𝐑𝐀𝐈𝐍 𝐓𝐇𝐄𝐑𝐀𝐏𝐘 - 𝐒𝐡𝐢𝐠𝐚𝐫𝐚𝐤𝐢 𝐓𝐨𝐦𝐮𝐫𝐚

10.

𝐑𝐀𝐈𝐍 𝐓𝐇𝐄𝐑𝐀𝐏𝐘
♡: ʸ ᵃ ᵗ ˢ ᵘ ᵐ ⁱ ʳ ᵒ _ ᶜ ʰ ᵃ ⁿ

ᴅᴇꜱᴘᴇᴅɪᴅᴀ

  Me encontraba en una habitación oscura y humeda, era muy tarde y realmente estaba cansado. El silenció invadía esa habitación. Había recibido algo peor que diez apuñaladas. Sentía como mi mente se nublaba y un ruido ensordecedor se había presente en mi oído. Mi respiración se alteraba poco a poco, mientras mis manos empezaban a rascar con rudeza mi cuello. Mire con desesperación e ira a la persona que tenia más respeto, estaba por tratar de asesinarlo, pero era en vano.

— no te pongas así, es tu culpa —me culpó, su voz era borde y severa—

— ¡claro que no tengo la culpa! ¡YO NO ELEGÍ A QUIEN AMAR! —grité con fuerza, mi garganta ardió tras eso—

— no me faltes el respeto Shigaraki, soy yo el quien te salve y ahora mismo te estoy salvando —me quedé en silencio mirándolo, quería una explicación de todo esto— tener a alguien que amar es una debilidad, un punto muy débil, ya que lo tienes que proteger y te desenfocas en las cosas más importantes. Saldrás muy herido con esa chica. Así que, antes que la asesinen o algo mucho peor, yo te doy la oportunidad de despedirte de ella. Acaba con su vida, antes que alguien más lo haga por ti—

  Tenía mucha razón, Sorashiro corría un gran peligro. Nunca debería haberme acercado a darle esa flor, solo debería apreciarla de lejos. Aun no podía aceptarlo, pero lo debía hacer.

  Tengo que asesinar a Sorashiro Amane, la única chica que me hizo feliz y que nunca me juzgo.

— si no acabas con su vida, enviaré a alguien que lo haga —amenazó All For One—

   Asentí y me marché de allí. Rápidamente fui a donde vivía Amane, quería acabar con esto rápido.
.
.
.

  Golpeé la puerta con fuerza, esperando que se despertará. A algunos minutos llegó, estaba despeinada y dormida, llevaba una camiseta de tirantes y unas bragas rosas de gatitos.

— ¿Tenko? —pronunció en un hilo de voz, claramente confundida—

— Amane, tengo algo importante que decirte ¿puedo pasar? —le pregunté, tratando de sonar tranquilo—

 

  Ella asintió, prendió la luz y fue a preparar un té negro. Yo me senté en el sillón, mi pierna no dejaba de subir y bajar, claro estaba que no quería hacer esto.
  Me dio el té y se sentó a mi lado. Antes que dijera algo, empecé a hablar. No alargaría ésto demasiado.

— Amane, seré sincero. Eres la chica más hermosa que he conocido, eres mi ángel. Eres la persona más inocente y buena que he conocido, fuiste la única persona que no me miraste raro, me trataste de una manera tan amable y tierna que literalmente me enamoré de tí. Yo te amo, te amo demasiado Amane, cada vez que te miro me pongo nervioso, cada vez que me hablas siento mariposas en mi estómago y cada vez que me tocas me siento en el paraíso. Nunca me había sentido así, hasta que llegaste tú y me hiciste más feliz que nunca. Así que, Amane, porfavor ¿me dejas ser tu hombre? te lo ruego —dije nervioso y rápido—

  Ella no dijo nada, se quedó en silencio, mirando mirando mis ojos. Empecé a tener pánico, he sido muy directo. Me abrazo fuertemente y escondió su rostro en mi cuello.

— es lo más hermoso que me han dicho, Tenko. Déjame decirte que me siento exactamente igual. Yo...te amo mucho —susurró— claro que puedes ser mi hombre, yo seré tu mujer —

  La rodeé en mis brazos, no quería dejarla ir. Suspiré ondo, procedí a explicarle todo.

— pero lamentablemente la vida no nos dejará estar juntos —dije en un tono tranquilo, ella me miró confundida— la vida suele ser muy cruel, tu lo debes saber perfectamente. Verás, yo no soy un ciudadano cualquiera, ya que yo....comentó delitos muy graves, he asesinado a muchas personas y le sirvo al villano más terrible de todos —

— ya lo se, se quien eres Shigaraki... —declaró, eso me dejó anonado—

— ya veo... —pronuncie, no sabía que decir— yo lo siento, pero mi jefe me mandó a hacer algo muy cruel—

— ¿qué cosa? —

— yo...tengo que acabar con tu vida, antes de que alguien más la acabe —mi voz se entrecortó, mis mejillas se sentían húmedas y tenia ganas de vomitar—

  Ella no dijo nada, tan solo me brindó una dulce y encantadora sonrisa, seguidamente beso mis labios.  Apreté su cuerpo contra el mío, quería que no se vaya de mi lado. No quería dejarla ir.
  El beso duro una eternidad, sus labios eran una adicción, nuestras lenguas jugaban una con la otra y mis manos recorrían sus cuerpo. Me saqué los guantes. Aún besándola y tocándola, ella se desintegrado poco a poco, cada vez quedaba menos de ella. Fue algo doloroso, mis lágrimas no cesaban, como si de una catarata se tratarse. Mi corazón se quebraba y sentía miles de apuñaladas en mi espalda.

— te amo, Tenko Shimura —susurró antes de desaparecer por completo—

  No dejo rastro alguno, solo quedaron mis recuerdos.  El sofá quedó lleno de polvo.

  Prometó ir al parque cada vez que llueva, chica de la lluvia.