Nuestra parada

Capítulo 9

JANAH

Tenía el cuarto hasta arriba de ropa, Mason me estaba metiendo prisa y decidí ponerme unos vaqueros ajustados y un jersey fino de color negro. Seguía sin creerme lo que había pasado la noche anterior. No podía creérmelo por el simple hecho de que días atrás había estado con Richard.
No volvió a hablarme desde que me envió el último mensaje la otra mañana, sin embargo, mis padres si que le habían llamado, contándole la tristeza que tenían y preguntándole cómo podía haber hecho eso.

-Mamá me voy, no sé si dormiré aquí.

-Otra vez? Con quién?

-Con Mason, el chico del que os hablé el otro día.

-No estarás ya con otro? -Habló mi padre-

-Michael, eso no es asunto tuyo.

Mi madre le fulminó con la mirada. Y después empezó a hablar.

-Janah, es difícil para nosotros todo esto, sabes que queríamos mucho a Richi...

-No le llames así. -Le corté-

-...Richard, pero si tú eres feliz, nosotros también lo seremos, vale? Por estos dos viejos no te preocupes.

Me reí y sentí una calma dentro. Hasta que volvió a hablar.

-Además, es muy guapo.

-Cómo lo sabes?

-Tú madre se puso terca con que lo "espiáramos" desde la ventana cuando vino a recogerte. -Dijo mi padre-

Mi madre le dio un codazo y me echó una sonrisa. Yo negué con la cabeza, divertida y me fui hacia abajo después de darles un beso.
Ella me paró antes de que pudiera bajar más.

-Cariño, pregúntale si quiere venir a comer a casa, queremos conocerle.

Asentí y seguí bajando.

Llegué al portal y le vi, con una sonrisa de oreja a oreja, mirando cada parte de mi cuerpo, como si estuviera guardando esos recuerdos en un lugar seguro, para que nunca se le olvidaran.

-Pero bueno, que preciosidad veo ante mis ojos.

Me cogió de la mano y me dio una vuelta entera, para fijarse en mi culo.

Él llevaba unos vaqueros y una camisa, con los primeros botones desatados.

-Nos subimos? -Pregunté-

-Claro, sube.

-A dónde vamos?

-Es una sorpresa cariño.

Sonreí al escuchar esa palabra, se me hacía familiar porque mi madre siempre me había llamado cariño y me daba una sensación cálida.

Al subir al coche puso su lista de canciones y eligió una entre tantas. "Heat waves".
Cantó y yo me giré para verle, me echó una ojeada rápida mientras cantaba.

-Sometimes, all I think about is you.
Late nights in the middle of June.
Heat waves been faking me out.
Heat waves been faking me out.

-No me la puedes cantar porque no estamos en junio.

-Pues esperaré a que sea junio y te la cantaré, bailando, en nuestra propia casa, porqué...

Cambió la canción y empezó a cantar otra vez. Esta vez era "Sweater weather"

-Oh, she knows what I think about.
And what I think about.
One love, two mouths.
One love, one house.

Sonrió y siguió.

-No shirt, no blouse.
Just us, you find out.

Aparcó al lado de un restaurante italiano, entramos y el ambiente era tranquilo, con el fuerte olor de la pasta.

-Vuestra mesa es aquella. -Nos dijo la camarera- Queréis algo de beber?

-Yo quiero un refresco y tú Janah?

Me quedé un poco en blanco, estaba acostumbrada a que pidieran por mí sin preguntarme. Y Mason me tocó la mano, con cara de preocupación.

-Yo tomaré otro. -Dije-

-Perfecto, ahora os traigo la carta.

La camarera se marchó y Mason seguía acariciando mi mano.

-Estás bien?

-Sí, perdón, es que no estoy acostumbrada.

-A qué?

-A que hagan cosas y les importe lo que yo quiera.

Mason mostró confusión.

-No lo entiendo.

-Mi novio siempre pedía por mí en todo, supongo que sería porque se sabía muy bien mis gustos.

-Conmigo vas a elegir tú.

Nos trajeron la carta y después de un largo rato intentando decidirme, pedí pasta, igual que Mason. Estaba deliciosa. Al acabar nos fuimos a su casa y nos pusimos el pijama.

-Mason, te puedo preguntar algo?

-Dime.

-Te gustaría conocer a mis padres? Es muy pronto pero... les hace ilusión.

-A mí también me hace ilusión! Claro que iré.

Sonreí y nos fuimos a la cama, olvidando un pequeño detalle que no le había contando aún y que vería en mi casa.