacer y dale su pastel.
— De acuerdo señora— Matías pego un pequeño respingo al oírlo a sí lado.

***

— ¿Cómo está la niña? — Pregunta curiosa.

La doctora comprueba los signos vitales de Corín mientras espera los resultados de la prueba de sangre. Pero no era sencillo lidiar con una desesperada Elizabeth al mismo tiempo que trata de asegurar que la integridad de la niña este bien.

— Todo está bien— suspiro agotada — pero — tomo su mano derecha — la transformación fue muy agresiva — pellizco la piel de su muñeca donde había ampollas— necesitaré administrar suero y analgésicos vía endovenosa para que puedas hacer tu trabajo antes de colocar la plata en su mano.

Escucho un gruñido en respuesta, Ana sabía que los mestizos entre criaturas oscuras y seres humanos le tenían un odio o fobia incomprensible. A los médicos humanos, ella suponía que era una conducta instintiva.

— Si no lo hago, la inflamación actuará como una quemadura y esta niña sufrirá— reviró los ojos— si vas hacer algo ahora es el momento.

Elizabeth suspiro colocando sus manos cerca de la frente de la niña, ya que para que su habilidad de transmitir y absorción de recuerdos funcione debía tener no solo un lazo emocional sino elementos mentales o físicos lo cual hacia que dicha práctica siempre fuera inconclusa si podría hacerlo de otra forma, pero para el caso de los niños, humanos comunes y algunas criaturas no pudiese ser vista aquella ilusión óptica. Lo cual entorpecía sus planes así que se inclinó por esta opción.

Había estudiado a Corín durante meses de la mejor manera posible para tratar de lograr semejante cosa. Su magia se hizo presente entre sus manos, la mente de la niña era un caos al parecer su instinto no había sido del todo neutralizado.

Secretos de SaizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora