La guía de un bebé dragón para seducir a tu Huli Jing [WangXian]

CAPÍTULO 8: La primera despedida de un bebé dragón

Cuando Lan Zhan aparece para su lección de guqin a la mañana siguiente con grandes círculos oscuros debajo de los ojos, Lan Huan está fuera de sí preocupado por el bienestar del dragón más joven. Wangji duerme sus diez horas cada noche sin falta, ni más ni menos; sus hábitos de sueño son aún más disciplinados que los de su hermano mayor. Él es el orgullo y la alegría de shufu cuando se trata de seguir las reglas del Clan Dragón Gusu Lan al pie de la letra, y ver a Lan Zhan encontrarse con su primera noche de insomnio a su tierna edad tiene a Lan Huan naturalmente preocupado.

Tal vez para el ojo inexperto, nada se ve mal con el bebé dragón. Sin embargo, Lan Huan ha pasado todas las mañanas con Lan Zhan desde que nació el niño, y conoce al pequeño Wangji como la palma de su mano. Cuando Lan Zhan se sienta contra la colchoneta justo delante del guqin, sus hombros se desploman ligeramente hacia un lado, sin la energía o el vigor para mantener la postura perfecta que suele tener durante sus lecciones con su hermano mayor. La cinta blanca de Gusu Lan asegurada alrededor de su frente, desviada en su posición habitual por solo un centímetro. La túnica que tiene puesta Lan Zhan, atada al azar y ligeramente arrugada en los dobladillos.

Como un globo que ha sido empujado para reventar, Lan Zhan se desinfla justo delante de su hermano mayor, perdiendo todo el entusiasmo por la vida.

Oh querido.

—¿Wangji?—pregunta Lan Huan, dejando el guqin a un lado por un momento.—¿Qué está mal? ¿Por qué no pudiste dormir bien?—

Lan Zhan mira fijamente la alfombra en la que está sentado, con ojos vidriosos y vacíos.—Estoy bien, hermano...—

Solo hay una cosa, o persona, que puede causar estragos en el estado de ánimo de Wangji de esta manera.

No me digas... Lan Huan suspira, devanándose los sesos para volver sobre los eventos de ayer con Wei Wuxian. ¿No estaba Lan Zhan encantada de que el zorro lo hubiera metido en la cama? ¿No había hecho bien Lan Huan al persuadir al huli jing para que lo hiciera? ¿Qué podría haber cambiado entre entonces y ahora? ¿Lan Zhan y Wei Wuxian de alguna manera tuvieron una conversación de la que Lan Huan no estaba al tanto, que había destrozado por completo al joven dragón?

Pero, ¿qué podría haber dicho Wei Wuxian para resultar en tal cosa? El espíritu zorro, aunque demasiado confiado y de corazón puro para su edad, siempre tuvo en cuenta los mejores intereses de Wangji y siempre trataría con ligereza los temas delicados con Wangji cerca. No había forma de que hubiera dicho o hecho algo a propósito con la intención de lastimar al dragón. Esa fue una de las razones principales por las que Lan Huan se sintió cómodo dejando a Wangji a su cuidado la mayor parte del día.

A menos que... ¿Podría esto tener que ver con una preocupación anterior que aún no se había abordado por completo con el espíritu del zorro?

—Sabes que puedes acudir a tu hermano mayor para cualquier cosa—, suspira Lan Huan.—Wangji, ¿desde cuándo le guardas secretos a tu Da-ge?—

Lan Zhan golpea con los puños la capa exterior de su túnica blanca Gusu Lan, los dedos apretando con fuerza el grueso material de algodón. Parece que la insistencia de su hermano ha tenido éxito. —Hermano, sobre lo que dijo shufu con respecto a las colas de Wei Ying...—

¿Vaya? Lan Huan piensa. No había esperado que Lan Zhan estuviera escuchando su conversación tan de cerca.—Sí, Shufu le preguntó a Wei Wuxian sobre tal cosa. Pero, ¿por qué te preocupa esto, Wangji?—

Lan Zhan toma una respiración larga, lenta y profunda.—Le pregunté a Wei Ying al respecto antes de acostarme... Dijo que solían ser blancos.—