Capítulo 3

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                                   JANAH

Después de lo que pasó anoche no me apetecía hablar, aunque él intentaba sacarme algún tema de conversación, y yo sólo estaba pensando en que ese sería mi último día en su casa.

-Llevas toda la mañana seria, estás enfadada por lo de anoche? -Casi lo dijo riéndose-

-No.

-No me mientas...

-No debías haberte puesto así.

Casi pude ver su cara de frustración.

-Claro, la mejor decisión sería dejar que mi novia se ponga el número de otro -Dijo con tono irónico- Sin saber ni quien es.

Seguía pensando en que anoche le perdoné y horas después hizo otra vez lo mismo de siempre, volverse completamente loco por sus celos.

-Aunque lo supieras te habrías puesto igual.

-Sabes que no puedo permitir esas faltas de respeto.

-Faltas de respeto? No sabía que me dio su número. -Mentí-

-Pues no parecías muy sorprendida al ver la nota.

Me quedé mirándolo hasta que reaccioné.

-Déjalo, no quiero pelear las últimas horas que tenemos juntos.

Nos quedamos en silencio un rato hasta que volvió a hablar.

-Janah, tenía algo que comentarte. -Se giró hacia mí con una expresión seria-

-Dime

Me daba bastante miedo el tiempo que estaba tardando en hablar de nuevo.

-Esto... Hace unas semanas sabes que salí con mis amigos. Te acuerdas?

No lo recordaba pero mentí, otra vez.

-Sí, y?

-Conocí a una chica.

Creo que sabía por donde iba la cosa, empecé a tensarme un poco.

-Y qué problema hay? -Me giré con una sonrisa falsa-

-Nos tomamos unas cuantas copas juntos y fuimos a mí casa. -Se le estaba tensando la mandíbula-

-Quién es la chica?

-Nos acostamos, Janah.

Mantuve una expresión neutra mientras que su sonrisa nerviosa se iba desvaneciendo.

-Yo... lo siento mucho, no sabía como decírtelo, el alcohol me nubló completamente, no sabía lo que hacía.

El alcohol no me parecía una excusa para llegar a hacer eso, no me quería, me di cuenta que nunca me quiso.

-Me has hecho venir para decirme esto?

-Joder, estaba hecho un lío, lo hice sin pensar y te juro que me arrepiento mucho.

Me fui corriendo a la habitación a recoger mis cosas, estaba tan enfadada que no me dio tiempo a llorar.

-Contrólate bebiendo la próxima vez.

-Janah, yo...

Cerré la puerta antes de que pudiera decirme nada y llamé a mi madre, le tendría que poner alguna excusa, se suponía que el metro lo cogía esta tarde.

-Hola cariño! Todo bien?

-Sí, pero llegaré antes a casa.

-Y eso?

Sabía que iba algo mal, me conocía demasiado bien, más de lo que me gustaría.

-Es que Richard -Sentí asco al nombrarlo- no puede llevarme esta tarde en su coche, y ya sabes, tendría que irme sola en taxi...

-Si es por eso no te preocupes, te estaré esperando, ya me contarás qué tal la comida familiar.

Oh, la comida familiar, le dije que vendría para comer con su familia, ella no sabía que las cosas iban mal y en realidad nunca había comido con todos en los tres años de relación que llevábamos.

-Claro que si, te cuelgo que tengo poca cobertura.

Le colgué antes de que pudiera decirme nada y esta vez cogí un taxi hacia el metro, tenía muchas ganas de irme de allí.

                                       ...

El contraste del aire frío, al calor que hacía al entrar empujando a la gente en el metro hizo que me diera un escalofrío.
Cuando me di cuenta de que estaba sujetada a una barra me acordé de Mason, me arrepentía mucho de no haber añadido su número, no creo que lo volviera a ver jamás.

Al salir del metro intenté ir lo más rápido posible hacía el exterior, tan rápido que no vi al señor que chocó conmigo, caí directa al suelo, como mi mochila y mi teléfono.

Mientras recogía las cosas, una voz me habló desde atrás, me resultó algo familiar y me giré.

-Cuidado Janah.

No puede ser.
¿Mason?

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