Olvidada || Bela Dimitrescu

12. Para siempre

Hoy fue otro día tranquilo en el castillo. Al menos, para ti. El resto de los ocupantes del castillo no tienen el lujo ni la seguridad que te otorgan las hijas y su madre. Aunque, te das cuenta de que las criadas duran más hoy en día, y Cassandra rara vez arrastra a una criada desprevenida al sótano a menos que se lo merezca. Cassandra parece estar ocupada enseñando herrería a Tuyen. Ella te habló de su vida pasada.

—Yo solía ser la herrera del pueblo, que accidentalmente cortejó a Lady Cassandra.

—¿Qué? ¿Cómo cortejas accidentalmente a alguien? —Eso es una locura, pero era muy parecido a Tuyen. De alguna manera, la imagen era tan apropiada. Un cortejo accidental que derivó en algo más.

—Bueno, no lo estaba haciendo, pero Alcina pensó que lo estaba porque le presté más atención a Cassandra.

—¡Ella le enviaba armas artesanales a Cassandra todas las semanas! —Daniela intervino de repente desde tu regazo. Estaba usando tus piernas como almohada mientras se acostaba en el gran sofá del vestíbulo.

—No fue todas las semanas... creo...

—Incluso hizo una hoz personalizada para Cassandra —Daniela agitó su hoz frente a ti—. Bela y yo tuvimos que sobornarla para que dejara que Tuyen nos hiciera una hoz. Al final, mamá tenía razón porque pidió cortejar a Cassie.

—Sí... Habría muerto ese día si Cassandra no hubiera sido firme en protegerme.

—Oh no, creo que hubieras estado bien —Daniela se sentó y gateó sobre ti para llegar a Tuyen que estaba sentada a tu lado. Se acomodó en el regazo de Tuyen, sentándose de costado con las piernas apoyadas en tu regazo—. Pero realmente te pusiste en peligro cuando mamá te atrapó con tu lengua profundamente en la boca de Cassie.

—No jodas —preguntaste con incredulidad. La risa tímida de Tuyen te confirmó que Lady Dimitrescu la atrapó mientras se besaba con Cassandra.

—Ese fue el día más aterrador de mi vida —Tuyen se rió nerviosamente—. Alcina ya me odiaba, y luego me atrapó entrando en la tercera base con su hija.

—No sé cómo te las arreglaste para durar mucho tiempo en el castillo.

Daniela preguntó en voz baja: —¿Qué es una tercera base? —Se lo explicaste brevemente, pero te detuviste cuando Tuyen volvió a hablar.

—Bueno, no lo hice.

Notaste que Daniela abrazó fuertemente a Tuyen. Esperaste a que Tuyen continuara. Bela te había dicho que Tuyen murió a causa de algunos aldeanos, pero asumiste que vivió muchos años en el castillo.

—Creo que morí después de dos años.

—Un año —suministró una nueva voz, haciendo que tú y Tuyen se volvieran hacia Cassandra que se acercaba—. Muévete, Daniela. —Le dio un codazo a su hermana, quien gruñó en protesta. —Muévete, estás en mi asiento —Cassandra insistió hasta que Daniela se movió a tu regazo. Te alejaste de Tuyen y Cassandra; para que la hermana mediana tampoco tuviera que descansar sobre ti cuando recuperó su lugar en el regazo de su prometida—. Esos malditos aldeanos pagaron con sus vidas —la morena gruñó antes de agarrar la mandíbula de Tuyen para atraerla y besarla.

—Bruta —Daniela dijo en voz alta y Cassandra tomó represalias lamiendo los labios de Tuyen y luego empujando su lengua entre ellos—. ¡Estábamos teniendo un buen momento inocente, sabes! —Daniela volvió a quejarse y en ese momento le diste la espalda a la pareja, pero el sonido de los besos era fuerte.