Olvidada || Bela Dimitrescu

7. Tentación

Después de la cena, Bela se dirige directamente a la biblioteca donde sabe que estarás. Se da cuenta de que Daniela está muy frenética detrás de ella junto con Cassandra, quien probablemente viene a disfrutar del espectáculo.

Bela abre la puerta de golpe y escanea rápidamente la habitación para encontrarte. Ella te ve en uno de los sofás debajo de la claraboya y rápidamente vuela frente a ti. —Mascota.

—Bela, eso no es justo. Mamá dijo que puede pasar tiempo conmigo.

—Si ella no tiene tareas, lo cual no es cierto —Bela repite las palabras de su madre. Si eso es todo lo que necesitas, entonces Bela simplemente debe mantenerte ocupada—. Prepara mi baño.

Te ve fruncir el ceño, pero asientes y te giras hacia Daniela, que está haciendo un puchero. —No debería tomar mucho, Lady Daniela.

Bela aprieta los dientes, ¿eres tan firme en pasar tiempo con Daniela? ¿¡Qué tiene de especial su hermana que la prefieres!? —Te quedarás para lavarme. Luego necesito que organices algunas cosas en mi habitación.

—¡Bela, no puedes simplemente darle una tarea sin sentido para mantenerla alejada de mí!

—¡Ella es mi mascota y puedo hacer lo que quiera! —Bela gruñe y sin esperar otra respuesta, toma tu mano y te arrastra fuera de la biblioteca.

Cassandra, que ha estado disfrutando en silencio del desastre, finalmente habla con Daniela, que ahora se queda sola. —Querida Daniela, ¿quieres mi ayuda? —La más joven merece algo de consuelo en esta situación y Cassandra está más que dispuesta a ayudarla.

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Durante el camino a su habitación, Bela puede sentir que luchas por soltarte. —¡Deja de retorcerte, mascota!

—Bueno, no tienes que arrastrarme como un perro.

Bela puede cortarte la lengua por ese tipo de tono, pero si te lastima, a Daniela le dará un ataque. Más importante aún, Daniela aprovechará cualquier oportunidad para quitarte de su posesión. —Cuida tu lengua. —Aun así, no puede dejar que le faltes al respeto.

Tú, en cambio, tiras la precaución por la ventana. El comportamiento de Bela es más que estúpido y durante el último mes, Daniela ha sido tu única confidente y amiga. Estarás maldita si dejas que Bela te obligue a aislarte de nuevo. —¿Cuál es tu problema? —Finalmente logras liberar tu mano lejos de ella. Hay una huella roja de la mano de Bela y no dudas que después te saldrá un moretón.

—Mi problema es que fuiste deliberadamente en contra de mis órdenes. Te dije que te mantuvieras alejada de mis hermanas. —Bela observa cómo te frotas la muñeca y puede ver el rojo claro en tu piel. Una parte de ella se siente mal por ser demasiado ruda, pero no lo habría sido si fueras obediente. Los ojos de Bela se posan en el vendaje de tu mano y ve rojo. Agarra tu muñeca de nuevo—, ¿¡Ella hizo esto!? ¿¡Ella bebió de ti!? —sin importarte que te retuerzas de dolor.

—No, no lo hizo —de nuevo alejas tu mano de Bela—. Esta fue una lesión del invernadero, y sucedió hace una semana. —Está actuando como si le importara, y no puedes entender por qué. Durante un mes entero, ella no quiso nada contigo—. Daniela no ha sido más que amable conmigo.

—Lady Daniela —corrige Bela. No puede creer la forma en que le hablas, discutiendo con ella como si fueras su igual. ¡Ella puede enviarte al sótano por esto! —No te volveré a recordar que cuides tus modales. Sigues siendo mi mascota y puedo deshacerme de ti.