Capitulo 6

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Un rayo de sol me llega de lleno a la cara, solo me remuevo en la cama para evitar el calor que desprende el intenso sol. Esta intenso, es por todos estos días que a estado lloviendo, mejor me cubro con mi fresca sabana. ¡Que diferencia!, ahora si a seguir durmiendo. Tardo unos segundos en darme cuenta que.
¡Espera que! ¡¿Dije sabana?!, hecho un pequeño vistazo a mi entorno y es mi habitación ¡¿Como llegue a mi habitación?!. Me siento de inmediato al encontrarme en mi suave cama. Pero no recuerdo salir del estudio. Tan rápido como lo pienso llega a mi mente que, anoche un hombre me cargo hasta aquí. ¡Un hombre!. Tal vez fue Koga y yo aquí haciendo me una tormenta en un vaso.
Bajaré y le preguntaré a Kaede si ella sabe como llegue a mi cuarto. Salgo y bajo las escaleras, algo huele riquísimo. Embriagada por el aroma me introduzco a la cocina, pero Kaede no está cocinando, solo esta la mesa acomodada con todo servido y unos tulipanes blancos. Huelen fantástico.

.-¡Tan siquiera pégate un baño!.

Esa voz, ¿Cuando es que volvió?.

.-¡Bankotsu!. - Brinco a sus brazos y el me recibe gustoso. Esta colonia es, fue el quien me llevó a mi cuarto.

.- ¿Cuándo llegaste?, ¿Porque no me avisaste?.- Estoy feliz y no dejo de hacerle preguntas.

.-¡Para tu camión!, vas muy deprisa. - Dice ya que no lo eh dejado contestar nada.

.- Tu cocinas te ¿cierto?.

.- En efecto. - Responde. - Espero, no te importe pero le di el día a Kaede.

Ambos nos sentamos en la mesa. Hay que ponernos al corriente, ah pasado bastante tiempo sin vernos. Mientras desayunamos la deliciosa comida que hizo Bankotsu.
A Bankotsu lo conocí en un restauran en Francia, dos años despues de mi gira, recuerdo que tenía hambre y ya no quería la desabrida comida de Koga. Sin que Sango se diera cuenta me salí del hotel donde estábamos, camine sin saber a donde iba hasta que un aroma exquisito me llamó la atención. Era un restaurante pequeño a comparación de los demás. El lugar tenía la temática de flores, era elegante y acogedor, me va gustar comer aqui, por lo visto el dueño debe ser alguien poco conocido ya que es pequeño el salón.  Y hay pocas mesas y muy pocas personas, pero el rico olor a comida recién hecha me hizo adentrarme en el salón. Me senté en una mesa cerca de una ventana, entonces el vino a atenderme, me dio la carta y espero a que me decidiera. Recuerdo averle pedido rollo de carne acompañada de pasta  y de postre una tarta de chocolate. Le comida estuvo genial, todo estuvo delicioso y no pude evitar volver a recurrir todos los días a comer mientras estuviera en Francia bueno hasta que alguien me reconoció.

.- Bienvenida señorita, la acompaño  a su mesa.

.- ¡Claro!. - Y después de ya tantos días de venir a comer aqui me entraba la curiosidad de saber su nombre. Miro su nombre bordado en su uniforme. - Bankotsu ¿cierto?

.- Así es señorita, mucho gusto. - sonríe.

.- Llámame Kagome. - Le digo dándole confianza y a la vez arriesgándo me a que me reconozca.

.- Hermoso nombre, para una hermosa señorita. ¿Que desea ordenar señorita Kagome?. - Parece ser que el no me conoce y me siento más tranquila.

.- Esta vez quiero que el chef me sorprenda.  - Le digo y el párese asombrado.

.- Entonces le prepararé algo realmente rico y digno de una hermosa mujer como usted. - Me halaga y apenas me doy cuenta que el es el chef. Que vergüenza. El camina y se adentra en una puerta y supongo es la cocina. Es un chico muy guapo, tiene el cabello largo y atado en una trenza que le llega a la cintura, por lo que puedo ver tiene un tatuaje en la frente y es de tez morena. Se carga un cuerpo. Mmm ¡Digno de un dios!. No puedo evitar sonrojarme ante tales pensamientos. Tiene tanto que no miro a un hombre de la misma manera en que la estoy haciendo con el.

Estrella fugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora