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Luz

—podés cambiar la cara? —preguntó papá dejando el vaso en la mesa —estamos almorzando, porfavor

—que tiene que ver qué estemos almorzando? —insistí, aun con mala cara.

—Luz, dale —susurró mamá —pasó algo?

Dejé los cubiertos de mala manera y me levanté.

—Luz —sentenció papá —LUZ GIROTTI

—dejala —susurró —está peleada con Tomi —escuche que dijo cuando salí de la cocina y giré los ojos.

Caminé hasta mí cuarto, dónde me cambie y agarré un poco de plata para salir caminando.

—quien es? —escucho la voz de Tomás al otro lado de la puerta.

—abrime —se siente la llave y noto la confusión en su cara —me dejas pasar? O hablamos en la plaza? 

—está mí vieja —chequee su vestimenta y al notar que safaba bastante, sin dudarlo lo agarré del brazo y lo llevé al banquito de enfrente.

—que te pasa?

—a mí? Vos sos la loca que vino

—vine a arreglar las cosas tarado, hace tres días no me mandas un mensaje, ni siquiera me clavas los vistos, que hice?

—estas flasheando Luz.

—no Tomás, no estoy flasheando nada, te conozco, nos conocemos, los dos sabemos que no está todo bien.

—no confías en mí? —preguntó mirando a un nene hamacarse.

—que?

—el otro día, estabas re mal, nunca me quisiste contar que pasaba.

—seguís enojado por esa boludez? —cuestioné mirándolo sin poder creerlo mientras se levantaba —te vas a ir?

—pasala bien en España —dijo caminando y abrí mis ojos.

—pará Tomás —lo alcancé agarrandolo del brazo —quién te contó?

—por qué no me contaste?

—hace mucho sabes?

—DESDE QUE ESTAMOS ACÁ NO ME RESPONDISTE UNA SOLA PREGUNTA —gritó dejándome quieta.

—no grites que nos miran.

—vos elegiste venir acá —buen punto.

—porfavor Tomás, perdoname —pido poniéndome enfrente suyo —te juro que te lo iba a contar.

—te vas en una semana Luz, nos conocemos hace más de quince años y vos pretendías contarme que te ibas al otro lado del mapa UNA SEMANA ANTES? —ya está llorando, me cago en haber elegido un amigo tan sensible.

—Vengan adentro —ambos miramos hacia la puerta de su casa, Nati nos estaba llamando —toda la plaza los está mirando.

Entramos, ambos en silencio, veo que Tomás empieza a caminar para las escaleras y cruzo miradas con Natalia.

—podemos hablar Tomás?

—que querés hablar?

—ya te pedí perdón, nosé que más hacer, no quiero irme peleada con vos.

—Tomi —musitó su mamá al notar que él no daba respuestas —todos merecemos segundas oportunidades, ella te ha dado muchas a vos, y vos muchas a Luchi, son amigos de toda la vida, deberían de entenderse mutuamente, escucharse.

—porfavor Tomás, además sabes que fue siempre uno de mis sueños.

—lo sé —se dió vuelta mirándome al fin —por eso me duele, porque preferiste callarte y no contarme que estabas pudiendo lograr uno de tus mayores sueños Luz

Se quedó mirándome, tan frío y orgulloso a la vez, tan distante, yo no le bajaba la vista, quería que viera mí sinceridad, enserio estoy arrepentida, siquiera sé porque no le conté a él, creo que porque me daba miedo que no pueda irme, que me frene el miedo de no poder estar lejos suyo, porque es lo que ronda en mí cabeza desde que empecé el papeleo, siento que sin él no voy a poder estar bien.

—mucho éxito Luchi —dió media vuelta y se metió a su cuarto, miré a Nati y me largué a llorar.

—Lu calmate —susurraba la mamá de mí amigo abrazándome.

—Tomás porfavor no —pedía entre lágrimas —que él no me dé la espalda.

—tranquila hermosa, ya se le va a pasar.

Me acompañó a casa, caminando, en silencio, como siempre ella al igual que su hijo está en todas, tanto para mí como para mí familia.

Mientras yo me bañaba se quedó charlando con mis viejos, hablaban de mí viaje, de una cena que planeaban y nosé que más, pero no nombraron la pelea con Tomi, no lo van a hacer mientras yo o él estemos enfrente.

Tomás

Pedía por dentro que se vaya ya Luz de casa, necesitaba quedarme solo con mamá y llorar con ella, que me escuche.

Al sentir silencio entendí que la acompañó hasta lo de sus viejos, mí respiración agitada y la remera mojada con lágrimas me transportaron a la plaza en la que recién peleamos con Luchi, pero éramos chicos, estábamos jugando y cuando entramos porque me había caído y no paraba de llorar Luz me decía que me calme, que todo iba a estar bien porque ella estaba ahí cuidándome, y yo hoy no estoy con ella cuidándola.

—Tomi —susurra y entra sin aviso mamá a la habitación, me levanto de la cama y la abrazo llorando —hijo —chasquea la lengua y me frota la espalda.

—la amo mucho ma, no se me puede ir así.

—no podés hacerle esto Tomi, tenés que perdonarla, y apoyarla, estar desde la lejanía en todos sus pasos.

—es la única forma de que se vaya mami —le explicaba sacándome las lágrimas como un nene —que esté con bronca, porque si estamos bien se va a quedar, y por más que me encantaría que esté a lado mío toda la vida, es su sueño.

—pero To, yo te entiendo —asiente —pero son amigos, no crees que hay otras formas de convencerla? Que cagandote en una amistad tan larga y linda?

—soy un inmaduro

—no Tomi, intentas hacer lo que mejor podés —sonrió —desde mí opinión, deberías disculparte, dejar el orgullo.

—no me debe querer ver.

—intentalo.

Salió de mí cuarto, mientras me cambiaba pensaba que iba a decirle, ella enserio es la persona más importante en mí vida después de mamá y papá. Me lastimó mucho que no me haya contado todo lo de España, pero no me enojó tanto como para hacer todo lo que hice, esto simplemente fue para que no sea yo su freno.

ᴍᴀs ᴀʟʟᴀ ᴅᴇ ʟᴏ ɴᴜᴇsᴛʀᴏ «ɢᴀsᴛᴏɴ ʟᴏᴅɪᴄᴏ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora