𝙼𝚒 𝚑𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗𝚊𝚜𝚝𝚛𝚊 ~ 𝓣𝓮𝓷𝓰𝓮𝓷 𝓤𝔃𝓾𝓲

⋆⛧*┈┈﹤୨🌺 Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 23 🌺୧﹥ ┈┈*⛧⋆

≫ ─── ≪•◦🌹 𝙼𝚒 𝚑𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗𝚊𝚜𝚝𝚛𝚊 🌹◦•≫ ─── ≪

Salió del aeropuerto después de haber tomado sus maletas, finalmente había llegado a Japón como lo había dicho, al fin vería a la pelirroja y podría estar a su lado sin nada ni nadie que lo impidiera. Pidió un taxi y se dirigió a un hotel donde se quedaría hasta que pudiera conseguir una casa pues estaba pensando en quedarse en Japón sólo por la pelirroja y cuando puedan casarse entonces decidieran si volver Londres o quedarse en Japón; le hacía mucha ilusión quedarse con la pelirroja en una casa casados y con niños, algo que sin duda no dudara en realizar

Cuando llegó al hotel pago el taxi y bajo de este, bajo sus maletas de la cajuela y se lo agradeció al taxista que sólo asintió con la cabeza, se adentro al hotel y pidió una habitación, la recepcionista le dió la habitación junto a un papelito que contenía su número de teléfono, Raúl sonrió y se dirigió hasta su departamento tirando el papelito a un bote de basura cercano, saco su celular y le mando un mensaje a la pelirroja preguntándole el que estaba haciendo, está tardó en responderle pero le dijo que había estado preparando de comer

Aquello lo hizo sonreír imaginándose cómo sería llegar a la casa y que ella esté en la cocina preparándole algo de comer y unos pequeños niños corriendo a él llamándolo papá, vaya que ya estaba soñando demasiado y aunque estaba seguro de que llegara a casarse con ella no podía sentirse un poco intranquilo con aquello, no sabía la razón del porque tenía un mal presentimiento, ella no sería capaz de dejarlo o engañarlo, ¿Verdad?. Sacando esos pensamientos de su cabeza dejó sus maletas en la entrada del departamento para ir a buscar a la pelirroja

Nuevamente tomó su celular preguntándole dónde vivía, la pelirroja se extraño por ese mensaje y llegó a pensar que quizás a Raúl le robaron el celular y otro tipo estaba intentando saber lo que está haciendo y su dirección para hacerle daño, por lo que sin pensarlo dos veces le marco para asegurarse que él fuera Raúl, este no tardó en responderle y alegre la saludo, la pelirroja soltó un suspiro de alivio que extraño al pelinegro

—¿Todo bien? —preguntó él

—Es que pensé que te habían robado el celular porque me estabas preguntando mi reacción

—Sólo quiero saber dónde vives para ir a verte, cuando vaya claro —rió nervioso

—Bueno, te mando la dirección por mensaje ¿Vale?

—Esta bien amor, te amo

—También... Yo

La pelirroja más calmada le mando la dirección y siguió haciendo las compras lo más rápido que podía pues tampoco quería tardar mucho porque Uzui le había dicho que no tardará porque se sentía solo en la casa y porque la extrañaría mucho y claro ella también lo extrañaba por lo que cuando terminó de hacer las compras se dirigió rápido a la casa, la sonrisa que antes llevaba en sus labios fue borrada al ver a su novio parado en la puerta de su casa de brazos cruzados mirando a Uzui con molestia

Se acercó rápido a ellos para que no hicieran nada, Raúl la miro con decepción no pensó que ella fuera capaz de engañarlo, jamás pensó que ella pudiera estar con los dos al mismo tiempo y que haya tenido relaciones con él, se sentía tan deprimido y decepcionado de la chica que algún día llegó a amar tanto como para pensar en casarse con él y tener hijos que cuidaría con ella y amarlos siempre, ahora sólo podía ver ante él a una chica cualquiera que deseo no haber conocido nunca

—Nunca pensé esto de tí —le dijo con la voz entrecortada —Yo realmente te amo y realmente pensé que podríamos estar juntos para siempre, viaje hasta acá para que pudiéramos estar juntos y me encuentro con que tenías un amante

—No, él es mi hermanastro

—Él no me dijo lo mismo, me contó las veces que te acostaste con él aún estando conmigo, ahora entiendo porque respondías tarde mis mensajes y siempre me decías lo mismo, sabes que, ya no te creo nada, lo nuestro se acabó

—No Raúl, por favor déjame explicarte todo

—¡No quiero oírte!, Vete con tu amante que te haga más feliz que yo, olvídame

—Ya lo hizo —dijo Uzui con una sonrisa burlona —Desde el primer momento en que se acostó conmigo

Raúl miró molesto a Uzui más no se atrevió a golpearlo porque no era de esa clase de chicos que se dejan llevar por los golpes, sólo le dedicó una última mirada a la pelirroja y negando con la cabeza se dió la vuelta para irse dejando que las lágrimas salieran sin control.