Capítulo 21

20 4 3
                                    

Siento el cuerpo caliente y la respiración acelerada, ver el cuerpo mojado de Inuyasha es un estímulo fascinante. Las gotas callendo desde su cuello a su clavícula me tienta a querer lamerle su firme torso. El es todo un adonis. Pensar que anoche hemos vuelto a dormir juntos y abrazados, hace a mi corazón dar un vuelco de felicidad. Cuando éramos novios soñe muchas veces con despertar a su lado, verlo dormir con una expresión de tranquilidad absoluta. Quería despertar con el siempre. Siento mi vientre contraerse en un estallido de sensaciones placenteras ante el recuerdo de esta mañana. Su mano envolviendo mi pecho, apretandolo con un poco de fuerza robandome un pequeño gemido de placer. Nunca me habia sentido asi, bueno no, hasta que Inuyasha reapareció. A excepción de esa vez con Bankotsu, Sango me convenció de que fue el alcohol. Pero para ser honesta yo estaba pensado más en mi posible reencuentro con Inuyasha, supongo fue por el y no por Bankotsu.

.- ¿No vas a entrar?.- Señala la piscina y me saca de mis sucios pensamientos.

.- Toque el agua con los pies y esta algo fria.- Comento despacio sin atreverme a verlo a los ojos. Siento la cara caliente.

.- Porque estas tan sonrojada Kagome, ¿Acaso te gusta lo que vez?.- Dice con burla formando una sonrisa perfecta en sus labios. Que juguetón es.

.- Como no podría gustarme, el cielo se ve hermoso.- Si el cree que solo el puede jugar así, que equivocado está.

.- Yo me refería a mi, no al cielo.- Su decepción es perceptible, el quería que lo halagara.

.- Tu también me gustas.- Susurro, agachando la mirada.

.- Entonces mírame a mi.- Me pide levantando mi rostro con su mano en mi mentón.

.- Es justo lo que hago.- Musito. Sin apartar la mirada de sus orbes dorados.

.- No dejes de hacerlo nunca por favor, tu mirada me mantiene en una estabilidad que yo mismo desconocía. - Confiesa, dejándome perpleja. Me besa. Sus labios son un exquisito deleite carnal que jamás quiero dejar de sentir. Una de sus manos me tiene sujeta de la cintura, mientras que con la otra me sostiene el mentón para profundizar el beso. Siento mi cabeza en blanco, estoy nublada, cegada de deseo. Yo deseo a Inuyasha. No hago más que sentir sus labios sobre los míos. El vacío me invade cuando lo siento desviarse de mis labios hasta el lóbulo de mi oído. Lo muerde con tanta sensualidad que siento la vibración de mi cuerpo intensificarse. El sigue repartiendo besos por todo mi cuello hasta que llega a mi clavícula, muerde sin hacerme daño y desciende hasta topar con el borde de mi traje de baño.

.- Me vuelves completamente loco Kagome. - Confiesa sin dejar de besar el borde de mi seno que se encuentra cubierto por el traje de baño.- Dime que pare o perdere el control y no pararé hasta no hacerte mía, aquí y ahora.- Dice en un hilo de voz. Su voz es más un gruñido, algo que en vez de calmarme, me enciende todavía más.

.- Yo quisiera que lo hicieras.- Le digo sin poder evitarlo, pero es que no puedo más con estas sensaciones. El palpitar de mi zona íntima es molesto, me pide más. Los senos también me duelen, exigen el toque de sus manos. La atención de sus labios vuelve a los míos, los ataca sin piedad en un beso envuelto en total lujuria. Los jadeos de mi boca son silenciados por el. Me muerde el labio con mucho fervor, abro despacio los labios y el invade mi cavidad bocal con su lengua que no para de explorar me hasta no allár mi lengua y comenzar una danza exquisita. Mi cuerpo se inclina a su merced. Pierdo el equilibrio y resvalo al agua fría, sin tener de que sostenerme lo jalo conmigo hasta el fondo.

.- Bonita forma de detenerme.- Lo escucho decir una vez que salgo a la superficie, en busca de agua para mis pulmones.

.-No tenía pensado detenerte, en realidad es una coincidencia que allá caído al agua.- Confieso y el me mira asombrado por lo dicho. El agua, ha calmado mi calentura.

Estrella fugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora