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Después de aquel recopilado de recuerdos, Beomgyu corre hacia el baño, pues comenzó a notar lo rojizo que sus mejillas se habían puesto

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Después de aquel recopilado de recuerdos, Beomgyu corre hacia el baño, pues comenzó a notar lo rojizo que sus mejillas se habían puesto. Refriega su rostro con fuerza, mientras el agua baja la temperatura que sentía. Todo sería mejor si no recordara nada de lo que había pasado, el hecho de que permaneció junto a Hanna hasta minutos antes de que ella despertara, el hecho de haber batallado para cambiarla con los ojos completamente cerrados, pues su estilista nunca llegó. Beomgyu miraba su reflejo en el espejo y recordaba cada instante de lo sucedido.



Ambos llevaban aproximadamente una hora acostados, a diferencia de Hanna, Beomgyu continuaba lucido y alerta. Trataba de mantenerse quieto, aunque si quisiera moverse la chica aferrada a él no se lo permitiría. Después de algunos minutos obligándose a sí mismo a mirar el techo, baja poco a poco la mirada hasta llegar al rostro de Hanna. Beomgyu reflejaba tristeza en sus ojos, pues Hanna era demasiado parecida a la chica que alguna vez lo amó. En ese momento, algo hace chic en su cabeza. Tal vez la razón por la que se preocupaba por ella era su simple parecido a Yunhi, un amor que al parecer aún no podía superar.

Ella amaba los pasteles de arroz... Sonreía como si su vida dependiera de ello —Beomgyu menciona con melancolía, mientras una sonrisa amarga se apoderara de su rostro— No había pensado en ella por mucho tiempo, pero ahora entiendo por qué repentinamente viene a mi mente desde que te conocí —recoge delicadamente el pelo de Hanna para tener una mejor vista de sus facciones— Te pareces a ella...

El dolor había vuelto, aquel sentimiento que apareció cuando Yunhi se alejaba de él en aquel aeropuerto sin mirar atrás, sin decir una palabra, sin darle al menos un adiós. Los ojos del chico se cristalizaban al recordarla. La chica que más amó volvía a su mente solo con recuerdos amargos de lo que alguna vez fue algo hermoso y capaz de hacerte volar por el cielo. Estar enamorado era fantástico, pero para Beomgyu aquello fue como una burbuja, hermosa, brillante, pero débil. Yunhi estaba en su mente, y obligaba al corazón a querer sentirse lleno una vez más.

Hanna tenía razón, ambos eran buenos actores. Ella fingía estar bien para no martirizar a su madre cuando pasaba los tratamientos para el cáncer, y Beomgyu guardaba aquel dolor que le generaba su primer amor bajo una sonrisa falsa.

Algunas lágrimas habían mojado el pelo de Hanna y Beomgyu rápidamente se da cuenta de ello. Limpia su rostro para dejarlo sin rastro de su llanto. Quita con cuidado la mano de Hanna de su cintura para poder alejarse un poco. Una vez sentado, suelta un suspiro pesado. Mira a su alrededor, el apartamento que tanto había evitado visitar estaba completamente igual. Hanna había sido la razón por la cual estaba allí después de un año y medio.

Cuando está decidido a levantarse, siente como unos brazos se aferran a su cintura para evitarlo. Beomgyu estaba sorprendido, pues pensaba que Hanna ya estaba dormida.

Puedo amar los pasteles de arroz —la chica menciona con una voz algo ronca por lo somnolienta— Puedo sonreír más... pero no te sientas triste por mi presencia —los ojos de Beomgyu se nublaban una vez más. Aquella chica había escuchado sus lamentos en silencio—.

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⏰ Última actualización: Jul 23, 2022 ⏰

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FAST HEART ¦ CHOI BEOMGYUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora