Por un lado tenemos a Tae, un joven autista, que ve el mundo de una manera diferente a los demás. Y que no sabe que es lo que hace que su corazón se altere.
Y por el otro lado está Jungkook, otro joven, pero que en el caso suyo se enamoro a primera...
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¿Alguna vez has pasado por un ataque de pánico?
Para mi la situación me supera: el miedo me consume, mi cuerpo tiembla y cualquier cosa que veo se ve gigante.
Soy una pequeña hormiga en medio de miles de personas que tratan de pisarme hasta la muerte sin ni una pizca de misericordia o compasión.
¿Tú que harías en esa situación en donde tratan de matarte? Si quieres vivir ¿huir o enfrentar? Yo quería huir, pero... no podía.
Mi cuerpo no se movia, luchaba y batallaba para mover almenos un dedo de mi mano, sin embargo solo temblaba y temblaba. Me sentí un inútil.
Esa vez que sentí ese pánico está enterrada en lo más profundo de mis recuerdos en un día que no me gusta recordar, con el tiempo aprendí que no es necesario huir ni enfrentar tus miedo, solo aceptarlos.
Acepta que sentir miedo es normal, que es un instinto en todo ser vivo y que por lo tanto es parte de ti.
Ahora tengo a alguien que quiero proteger, alguien que me necesita, que está en un pánico aún más grave qué él mío y se está ahogando en su propio miedo. Quiero ayudarlo, me preocupa.
Lo rodeo en un abrazo, un abrazo que yo, en aquel tiempo me hubiera gustado que me dieran — Está bien, aquí estoy, todo estará bien.
— Sonrie — su voz sale temblorosa.
—¿Qué?— sostiene mi mejilla con su mano y me regala una sonrisa, tal vez trata qué lo imite.
—Por favor, sonrie — Me gusta la calides que me transmite su tacto, por lo tanto sonrio agradeciendo esa calides.
Lo arrullo por un tiempo hasta que el mismo se aparta lentamente —¿Estás bien? — No quisiera preguntarle qué pasó, pero me preocupa. — ¿Puedes decirme... cuál fue el problema?
Él me mira directamente a los ojos y siento que lee hasta mi alma, quiero transmitirle seguridad y confianza, así que también lo miró fijamente a los ojos
—No traje mis audífonos.
Esa no era la respuesta que esperaba —¿Perdón?
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