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Taehyung junto con su madre, venían saliendo del edificio en donde tuvieron su anterior conversación, el castaño se encontraba aburrido y ya quería regresar a su nueva casa.

Todavía no se acostumbraba al cambio de casa, cómo siempre le pasaba y era reacio a detallar el lugar, pasó dos días encerrado en su nueva habitación para poder acostumbrarse a ella, adentro en ese tiempo fue acomodando su cosas poco a poco hasta hallar la posición en donde le gustaba que estén, solo salía para ir al baño en donde entraba con los ojos cerrados después de localizar lo que principalmente necesitaba de ahí y para comer centrando su mirada en el plato de comida qué siempre usaba, sin mirar otra cosa. Con forme los día pasaban se fue adaptando al lugar, aún había sitios en los que no quería estar, pero el baño, el pasillo del segundo piso, el comedor y la sala de estar eran suficientes por el momento, ah y obviamente su cuarto.

Bueno, en conclusión quería ir a su nueva casa.

Su madre podía notar el aburrimiento de su hijo, por lo que le hizo una sugerencia — ¿Por qué no damos una vuelta por la escuela? — pensó que era buena idea.

Sin embargo, el chico no dudo en hacerle saber su deseo de ir al auto para marcharse a su casa — ¿Es necesario? — ¿Debía de decir su deseo por irse? Tal vez, pero el no sabía si podía hacerlo— De todas formas estaré un tiempo por aquí, podré verla después. — Tae creía que esa escuela no sería diferente a las demás, por lo que suponía que solo iba a durar un corto lapso de tiempo.

La señora no se quería rendir en evitar que Tae se encerrara en la nueva casa a lo que ella llamaba su lugar seguro, un baúl de madera con un pequeño orificio por el que Tae observaba el exterior. — ¿Y yo? Solo vendré a recogerte después de clases y ni podré entrar. —  esperaba que Tae sediera por ella aún sabiendo la personalidad de su hijo.

Sin embargo Tae no podía ver las intenciones de su madre —  Puedes ir tú si queres, yo me quedaré en el auto. — creyó que realmente quería recorrer el lugar, así que ¿Quién era él para detenerla de hacer lo que ella quiera?

Pero ella no se hiba a rendir tan rápido, aún le quedaba una carta para convencerlo — mmm... Bien, ve al auto. ¿Me pregunto si tendrán conejos como la anterior escuela? — Empezó a decir en lo que se giraba a caminar en otra dirección a la que se dirigian — el director me dijo que el club de cuidado animal había traído a un par hace unos días, tal vez todavía siguen aquí.

El escuchar que había conejos, Tae ganó el deseo de buscar donde están, prefiere interactuar con ellos que quedarse tranquilo en el auto escuchando música. — ¿En donde están? —  preguntó corriendo detrás de su madre — <Ah, esa si la conozco, está sonriendo, "feliciedad" se llama> — una hermosa sonrisa le regaló su madre; aún sin mirarle los ojos, sentía la mirada llena de alegría sobre él.

— Me dijeron que están detrás del gimnasio. — decía con gran ánimo, en lo que tomaba del brazo a su hijo.

Tae no podía evitar apartar el brazo de su madre, se le hacía en verdad incómodo cualquier tipo de contacto físico con otros — ¿Por qué sonríes? — algo de curiosidad tenía por la razón de su sonrisa tan evidente. Además de querer dejar una pequeña nota en su libreta de emociones.

— ¿Por qué será? Tal vez porque mi hijo ahora si quiere ir conmigo. — dijo con un poco de sarcasmo y mucha alegría.

Mas Tae no podía ver el sarcasmo que daba su madre con sus palabras — no voy por ti, voy por los conejos. — dijo con la honestidad que casi siempre brindaba.

— Por supuesto, los conejos. — cualquier persona hubiera notado que las palabras de Tae la lastimaron, mas su madre aunque se sintiera lastimada, su dolor pasaba a segundo plano, quitandole importancia ella misma, son años de costumbre dirían algunos, pero es más el amor de madre que comprendía a su hijo —Pero igual estoy feliz.

Por favor, mírame. (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora