𝙼𝚒 𝚑𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗𝚊𝚜𝚝𝚛𝚊 ~ 𝓣𝓮𝓷𝓰𝓮𝓷 𝓤𝔃𝓾𝓲

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Sabía que haberse despedido de sus amigos no sería fácil, dejar lo que más le gustaba había sido tan difícil que estuvo por cambiar de opinión, todo porque sus amigos estuvieron llorando y pidiendo que no se fuera, Raúl estuvo atrás de ella todo el día pidiéndole que no se fuera y que se quedará con él; la idea no estaba tan mal, pudo haberse quedado con él y ser feliz al lado del chico que le gusta, pero al pensarlo mejor, ¿Qué hubiera pasado con ella si un día ellos dos terminan con su relación?, ¿A dónde se supone que debía de ir?, Está claro que debía de irse de ahí

Pero si él pensaba que estarían juntos toda la vida entonces si podría quedarse, más nada le asegura que podrían estar juntos toda la vida, por eso no quiso arriesgarse a pesar de ser el chico que le gustaba, sólo se llevaría consigo el lindo recuerdo de aquel día al lado de él, y el beso que le dió como despedida, quería aferrarse a él y no soltarlo, quería sentirlo más cerca de ella antes de decir adiós definitivamente, y esa mañana al ir al aeropuerto lo encontró esperándola con un oso de peluche y una rosa, le aseguro que cuando vuelva él seguiría amandola y esperaría el tiempo que fuera necesario para poder estar a su lado

Su madre al ver aquello le dijo que debía de quedarse para que pudiera estar con Raúl, pero ¿Cómo podría quedarse dejándola a ella sola?, No, no podía quedarse por más que amara a Raúl no podía hacerlo, por lo que sólo negó con la cabeza diciendo que también esperaría a que volviera para poder estar con él, y antes de que subiera al avión, Raúl le dió un gran beso que por poco y termina convenciendo a la pelirroja de quedarse con él, pero al separarse sólo se despidió y corrió con sus cosas hasta donde estaba su madre

No estaba muy segura si él pudiera esperarla como se lo había dicho, tampoco que ella pudiera amarlo durante todo el tiempo que estuviera en Japón, pero si ese cariño que se tienen nunca termina entonces si se irá con él. Miró el pequeño osito que le había dado el cual tenía en sus manitas un corazón que decía “Te amo”, sonrió mirando aquel osito deseando que su madre nunca se hubiera enamorado de alguien para no tener que irse, pero también sabía que su madre no tenía la culpa por no quedarse con Raúl en Londres, era de ella por tener miedo a que después su relación no funcione

Después de todo se mantendría en contacto con él, si después ambos ya no están interesados en el otro simplemente ya no tendrán que mandarse mensajes y seguirán con sus vidas. Soltó un suspiro cerrando sus ojos dispuesta a dormir en lo que llegaban a Japón, pensando en cómo sería su vida allá con el prometido de su madre y su hijo, porque esa mañana le había dicho que su prometido tenía un hijo, más no le dijo su edad y ella tenía en mente que sería un niño de unos 10 años, ¿Tendría que cuidar de él?, Al parecer sí, quizás esa sea la otra razón del porque se va con su madre

Para que ella y su prometido puedan disfrutar de su matrimonio en lo que ella cuida del pequeño, pues tampoco hubiera sido lindo llevarse al pequeño a la luna de miel y que quedará traumado por lo que su padre y su madre estuvieran haciendo, mejor que lo dejen a su cuidado para evitar traumas, así el pequeño podrá disfrutar de su niñez y cuando tenga más edad ya podrá saber todo acerca de las relaciones sexuales, más nunca se detuvo a pensar que posiblemente ese hijo del prometido de su madre tuviera su misma edad, aunque eso no le importaba mucho, la edad que tuviera estaría bien con tal de que no la molestara

No sabía cómo sería su relación con su hermanastro, esperaba que no fuera mala como algunas, tampoco quería traerle problemas a su madre y a Augustus por no llevarse bien con el pequeño.