Después de tantos helados

Capítulo 5

KIRAZ:

Al ver a Can y a Melisa, huí lo más lejos posible. No podía ver eso y tampoco podía creerme lo ciega que fui al creerme las palabras de Can. Todo resultó mentira y fui yo la que acabé herida, como siempre.

Cogí el coche de mi padre y me dirigí al aeropuerto, estaba decidida. Me volvía para España.

Pero no sé que pasó, mi entrada era para Grecia...Y me dí cuenta tarde.

AAAAAGH!

En el avión...

- ¡Perdón! ¿Donde estamos?
- Llegando a Grecia, quedan 30 minutos.
- ¡QUÉEEEEEEE! - me desmayé, pero todo bien, después me desperté y tomé un taxi.

El taxi me llevó al hotel y dejé mis cosas allí para salir y nadar un poco en la playa.

En ese momento, estaba tranquila, sin problemas, olvidada de todo lo que me rodeaba...
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CAN:

En cuanto Kiraz salió de esa habitación, yo corrí detrás de ella.

- ¿A dónde vas? - me preguntó Melisa.
- ¡A seguirla! ¡No me toques ni me beses más, tu y yo hemos acabado! - le dije, y a continuación, me limpié la boca.
- ¡Eres un imbécil Can! - me dijo, pero me daba igual.

Cuando llegué al aeropuerto, me la encontré sentada limpiándose las lágrimas, sabía que se iba a España. Pero no podía permitir que se fuera así como así, entonces se me ocurrió algo...

Kiraz y yo siempre tuvimos el sueño de ir a Grecia juntos, nuestra luna de miel de pequeños iba a ser ahí, aunque sea una tontería, sabría que eso le traería recuerdos...

- ¡Disculpe! ¿Ve a esa mujer sentada? Tiene pantalones blancos y la maleta es roja. - le dije a una mujer que tenía un ticket de vuelo para Grecia. Fue una gran casualidad encontrarme a alguien, pero después de 20 minutos buscando la encontré.
- Sí...¿qué pasa?
- ¡Le compro su ticket de vuelo!
- ¡No! ¿Está loco?
- ¡Porfavor! Esa mujer es el amor de mi vida, hemos discutido y se quiere ir de vuelta a su hogar, porfavor...
- Está bien, pero recuerda, hágala feliz, no la haga llorar nunca más. Así es como la pierde.
- Lo sé...
Ahora necesito que se tropiece y que cuando esté distraída le cambie el vuelo.
- ¡Vale! Sin problema, serían 500 liras...
- Aquí tiene. Me ha gustado hacer negocios con usted.
- A mí no. - dijo riéndose.

La mujer se tropezó y Kiraz fue a ayudarla, ella cambió los tickets y Kiraz aparecería en Grecia. Empezaba mi plan improvisado para recuperar a Kiraz.

Cuando se enteró de que iba para Grecia se desmayó, sabía que pasaría, pero también sabía que se despertaría.

Tomé un taxi y la seguí, me hospedé en su hotel, pero sabía que si me veía, me mataría, aún tenía que pensar en cómo acercarme...
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KIRAZ:

Al salir del mar, me encontré con Kadir, un viejo amigo.

- ¡AAAA! ¡Kadir! ¿Cómo estás? - corrí a darle un abrazo.
- ¿Kiraz? ¡HOLAAA!

Nos dimos un abrazo y después conversamos unas horas, poniéndonos al día...
Le conté lo de Can. Y me dijo que no me merecía, pero yo le quería. Por muy enfadada que estuviese.

- ¿Te apetece cenar conmigo? Arréglate y te paso a buscar a las 21:30, ¡te llevaré a un restaurante precioso!
- ¡Vale! Nos vemos a las 21:30.

Llegué al hotel y me arreglé, esperé hasta las 21:30 y después nos fuimos.

- ¡Estás preciosa! - me dijo Kadir
- ¡Gracias! ¡Tú estás genial también!

Al llegar cenamos y estuvimos charlando, bailamos, cantamos...¡Lo pasé genial! Aunque aún tenía a Can en mente...
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CAN:

Estuve paseando por las calles, hasta que escuché la voz de Kiraz, estaba cantando. Recuerdo la canción. "Kiss Me" de Sixpence None the Richer.
Esa canción era nuestra canción.
Me aproximé hasta un restaurante, estaba cantando con un hombre.

¿Quién era? ¿Kiraz ya se había olvidado de mí?

Me alejé de el restaurante, no quería ver más...
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KIRAZ:

Al acabar la canción, dije en voz baja:

"Esto va por tí, Can". Limpiándome las lágrimas en mi rostro.
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FIN DEL 5TO CAPÍTULO