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Decidí no toparme más con la sultana Mirihmah, si sucedía algo y ella me mandaba a llamar, mandaba a las demás sirvientas con la señorita Afife. En cuantó a la sultana Mahidevran, támbien decidí ignorar las veces que ella me mandaba a llamar, no quería que pensarán que por no obedecer a una obedecería a la otra.





Se acercaba fin de año en la capital y en todo el imperio, lo que significaba que pronto saldría del palacioa imperial, lo cuál me emociono mucho ya que volvería a ver a mi hermano, su familia, mi padre y a Kemal. Siempre que mencionaba su nombre, mi corazón palpitaba muy rápido, como si fuera a salirse. Pero ya no era cómo antes.




—Halime— Habló Humasha.

—Humasha ¿Sucede algo?— La mire.

—Este año ¿Volverás a irte?— Me miró confundida.

—Probablemente Humasha— Le sonreí, volteé a mi lado derecho y vi a una de las sirvientes de la sultana Hürrem, al principio me confundí un poco pero luego creí que sería para decírme que ya podía salir del palacio.

—Halime Hatun— Dijo Dilasub.

—¿Dilasub? ¿Me habla la sultana Hürrem?— Dije.

—Así es, creo que deberías ir lo más rápido posible— Agregó y se retiró.

Tenía un buen tiempo que no veía a la sultana Hürrem, era como si nunca la hubiera conocido, había olvidado muchas cosas de ella aunque viviera en el mismo palacio.

Al seguir mi camino hasta los aposentos de la sultana Hürrem mi cuerpo no reaccionaba, se controlaba el sólo lo cuál hacía que yo caminara de forma lenta y nerviosa.

—Camina rápido o la sultana me matará— Hablo Dilasub.

—Si ya entendí Dilasub— Empeze a aumentar la velocidad en mis pies volviendo a tener el control en mi misma.

Al llegar a la entrada de los aposentos de la sultana tome un gran suspiro, estaba nerviosa pero no mucho.

Dilasub tocó la puerta recibiendo la aprobación de la sultana para entrar. Al entrar mi cuerpo se congeló al estar en presencia de la sultana, nunca me pasó algo así, ni la vez que la conocí.

—¿Perdiste tu respeto ante la sultana solo por que te quitaron tu cargo?— Habló Sumbul Agha.

—No, yo..— No dije nada más y baje mi cabeza.

—Entonces que esperas ¡Inclínate!— Lo último lo dijo con su tono autoritario.

—Si Sumbul Agha— Me posicione frente a la sultana, seguí con mi cabeza baja y me incliné ante ella. —Mi sultana ¿Porque me ha llamado?—

—Este año no te irás con tu familia— Habló un poco seria, algo que me preocupo un poco.

—Pero mi sultana— Hablé con un nudo en mi garganta.

—No Halime, eso va contra las leyes del supremo Imperio, ahora eres propiedad del Imperio— Dijo un poco furiosa.

—Pero mi sultana, yo soy musulmana de nacimiento, no tengo derecho de estar aquí— Dije con mi voz entrecortada, soltando unas pequeñas lágrimas.

—¡No te he preguntado eso Halime!— Y ella ya había explotado de ira. —Ahora eres propiedad del Harem del sultán Sulëyman el magnífico, y yo como tu sultana y su esposa ¡Tienes que obedecer! ¿Entendiste?— Habló con furia en sus palabras, cómo si no le importaran los sentimientos agenos.

—Si mi sultana— Solté unas pequeñas lágrimas más, me incline y salí de los aposentos de la sultana Hürrem.

Lo único que podía hacer era llorar en silencio. Todos decían que el antiguo palacio era el palacio de las lágrimas. Por que ahí iban las sultanas y se quedavban ahí el resto de sus días. Pero el verdadero palacio de las lágrimas, era el palacio Topkapi.







Hola volvi yo la muerta😽
Espero les guste la actualización!!

603 palabras, el capituló más largo . .)

Halime HatunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora