Capítulo 36

407 107 41
                                    

Lo sucedido a Brandon se supo solo en su círculo más estrecho de amigos, para evitar un escándalo. Georgiana no había pegado un ojo en toda la noche, fruto de la más viva desesperación. Gregory la había ido a ver la víspera para narrarle lo dicho por el médico. El galeno y el propio Brandon corroboraban la versión de James, palabra por palabra, pero ella no lo había creído. Su hermano no había visto a James con el arma en las manos; aquella imagen no se apartaba de su cabeza y no podía considerar que, sin más, se tratase de un malentendido.

Esa mañana era Prudence quien la intentaba convencer, confiando también en la inocencia del vizconde, aunque creía que las circunstancias del hecho no dejaban de ser extrañas. Georgiana no quiso compartir con sus hermanos lo que descubrió acerca de Pasaje de Baco, puesto que, si bien despreciaba a James por lo que había hecho, no quería perjudicarle explicando el posible móvil que le llevó a disparar. Ya eran harto conocidas las razones de la antipatía de Percy con los Wentworth, así que no era necesario añadir una razón de peso más. Aquello era lo menos que le debía a James, aunque su encubrimiento le dejaba un mal sabor en los labios.

Un rato después, Gregory irrumpió en el salón de la suite, donde se encontró a sus hermanas conversando. La expresión de Georgiana resultaba muy inquietante para él, pero trató de calmarla con las noticias que traía: Brandon se hallaba mucho mejor, aunque continuaba de reposo estricto y le había corroborado una vez más lo dicho por James.

—Acepto que era probable que le mintiese al médico sobre lo sucedido para salvar su prestigio, pero no tenía por qué hacerlo conmigo. ¿Acaso no le conviene inculpar a James frente a nosotros? Lo cierto es que no lo ha acusado de nada. Me quedé a solas con él y le interrogué al respecto, pero Brandon me ha dado la misma versión de los hechos que ya conocíamos. La alta oficialidad del Imperator está al corriente ya de lo que aconteció, pero considera también que se trata de un lamentable accidente.

Georgie no se dejaba convencer. Estaba tan segura de lo que había visto que las palabras de su hermano no podían borrar aquella imagen.

—Sé que es extraño —concluyó Gregory—, pero una censura tan desproporcionada hacia James puede terminar con el amor que él siente por ti y ese no es un riesgo que debas asumir con tu obstinación. En ocasiones las circunstancias no son lo que parecen, pero la confianza en las personas que amamos es la que nos permite comprender dónde está la verdad.

Georgiana continuó en silencio, no pretendía rebatir la opinión de su hermano. Ella conocía bien los motivos de James, y no podía seguir a su lado.

—Lo siento —dijo después—, la impresión que tengo es demasiado fuerte y mi criterio no ha variado con lo que me has explicado. Es muy probable que Brandon esté evitando un escándalo con su silencio. James conoce demasiadas cosas sobre él y ambos están tratando de que la situación no llegue a mayores, podrían perjudicarse mucho los dos. El que Brandon corrobore una versión tan descabellada, solo me reafirma que están ocultando algo muy serio. ¡Yo vi a James con el arma en las manos!

Prudence se quedó callada, sabía que en cierta forma Georgie tenía razón. ¿Hasta qué punto podían confiar en el vizconde? ¿Tenían la absoluta certeza de que no se había visto inmiscuido en ese hecho, que en un momento de furia no apretó el gatillo?

—Gregory, pienso que es mejor esperar a que lleguemos a Inglaterra para hablar todos con calma. Me es difícil pensar en la culpabilidad del vizconde, pero también creo que a Georgiana no le falta juicio al mostrarse tan recelosa con él. Lo más adecuado es que no nos precipitemos ni en un sentido ni en el otro. Faltan dos días para llegar a Liverpool y lo más conveniente es que desembarquemos en paz.

Su hermano asintió.

—Está bien, pero no me gustaría que la severidad de Georgie termine con un amor tan bonito como el que se profesaban antes que todo esto sucediera.

La melodía del mar ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora