The Butterfly Palace ʚĭɞ

°capítulo 08°

Yeonjun se sentía feliz de que su primer novio haya sido alguien tan lindo como beomgyu, la vida de yeonjun no era la mejor. La familia de yeonjun tenía bajos recursos y se les era difícil mantener a él y a su hermano menor, era algo que a yeonjun le preocupaba mucho, temia que su hermano pequeño viva con dificultades. Por eso, cuando está con beomgyu todos sus problemas se van, como si de magia se tratase.

15 de septiembre de 1850

—Cuándo veremos a tú novio? —Pregunto kai.

—No se, luego. —Le dio el avión yeonjun porque realmente no quería que lo conocieran aún.

—Anda, queremos conocerlo. —Rogó soobin.

—Después, él ahora está ocupado. —Respondió yeonjun.

—Y tú cómo sabes eso? —Interrogó Kai.

—Porque sí, su mamá está enferma y él se la pasa buscando la cura. —Respondió yeonjun.

—Es un genio? —Preguntó soobin.

—Es muy inteligente, sabe de plantas y le gustan las mariposas. Vi el jardín y estaba lleno de mariposas además su castillo tenía adornos de mariposas y cosas así. —Dijo yeonjun.

—Espera... ENTRASTE A SU CASTILLO?! —Preguntó kai asustado.

—Sí. Conocí a su mamá, es muy buena persona. —Dijo yeonjun con una sonrisa en su cara al recordar a la amable señora.

—Yeonjun!, estas loco?!, eso es suicidio. No vuelvas a hacer eso, no quiero que te pase nada, okey? —Dijo su hermano, kai.

—Tranquilo, el rey no estaba, todo fue tranquilo. Además, no creo que vuelva a ir. —Dijo yeonjun intentando tranquilizar a su hermano menor.

—Yeonjun... te quiero mucho y no quiero que te pase nada, por favor, cuidate porque eres mi única familia. —Dijo kai con un tono serio.

—Prometo que estaré bien. No te podrás deshacer de mi tan fácil hermanito. —Dijo yeonjun mientras tocaba la cabeza de kai.

                            ʚĭɞ

21 de septiembre de 1850

Ya habían pasado semanas desde que beomgyu se volvió novio de yeonjun, eso le hacía muy feliz. Luego le llego otra noticia que le hizo aún más feliz.

—Su madre en estos últimos días a salido mejor en los estudios. No tiene que preocuparse mucho joven Príncipe. —Dijo el doctor que siempre, cada semana iba a revisar a la mamá de beomgyu para ver si estado físico.

—Enserio?!, mamá por fin se está recuperando? —Preguntó beomgyu con entusiasmo.

—Sí. No veo nada tan grave en ella, sí sigue así tendrá más tiempo de vida. —Aseguró el doctor. —Si me disculpan, me tengo que ir. —Dijo el señor guardando todas sus cosas para poder retirarse.

—Sí, gracias doctor. —Se despidió beomgyu.

Sabía que su mamá era muy valiente y fuerte, porque siempre estaba con una sonrísa muy grande en su rostro y siempre era amable. Era amable incluso en los momentos en los que ella no se encontraba bien, en los momentos en los que apenas podía respirar. Beomgyu recuerda mucho que cuando su mamá se encontraba mal lo miraba a los ojos y le decía "estaré bien hijo, te diría que me quedare para siempre, pero eso no es del todo posible. Si un día no llegó a poder estar más para ti recuerda esto; siempre te quise mucho y si alguien siempre es recordado siempre va a estar contigo, no físicamente, no lo podrás ver, pero si estará para cuidarte en los momentos más importantes." Siempre le dijo que estaría bien, y que no le pasaba nada. Y por fin ahora se encontraba feliz, feliz de que por fin su mamá se estaba recuperando de esa fea enfermedad.

—Mamá, iré a ver a yeonjun. En un rato vuelvo, okay? —Dijo beomgyu.

—Claro hijo, con cuidado. —Respondió la señora. Y con eso beomgyu salió de la habitacion para poder dirigirse al jardín y poder encontrarse con yeonjun.

Ya era costumbre que él y yeonjun se encontrasen en el jardín de beomgyu, igual no podían verse en otro lugar. Pero no le molestaba en nada a beomgyu, era genial. Allí podían estar tranquilos, nadie los molestaba y nadie los veía. Era un lugar seguro y perfecto.

—Holaaaa. —Escucho un grito detrás de él.

—Yeonjun!! —Grito beomgyu abriendo sus brazos para abrazar a su querido novio el cual corespondio el abrazo.

—Me extrañaste? —Preguntó yeonjun mientras le daba un beso en la frente.

—Sí. Mucho. —Respondió beomgyu. —Para qué quieras que nos viéramos? —Pregunto beomgyu una vez dejaron de abrazarse.

—Aaahh, cierto. Porque quería proponerte algo. —Respondió yeonjun.

—A sí?, te escucho. —Dijo beomgyu sentándose en el césped.

—Mi hermano y su novio quieren conocerte. Pero no te puedo llevar por dos razones, la primera; no te pueden ver fuera del Castillo porque está prohibido. Y dos, la más difícil, es; que tendríamos que casarnos. —Dijo yeonjun de manera confusa.

—Okey, entiendo la número uno pero la número dos no. —Dijo beomgyu.

—Qué no entiendes? —Pregunto yeonjun.

—Por qué es difícil la número dos?, acaso no te quieres casar conmigo?— Preguntó beomgyu.

—Qué?, no, si quiero hacerlo. Pero beomgyu eres menor que yo y eso es imposible siendo yo un campesino hombre. —Respondió yeonjun.

—Técnicamente cuando cumpla 18 seré el rey, y como rey podre hacer lo que quiera, incluso casarme con quien sea. Sólo faltan 9 meses para yo ser el rey. —Dijo beomgyu

—Sugieres que nos casemos en 9 mese? —Preguntó yeonjun confundido.

—Sí. Por qué no? —Dijo beomgyu.

—Sí que estas loco. Pero aceptó tú idea. —Dijo yeonjun.

—Prefecto. —Dijo beomgyu.

—En ese caso... Príncipe beomgyu, le gustaría o más bien, me permitiría casarme con usted?, cuidar de ti como nunca nadie la ha hecho antes y mantendre mi promesa de hacerte vivir como en un cuento de hadas? —Dijo yeonjun con voz firme y tomando de las manos a beomgyu.

—Esa no era la propuesta de matrimonio que siempre imaginé tener... Pero aceptó, aceptó estar contigo toda mi vida y dejar que cuides de mi al igual que yo cuidare de ti. —Dijo beomgyu abrazandolo.

Y sí, la forma en al que se iban a comprometer fue algo rara. Pero no podían hacer mucho, y tampoco querían mucho. Con saber que ambos se querían les bastaba, claro les hacía ilusión el saber que podrían casarse. No les importaba como es que sucederia, lo importante era que sucediera.

—Planearemos decirle a mi madre. Pero no ahora, cuando este más estable para caminar. —Dijo beomgyu.

—De acuerdo. Cuando este mejor lo haremos. —Concordo yeonjun. El castaño ya sabía del estado actual de la madre de beomgyu y al igual que el pelinegro se encontraba feliz por la señora. Le hacía mucha ilusión saber que la amable señora de a poco iba mejorando.

Ellos estaban felices, sus planes parecían ir por buen camino. Y si se los preguntarás, ellos estaban seguros de que todo iría bien, ¿por qué no lo iría?, la mamá de beomgyu esta sana, que era lo más importante para ambos chicos. Y lo demás era cosa no tan relevante, no podía preocuparse por cada mosca que pasase frente suyo, pero también sabían que debían estar alertas.