Georgie se reunió con James después de desayunar. Se hallaban frente al mar, como acostumbraban. La noche anterior había sido hermosa y justo lo que él necesitaba para sobreponerse a su estado de ánimo. Empero, con las luces del día volvieron sus preocupaciones, al punto de tener la intención de conversar con Brandon Percy. ¡Le debía una explicación! Al menos deseaba saber si Thomas estaba enterado de su partida y cómo había tomado el asunto. Sin embargo, Georgie le insistió en evitar un enfrentamiento. Le notaba tan molesto que no sabía si sería adecuado que charlara con él.
—Yo hablaré con Brandon —se ofreció de nuevo—. No debes temerle a esa charla. Estoy segura de que podré obtener la información que estás buscando.
James no estaba convencido, pero tampoco le quitó la idea de la cabeza. Después que se despidieron, Georgie se informó con la duquesa de cuál era la suite de Brandon, pues el pintor no se hallaba en las áreas comunes de primera clase. A lady Lucille no le extrañó su petición, por lo cual se mostró colaborativa y le dijo donde se estaba alojando. Brandon esa misma mañana le había hecho una visita a la duquesa, y la dama conoció por él mismo cuál era el camarote que ocupaba.
—Me ha invitado a tomar el té con él esta tarde y, si no lo juzgan inconveniente, me gustaría aceptar su invitación. Sé que han sucedido demasiados imprevistos en los últimos tiempos, pero no debemos olvidar que Brandon es también amigo nuestro.
—Opino lo mismo, lady Lucille —le contestó—, y me gustaría hablar con Brandon para evitar un conflicto a bordo del barco. Espero que podamos entendernos bien todos y llegar a Liverpool sin derramamiento de sangre.
La duquesa rio con su comentario.
—¡Esperemos que no sea para tanto, querida! —exclamó—. Tengo al vizconde por una persona de buen juicio.
—Yo también —aseguró Georgie con una sonrisa.
La joven se dirigió por el corredor hacia los camarotes. No había pedido el consentimiento de nadie ni siquiera la compañía de Prudence para ello. Sabía que Brandon no podría hacerle mal alguno y que quizás su visita ayudara un poco a James a aliviar su angustia respecto a su hermano.
Georgie tocó, pero no hubo contestación. Puso el oído para escuchar si se advertían pasos en el interior, pero la puerta, que estaba mal cerrada, se abrió cuando se reclinó sobre ella. Un tanto asustada, entró en el salón de estar de la suite de Brandon. Al parecer él no estaba, pero se decidió a esperarlo. Confiaba en que no se disgustara por su atrevimiento, pero ya que se hallaba allí, no pretendía marcharse.
La joven miró la estancia con interés, aunque en realidad no se diferenciaba mucho del resto de los camarotes: una chimenea, un reloj encima de ella, algunas pinturas, las paredes de paneles de madera, los muebles elegantes y un pequeño escritorio. La joven se dirigió hacia el diván, donde se hallaban varios lienzos enrollados.
Brandon viajaba con parte de la producción pictórica que había realizado en aquellas semanas en América. Con curiosidad, abrió uno que tenía muchos tonos en azul y resultó ser una marina: el río Hudson y la Estatua de la Libertad. Recordó la carta que recibió de Brandon, en la cual le hablaba de aquel paisaje…
Georgie, intrigada, continuó desenrollando los lienzos para descubrir qué tesoro escondían. Le sorprendió agradablemente ver un retrato de Anne y su hermano Edward, vestidos el día de su boda; aquello la emocionó… Por mucho tiempo Brandon manifestó su deseo de pintar a Anne, que era muy bella. Sin embargo, en el orden de aquellos retratos, fue el de Georgiana, prometido con anterioridad, el primero en realizarse. El viaje del pintor a América pareció posponer el proyecto del de Anne. Para su sorpresa, no solo había pintado a su cuñada sino también a Edward en un día especial para los dos, guiado por un retrato de la boda y también por su excelente memoria.
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La melodía del mar ✔️
Ficción históricaInglaterra, 1896 Georgiana Hay es una joven muy talentosa al piano, recién comprometida con Brandon Percy, pintor y gran amigo de la familia a quien admira y cree amar. James Wentworth, vizconde de Rockingham, es un prometedor ingeniero naval que p...