La guía de un bebé dragón para seducir a tu Huli Jing [WangXian]

CAPÍTULO 19: El mejor y el peor día de la vida de Hanguang-Jun

Así de simple, Wei Ying se dispone a casarse con el venerable Hanguang-Jun, Segundo Heredero del Clan del Dragón de Gusu Lan.

Hay una aguda sensación de déjà vu, casi como si ya hubiera hecho esto antes. Como si hubiera hecho una promesa similar a Hanguang-Jun, sólo para nunca cumplirla. Pero es ridículo pensar que podría haber estado previamente comprometido al príncipe dragón, cuando acaban de conocerse. ¿Quizá Wei Ying había conocido a Hanguang-Jun en un sueño hace mucho tiempo, en una escena de amantes cruzados, como en las novelas románticas que Jiang Yanli solía leerle cuando eran niños?

De acuerdo, puede que la actitud de Wei Ying ante esta situación fuera más que desconcertante. Para él, aceptar un acuerdo tan improvisado con facilidad era algo completamente fuera de su carácter, y algo que no habría hecho antes de la Guerra de la Gran Secta. Pero después de haber pasado por las devastadoras brutalidades de muchas batallas y conflictos, Wei Ying no cree que pueda volver a sufrir algo así, y mucho menos hacer pasar por ello a su propia familia. Si llegar a tener un poder tan formidable significaba que los Yunmeng Jiang podrían sufrir una nueva derrota, entonces Wei Ying aceptaría encantado la alternativa más fácil: ¡casarse con un apuesto príncipe dragón y permanecer obedientemente dentro de su clan, por muy arrogante y prepotente que fuera dicho dragón!

Además, Wei Ying está bastante seguro de que algo traumático le ocurrió mientras dormía. Jura que sólo ha dormido una noche y, sin embargo, desde que se despertó de la sala ancestral Jiang, su cabeza ha estado doliendo de manera intensa. ¿Tuvo una conmoción cerebral? ¿Por qué le dolía todo? ¿Alguien le dio un puñetazo en la cara cuando estaba desprevenido? ¿Podría haber sido el propio Jiang Cheng, buscando desquitar su ira con él?

Fuera lo que fuera, el martilleo incesante de su cabeza estaba influyendo en Wei Ying para que tomara decisiones que, si bien podían ser muy impulsivas, ya no serían algo por lo que Wei Ying pasaría las noches agonizando, o incluso lamentando. Sabe muy bien lo que quiere; y eso es dar prioridad a la seguridad y la felicidad de su hermano y su hermana, ante todo.

No cabe duda de que el dragón al que ha sido prometido es bastante agradable a la vista y tiene un carácter más que amable y dulce con él. Las pocas veces que se ha mostrado obstinado, ha sido sólo para llevarse a Wei Ying con él de vuelta a los Recesos de las Nubes para protegerlo de cualquier daño. Por alguna razón, el príncipe dragón siempre parece saber mucho más de lo que aparenta; ¿por qué su mirada hacia Wei Ying siempre parece tan pensativa y desolada? ¿Podría ser que Hanguang-Jun sólo estuviera preocupado por él en aquel bosque?

Sea lo que fuera, la decisión está tomada y los esponsales ya es definitivo. Ahora que Wei Ying está oficialmente bajo la tutela y el cuidado de Hanguang-Jun, disponen que ambos compartan la misma habitación, aunque aún no estén legítimamente casados. No se arriesgarán a que Wei Ying duerma separado del único dragón inmune a sus poderes, por lo que informan a los sirvientes de que coloquen otra cama en la habitación de Hanguang-Jun para alojar al zorro por el momento.

A Hanguang-Jun no le había hecho mucha gracia con la idea de dormir por separado, pero su hermano mayor trató de apaciguarlo.

—No tiene por qué ser un acuerdo permanente—había asegurado Lan Huan.—Después del matrimonio, los dos podran decidir si la cama extra es necesaria—

Wei Ying se pregunta por qué no lo será. ¡Claro que es necesario! No conoce al hombre, aunque vaya a ser su marido. ¿O es que Hanguang-Jun ya espera que el zorro intime con él como lo haría una pareja casada? ¡Porque Wei Ying tendrá unas palabras bastante severas con él si alberga tan crudas expectativas!

Tras concluir la reunión de horas con los dragones, Lan Huan los despide y les dice que no se preocupen por los detalles de la boda y que él se encargará de todo por ellos. Teniendo en cuenta la delicada constitución actual de Wei Ying, aconseja a Hanguang-Jun que se lleve a Wei Ying a sus aposentos y descanse un poco para el gran día que se avecina.