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‹ Luz ›

Encerrada en mí cuarto, ahogada en pensamientos, en lo que debería hacer o no, en Tomás, todo lo que ronda en mí cabeza es él, lo voy a extrañar mucho, y más si todo termina así.

Escucho la puerta de abajo y el simple hecho de escuchar las llaves, esas llaves, sus llaves, hace que salga de mí habitación sin unir dos neuronas, sin pensar en mí orgullo.

Corro escaleras abajo y cuando lo veo salto a él, a Tomi, a un Tomi destruido, con los ojos rojos vino e hinchados, me abraza, apretándome como si el contacto no le fuese suficiente y susurra constantemente en mí oído una súplica de perdón.

—te juro que te amo Luz, perdoname —susurraba solo para mí, mamá, quien miraba todo, era imposible que escuche.

—te amo Tomi —los dos llorando como bebés, abrazados como si eso fuese a saciar todos estos días distanciados

—sabes que te apoyo en todo, enserio no pensé un segundo lo que hice, fuí un egoísta —.

—no gordo enserio te entiendo —. 

Se quedo a comer y como si fuera poco también a dormir, a eso de las tres de la madrugada sentí que estaba sola en la cama y me levanté al baño, mientras hacía pis, escuchaba los susurros de Tomi y mamá abajo, escuchaba que mi vieja le decía que lo entendía, que para ella también era difícil, pero que él mas que nadie sabía que este era mi sueño y que era obvio que en algún momento me iba a ir. Y de él solo se escuchaba el llanto, mi bebito.

Gastón › 

—Gato. —entra Juli a la habitación y prende la luz.

—estás en pedo Julián? —cuando le cuesta caminar hasta mi cama para sentarse lo confirmo.

—no importa eso —tose y me mira —vos sabías que Luz se va? —pregunta y llora —por qué no me contaste? —.

—¿qué hablas Julián? por dios veni —me levanto de la cama renegando y lo agarro de los brazos para llevarlo a la ducha —la próxima te dejo tirado, por que no le pedís ayuda a tu hermana? —.

—dale Gastón no me cambies de tema —murmuraba con palabras resbaladas y ya me empezaba a picar la duda, ¿será verdad lo que dice?

—a dónde se va a ir Julián? no hables boludeces —.

—a España, me contó Toto. —lo miré, tildado unos segundos y él miraba para todos lados. 

—esperame acá. —lo senté en la silla del baño y corrí a la habitación. 

Agarré el celular y salí para el comedor, me senté en el sillón y escuché un golpe seco arriba, se cayó seguro.  

— Tomás?

— que paso?

— se va? —el silencio de Toto me pone nervioso, claramente me dí cuenta de todo con ese incomodo ratito sin hablar. 

— en dos horas sale el vuelo.

— dios —me tapé la cara y me largué a llorar.

— Gato —susurra.

— ¿qué hago?

— nada, que vas a hacer? ir y frenarla? y seguir cagandola?

— la extraño Toto, no puedo dejar que se vaya asi.

— si podés, si verdaderamente la querés podés.

— la amo Tomas.

— entonces que no se te ocurra aparecerte en el aeropuerto a hacer boludeces, estás solo?

ᴍᴀs ᴀʟʟᴀ ᴅᴇ ʟᴏ ɴᴜᴇsᴛʀᴏ «ɢᴀsᴛᴏɴ ʟᴏᴅɪᴄᴏ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora