Duelo [Honi]

Douze

Se muerde el labio —C~cuidado -se queja apretando las sábanas entre sus dedos-.

—Estoy siendo lo más cuidadoso posible -dice Toni rodando los ojos-.

—Duel... ¡Ah! -derrama un par de lágrimas-.

—Ya casi, aguanta un poco más.

—¡Date prisa! -gimotea un poco- ¡Au!

—Ya está -en sus manos tenía unas pinzas con manchas de sangre que dejó a un lado al retirar todas los vidrios de las rodillas y piernas de H- ya pasó lo peor -toma algodón y lo humedece en alcohol pasándolo por las heridas-.

—¡Arde! ¡Ya basta! -intenta empujarlo-.

—Quieto -preciona el algodón contra una de las heridas sacándole un grito y dejando de moverse tanto- he conocido niños de tres años que se quejan menos ¿Cómo paso?

—No dejo de pensar en todo lo que te hice -sorbe la nariz- se que esto no se compara pero... me duele recordarlo, no puedo arreglar esto y solo... fue un impulso... -desvia la mirada-.

Niega con la cabeza —No es una razón válida -le pone unas gasas- con esto debe ser suficiente -le extiende un dulce-.

—No soy un niño -toma el dulce y se lo lleva a la boca saboreandolo-.

—No te creas tan importante, es uno de los dulces que los niños no quisieron, son los rechazados -se levanta- descansa, es todo, no hagas esfuerzo, los vidrios no llegaron muy profundo, pero no puedo asegurarte que saque todos, de cualquier modo ve a revisarte así obtendrás una lectura más exacta, solo lo limpie, pero puede que necesites algo más. Adiós.

Lo siguió con la mirada hasta que azoto la puerta tras él, miro las gasas en sus rodillas y piernas, se sintió extrañamente cansado por lo que solo se acostó y cerró los ojos cayendo en un profundo sueño que hace meses no lograba obtener.

Horacio despertó en la mañana estirando su cuerpo como si hubiera dormido mejor que nunca, cosa que a pesar de apenas estar despertando y no estar con todos sus sentidos al 100 se daba cuenta, llevaba mucho tiempo con dificultades para dormir y la razón era obvia, los gritos de Toni comenzaban a ser una tortura pues le recordaban sus errores, pero está vez no lo escucho gritar ni en la realidad, ni en sus sueños (cosa que también era una tortura cotidiana).

¿Que había cambiado? ¿Porque está vez no tuvo problemas?

Miro las heridas en sus piernas, acaso... ¿Sufrir le hizo sentir un poco menos culpable? No era tonto, Toni en varias ocasiones que le retiraba los vidrios los encrustaba un poco más para escucharlo gritar, entonces... ¿Su solución era ...?

A la mañana Horacio se levantó adolorido y bajo encontrándose con Toni haciéndose el almuerzo, eso le pareció curioso, el siempre era quien servía la comida.

—Pense que te quedarías descansando, abrirás tus heridas -se sirve la comida en un plato-.

—Toni -camina hasta él-.

—¿Que pasa? -estira su mano sujetando la espátula para mantener una distancia entre ambos-.

—Se que no puedo borrar el pasado o curarte magicamente, pero... -aprieta los labios- puedo compensarlo de algún modo.

—Esto no se puede compensar -deja el plato en la mesa y la espátula en el fregadero-.

—¡Haz conmigo lo que quieras! -se apresuró a decir-.

—¿Cómo? -lo mira frunciendo el seño- Horacio, no estoy para ese tipo de bromas.

—¿No lo notaste? No tuviste pesadillas en la madrugada ¿Sabes porque?

Le mira las gasas —Es una coincidencia.

—Sabes que no es así, dormiste como un bebé porque hiciste conmigo lo que quisiste.

Toni lo miro de pies a cabeza como si buscará algo, talvez alguna señal de duda, pero no, H se veía bastante seguro de lo que quería, nego con la cabeza y tomo sus cosas saliendo de la mansión sin darle al de cresta una respuesta.

Horacio solo se sentó adolorido y comió lo que el italiano había dejado, cuando terminó se fue directo a la sede, no pasó desapercibido su forma de caminar y sus leves quejidos con muecas. Entro a los vestidores dispuesto a cambiarse cuando llegó un agente mientras se retiraba los pantalones dejando ver las gasas y vendajes.

—Director ¿está... bien? -pregunto algo incómodo-.

—No es nada, sigue con la tuyo.

El agente se fue de los vestuarios no sin antes tomar algo de su taquilla he irse con sus compañeros para decirles lo que vio, a todos les pareció curioso porque últimamente no habían ocurrido disturbios en la ciudad como para que su jefe tuviera esas heridas, lo que significa que se las hizo fuera del horario de trabajo, ergo, eran cosas personales, podrían ignorar el tema y hacer como que nada paso... o podrían averiguar que fue exactamente lo que pasó...

—No podemos -dijo Alanna nerviosa- H tiene sus asuntos y no debemos meternos.

—Pero también es verdad que nos obligo a torturar a alguien que no lo merecía -solto Parker-.

—Tenemos las cámaras de la casa de H para vigilar a Toni -dijo Pamela recordándoles "sutilmente" que podían averiguarlo-.

—Hay que hacerlo rápido antes de que venga Blake o el mismo H -J se acercó a la computadora más cercana que tenían, la de la recepción- ¿Saben si ayer estaba así?

—Ayer caminaba perfectamente -dijo Gael haciendo memoria-.

—Entonces es de anoche o de la mañana -revisa las grabaciones de la noche pasada- llegó de la sede... se acerca a Toni que está dormido en el sillón... mmm parece que quiere taparlo pero se aleja...

—¿Porque se aleja? -pregunto Pamela posandose a su lado para ver-.

—No estoy muy seguro -sigue a Horacio con las cámaras hasta la habitación- se ve molesto -hace un sonido de sorpresa, si no tuviera la máscara verían su expresión de asombro-.

—No puede ser... -estaba incrédula y mira a sus compañeros- se lo hizo el mismo.

Todos miraron las imágenes, J reprodujo toda la escena desde que su jefe llegó a su casa hasta que Toni llegó a auxiliarlo, todos intercambiaron miradas.

—Se siente culpable -dijo Alanna-.

—¿Deberiamos hacer algo? -pregunto Gael-.

—Ni siquiera deberíamos saber esto -hablo Axel y suspiro con cierto cansancio mental- hagamos como si nada, ya está arrepentido de sus actos, lo cual es bueno, pero el resto ya depende de Toni.

—¿Crees que lo perdone? -pregunto Parker haciendo una mueca de duda-.

—No lo creo -se cruza de brazos- ni a nosotros, después de todo somos cómplices en esto.

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Pollitos chismosos 🐤🐤🐤🐤🐤🐤

¿Toni aceptará la propuesta de Horacio?

¿Cuales serán las consecuencias futuras?