Epílogo

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―¿Entonces... todo se terminó?... No puede ser, en serio fui lo mejor que pude para ser un novio, pero... ¿hay algo que hice mal?... Tal vez no le gustaba mis peluches. Lo extraño, pero no puedo hablar con mi ex de la nada. YeonJun, preguntale a Tae por qué terminó conmigo.

―Dios BeomGyu, deja de hacer drama.― comentó YeonJun al otro lado de la línea.― Sabes que hay veces que se corta el internet en los vagones.

―Pero ya pasó mucho tiempo... ¿y si le pasó algo?. Mejor lo voy a llamar.

Colgó la llamada con su amigo buscando entre sus contactos el número de su amor, llamándolo a penas lo vío.

―¿Amor?, ¿que pasó?, ya estoy por llegar a la parada, se fue el internet.

―Voy corriendo, si bajas no te muevas de donde estás.

Colgó y guardó su celular para tomar su chaqueta y correr a una parada de Taxi.

Hoy era el gran día, aparte del cumpleaños de Beom, le presentaría a su mamá su novio.

En 10 minutos más, llegó a la estación y le pidió al taxista que lo esperara ahí, que haría algo rápido y volvería.

Corrió dentro de la estación y cómo si esto estuviera planeado por el destino, justo bajó Tae del tren. Dejó su maleta a un lado y corrió a abrazar a si novio.

―Mi amor...― lo cargó cuando ambos cuerpo chocaron uno contra el otro por el abrazo, girando un poco con una sonrisa tonta. ―¿Estás bien?, ¿Tienes hambre?.― Cargó bien a su bebé caminando hacia el equipaje del mismo para llevarlo con él.

―Te extrañé.― comentó un Tae, escondido en el cuello de su novio llorando un poco contra el mismo.

―Ay, amor~...― al estar frente al taxi bajó al menor de ambos para secar con lentitud y delicadeza sus lágrimas acercándose al maletero junto el taxista que lo había esperado para guardar ahí el equipaje.

Al terminar, ambos subieron en la parte de atrás mientras el taxista conducía hacía la casa de Beom.

―Feliz cumpleaños, mi lindo novio.― lo abrazó el rubio, recibiendo una respuesta inmediata con los brazos del contrario en su cintura.
―Gracias, amor.― besó su mejilla alejándose un poco acariciando el cabello del más bajo.

Al llegar a la casa de Beom, ambos bajaron del auto recibiendo la maleta de Tae por el taxista agradeciendo a ambos con una sonrisa. Choi pagó e taxi y ambos entraron a su casa.

―Wah~, que lindo era el Beom chiquito.― comentó Tae con una sonrisa boba la cuál cambió cuando soltó un grito siendo provocado por el nombrado que lo cargó como costal de papas corriendo arriba.

Al llegar a la habitación el más alto bajó con lentitud a Kang sentándolo en su cama.

―Esta será tu habitación durante esta semana.― sonrió el dueño de la habitación, besando la frente del chico que se encontraba sentado.
―Que bonita~, ¿no me puedo quedar a vivir acá?.― comentó en broma acariciando las manos de su novio.

Luego de risas, besos y cosquillas, la mamá de Beom los llamó a comer y cuando ambos se sentaron a la mesa sintieron un poco de nervios, en especial Tae.

―Mamá... quiero que hablemos de algo.― sonrió un poco tomando la mano del rubio por debajo de la mesa.
―Te escucho.― comento la mujer alegre dejando de lado sus palillo para prestarle atención a su hijo sonriendo un poco.
―Bueno... hace 6 meses, estoy en una relación, y tal vez ya conozcas a ese chico...― comentó con nervioso recibiendo un pequeño apretón sobre su mano, tramitiéndole confianza.
―Oh~... ¿es con Yuna?. Pensé que le gusta YeonJun.― comentó con un poco de gracia la mayor.
―No... no es con Yuna.― en silencio levantó su mano izquierda entrelazada con la del rubio recibiendo un grito pequeño por parte de su mamá.
―Yo sabía que iban a terminar juntos.― río un poco la señora acarciando la cabeza de ambos sonriendo orgullosa.―Mi amor, a mi no me molesta con quién estés de novio, si eres feliz yo también lo soy. Ahora, Tae, mi niño, ¿por qué no pruebas la comida?.― volvió sus manos a su lugar sonriendo un poco mirando al nombrado.

Este, asintió con su cabeza, soltando con lentitud la mano de Beom para tomar los palillos y probar la comida, quedando encantado al instante.

―¡Wah!, esto está demasiado rico, señora Choi.― comentó con una sonrisa cubriendo su boca para que sin querer no se viera comida masticada.
―Yo sabía que te iba a gustar.― comentó orgullosa la mayor mirando a su hijo asintiendo con su cabeza.― Ya, no hagas esa mirada tonta, come.

Y así, comentando varias cosas con respecto al viaje de Tae, terminaron de almorzar, sorprendiendo a Beom con un pastel de cumpleaños cantando a todo pulmón el feliz cumpleaños. Ya en la tarde, llegaron a su casa sus amigos gritando cuando conocieron a Tae, contandole varias cosas de Beom.

―Ya es tarde, ¿y si se quedan a dormir chicos?.― comentó la mamá del cumpleañero moviendo a un lado uno de los controles para dejar un refresco ahí para todos.
―¡No!.― gritó Beom, pero todos lo ignoraron, incluyendo su novio (auch).
―Muchísimas gracias señora Choi, nos encantaría quedarnos.― comentó el mayor de todos riendo un poco al ver la cara de su menor.

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―De verdad queremos hacerte la noche imposible con Tae.― comentó Soobin en tono de burla.
―Tae-hyung.― comentó Huening corriendo hacia el mismo.― ¿Dormimos juntos?.― Recibió un asentimiento con la cabeza sonriendo.

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A la mañana siguiente, todos despertaron en la mañana para desayunar.

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La semana, aunque hoy terminara, había sido de lo mejor, aunque lamentablemente, no volverían a verse hasta las vacaciones, acción de gracias, navidad, año nuevo y el cumpleaños de Tae.

Suspiró con tristeza Beom, abrazando con fuerza el cuerpo de su novio.

―Beom~, debo irme, está por llegar el tren...― levantó su mirada evitando llorar.
―Te voy a extrañar. Recuerda avisarme cuando llegues, cuando estés con ChangBin y cuando estés en tu casa, ¿bien?.― comentó el mayor besando su mejilla repetidas veces.
―Sí amor, tranquilo.― se alejó un poco de abrazo besando los labios contrarios cuando el tren estaba ahí.

Ambos se besaron por última vez cuando Tae subió. Antes que las puertas se cerraran, Beom gritó.

―¡¡Kang TaeHyun, te amo!!, ¡¡Te amo!!.

Y el tren se fué, alejando a Tae de su alma gemela con lágrimas en los ojos, sabían que no era un "hasta nunca", era un "hasta luego, mi amor". Se verían luego, y lo sabían bien.

‹𝕷𝖎𝖐𝖊› →тαєgуυ←Donde viven las historias. Descúbrelo ahora