Roseanne acomoda la estresante corbata en su cuello, frustrada de la misma y lo único que quiere es quitársela y mandarla a volar.
Estaría más contenta con sus propios atuendos, pero según parecía, ese es más decente que toda su ropa junta.
—Esto es incómodo... —se queja en un murmullo, acabado por desabrochar un poco más el nudo en la corbata.
No se ve mal, y es genial porque ahora puede respirar normal. Esa cosa la estaba ahogando.
Mira de izquierda a derecha en el bonito vecindario donde vive Jennie, que en sí es parecido al suyo y no se impresiona de sobremanera como si viviese en otra ciudad.
Las plantitas que están a la entrada son adorables a su parecer, se puede quedar mirándolas antes que entrar a su propia muerte, pero no es algo que deba de hacer. Una de las cosas que Jennie le dijo que fuera, era ser puntual y Roseanne lo es cotidianamente. No sabe porque en ese instante desea retrasarse.
—Recuerda... Crees en Dios, no has tocado a Jennie, postura derecha, la joyería en la cara es por herencia, detestas los videojuegos y esas cosas, lees muchísimos libros y quieres ser abogada. Genial, Roseanne. Eres genial.
Suelta un poco de aire para calmarse y por fin toca el timbre de la entrada.
Ding Ding Dong.
Oh mierda, es peor de lo que imaginó en la mañana.
Carraspea para comprobar su voz, lleva su mano hasta su boca y comprueba su aliento que tiene aroma a menta y acomoda su cabello por centésima vez.
Luego de unos segundos se siente como alguien se acerca a abrir y Roseanne tensa todo músculo en su cuerpo.
El rostro adorable de una chica con dos lunares en el rostro la colocan alerta y fuerza una sonrisa torpe para no parecer que es oficial de policía o realmente una abogada.
—Hol...
—Los testigos de Jehová no son bienvenidos en esta casa, ¿Cuántas veces más tendré que repetirlo? Maldita sea.
—¿Testigos de qué...?
Pero en el momento que se da cuenta que le cerrarán la puerta en la cara sin sutileza alguna ni preguntar por quién es realmente, lo evita colocando su mano dentro.
—¡Espera!
—Que no queremos nada de ustedes, por favor —la chica de dos lunares y mechas rubias abre más la puerta.
Roseanne acomoda el pequeño mechón de cabello sobre su frente.
—Yo no soy un testigo de... Eso, no sé pronunciarlo perfectamente —confiesa— Soy Roseanne.
—¿Roseanne? —la muchacha mira de pies a cabeza a la más alta.
Admira su inocente rostro que a su vez parecer ser frío y cortante, su perfecto traje bien acomodado, una tonalidad roja en sus labios conforma triangular y una leve sonrisa que hace sus mejillas sonrosadas más adorables.
Es ahí donde sonríe ladinamente coqueta.
—¿Sé te perdió algo? —murmura en un tono coqueto, provocativo, inclusive se muerde el labio inferior y Roseanne tira un poco del cuello de su camisa bastante nerviosa.
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𝑹𝒖𝒅𝒆 - 𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒏𝒊𝒆
FanfictionEn dónde Jisoo no aprueba a Park Roseanne como novia de su pequeña e inocente hija, Jennie. (^・ェ・^) ⬴ Fluff, soft, humor. ⬴Adaptación autorizada ⬴Historial original escrita por @wonievoice, todos los derechos por escribirla. ⬴Ship Original: lipsoul