Después de la muerte de su madre, Hanna vuelve a Daegu Corea del Sur para encontrar a su padre biológico. En el camino de su búsqueda, conoce al famoso corredor de Fórmula Uno, Choi BeomGyu. Ambos están relacionados desde sus nacimientos y el destin...
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Ji Hyung siempre ha sido una mujer imponente, decidida y muy manipuladora. La madre de Hanna, Eun Hye, fue una de sus más cercanas amigas, pero eran demasiado diferentes como para que su amistad perdurara. Eun Hye, a diferencia de Ji Hyung, era demasiado noble en contraste con el carácter de su amiga. Esa amistad nunca funcionó bien y Park Minsu fue testigo de todo lo malo que había causado.
Minsu fue cómplice de un acto horrible y, al igual que Ji Hyung, arruinó la vida de la que alguna vez fue su gran amiga.
— ¿Lista? —Minsu vuelve al lugar donde había dejado a Hanna, pero al verla de costado no puede creer el inmenso parecido que la muchacha tenía con su difunta madre. Lo que inevitablemente era un riesgo si es que su padre la llegara a ver.— Ven te llevaré a la parte de arriba, allí es donde vivo con mi hija.
— Señora Park.. —la mujer la corta de inmediato y muestra una gran sonrisa—.
— Dime Minsu, solo Minsu. Tu madre fue gran amiga mía. Entonces, yo llegaría a ser como una tía para ti. —Hanna sonríe con algo de incomodidad, pues en general era extraño que alguien sea tan afectuoso con ella. Al final llegó a la conclusión de que se debía a que ella tenía una actitud fría y hasta el momento Park Minsu se mostraba como alguien muy cálida— Mi hija llegará en unos minutos fue a dejar una entrega no muy lejos de aquí. Te agradará mucho.
Al levantarse y tomar sus cosas Hanna deja caer aquella manta que cubría la jaula de Minzy haciendo que la señora Park se alterara un poco. Al instante, Minzy comenzó a llenar de balbuceos el local. Llevaba mucho tiempo sin hacer ruido y estaba lista para hacerle un gran escándalo a su dueña.
— Minzy shh... —un poco nerviosa Hanna trata de callar aquellas palabras el inglés que su ave aprendió. Unas palabras no muy educadas— Por favor, silencio pequeña.
— No sabía que traías una mascota contigo. —la señora Park ve de reojo manchón rosado detrás de Hanna— Bueno no creo que mi hija tenga problemas con eso.
— Tal vez la moleste un poco, no hay problema si cambió de opinión con respecto a quedarme. Será mejor ir a un hot..
— ¡No! —el grito asusta un poco a Hanna, ya que fue demasiado repentino— Perdón por eso. No te preocupes, digo, mi hija es fanática de los animales así que amará tu compañía y la de tu mascota.
— "witch"
— ¡Minzy! —Hanna vuelve a tapar con la manta la jaula de su irrespetuosa ave— Lo siento. Entonces, creo que me quedaré sin problemas. Muchas gracias, señor.. Minsu.
Hanna...
Llevaba más de veinte minutos sentada cerca del escritorio de la chica que se convertiría en mi compañera de habitación. Mentiría, si digo que no siento ansiedad. En América, llevaba meses sin cruzar palabra con nadie. Tal vez mis habilidades para socializar habían desaparecido y me acusa mucha ansiedad tener que conocer a alguien.
