Capitulo 1

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Seis meses después.

-¿Podrias dejar de ponerte sentimental por todo?- La voz de Amber me sacó de aquel lado oscuro en el que había entrado desde su partida.

-Lo siento, es que aun no entiendo que pasó...te juro que trato de olvidarme de todo pero no puedo.- La pelinegra rodó sus ojos y tomó mi mano en forma de consuelo.

-Tranquila, ya pasará.-

Asentí como si lo entendiera, aunque la vida era mas compleja que eso. Donghae no estaba y una parte de mi corazón tampoco, su partida me había hecho entender lo importante que era para mi vida.

-¡Tengo una gran idea para esta noche! después de todo es viernes ¿No?- Su sonrisa se había hecho tan grande como la del gato en alicia.

-¿Que tienes en mente, diablilla?- Suspiré tratando de seguirle el juego.

-No preguntes, te espero a las 11:30 P.M. Ponte tu mejor vestido y claro, tu mejor tanga.- Rió al tiempo que se marchaba dejándome nuevamente sola en aquel circulo vicioso de pensamientos que me atormentaban.

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11:30 P.M.

-¡Hey, pero quien es esa mamasita! - Me halagó al tiempo que tiraba de mi mano para hacerme dar una vuelta.

-Calla, hice mi mejor esfuerzo por ti así que espero embriagarme esta noche.- Amber asintió gustosa por mi respuesta, tomando mi bolso y así salimos de casa rumbo a su auto.

El rumbo al supuesto lugar no tardó más de veinte minutos, encontrandonos así frente a un bar que desde fuera parecía bastante bulloso, además de exclusivo eso lo deduje viendo las personas que hacían fila para entrar y se les negaba el paso.

-¿No pudimos haber ido a un lugar más tranquilo?- Me queje y tape mi boca con una de mis manos al ver a Amber verme con reproche.

-Vinimos a mover el culo y a que nos vean moverlo ¿Entiendes? estas soltera así que diviertete, mujer.- Su golpe en mi hombro me hizo reír un poco, tenia razón ¿Que más daba divertirme un poco?

Solo bastó una sonrisita de mi mejor amiga para que el grandote de la entrada nos dejara pasar, esa era una de las razones por las que admiraba tanto a Amber, podía lograr cualquier cosa solo con mostrar sus perfectos dientes. Luego de lo sucedido con Donghae me encerré en mi misma, en mi dolor, olvidandome por completo del mundo, del exterior...

-Hey ¿Que quieres tomar? yo quiero un coctel.- Le dijo al mesero quien igual al hombre de la entrada se dejó deslumbrar por ella.

-Yo quiero vodka, por favor.- Sonreí tanto como pude sentandome en uno de los taburetes, cruzando mis piernas lo que hacia que el vestido se levantara y algunas miradas masculinas cayeran sobre mi.

El mesero me sonrió e inmediatamente nos trajo las bebidas que habiamos pedido, a lo que no dude en darle un trago largo ante la mirada de mi mejor amiga y de algunos hombres alrededor que parecian leones hambrientos buscando carne fresca. Y fue allí, justo en aquel momento en que el volvio a interceptar mis pensamientos, inundando mi cabeza de pequeños recuerdos en los que bailabamos, bebiamos y nos divertiamos juntos, es increible como en un par de segundos puedo pasar de ser fuerte a querer romper en llanto.

-Hey, otro trago y nos vamos a bailar ¿Vale?- Asentí ante aquel comentario, bebiendo por completo mi trago y poniendome en pie, acomodando un poco mi vestido que parecia que en cualquier momento se asomaria mi tanga a saludar.

Amber tomó mi mano y juntas fuimos al centro de la pista, donde en el camino recogimos varias miradas más lo que de alguna manera me hizo sentir sensual de nuevo, al llegar comenzó a sonar "blinding Lights" del famoso The Weekend, no era muy fan de ningun cantante pero sin duda sus canciones me llevaban lejos, la canción no era tan sensual como lo hubiese esperado, pero me libero un poco de la carga, bailando a gusto con la rubia.

Solo pasaron un par de minutos hasta que un brazo rodeo mi cintura, no era delgado y tampoco era una mujer, era un alto moreno que intentaba bailar tras de mi, extrañamente y por obra del destino la canción cambio a "Go fuck yourself" de two feet y el ambiente cambió, mi mirada no pudo encontrar a mi mejor amiga y me encontraba presa en unos fuertes brazos morenos que ve a saber Dios de quien son, sin embargo le seguí el juego, mis caderas comenzaron a moverse lentamente al compas de la musica y justo cuando escuche el gemido en la canción, un ronco gruñido se paseo por mi oido "maldita sea".

"Earnet it" la perfecta canción para menearse sobre una loca serpiente masculina, reí ligeramente ante aquel estupido pensamiento, captando la atención del hombre tras de mi.

-¿De que te ries, preciosa?- Su voz era ronca, excitante...

-No.. no es nada.- Mi piel ya comenzaba a desprender sudor, debido a la unión de nuestros cuerpos y al calor que comenzaba a hacer en el lugar, justo cuando pensaba separarme de él a lo lejos visualicé una figura masculina, imponente, de traje y con la mirada fija en mi.. una mirada que conocia.

Me paralicé por un instante ¿Que carajos estaba ocurriendo? ¿Quien era aquel tatuado? ¿Y por que coño se veia exactamente igual a Donghae? ¿Era otro de mis sueños acaso? ahora si me estoy volviendo completamente loca. Intentando sentirme normal, seguí con el baile, lo mas probable era que mi cerebro de nuevo estuviese jugando sucio para hacerme recordarlo, por lo que movi con mas ansias mi trasero contra aquel bulto tras de mi, sin apartar ni un segundo mis ojos de aquel hombre .

Pasaron un par de minutos asi, en una lucha de miradas hasta que el cuerpo de una rubia se posó frente a mis ojos, Amber con una sonrisa coqueta se acercó a mi oido.

-Ya me voy ¿Te quedas?- 

Cuando negué me di media vuelta para ver al hombre tras de mi, era atractivo, su camisa dejaba notar sus brazos marcados y alguno que otro tatuaje en su brazo, este con una sonrisa me entregó un papel donde se encontraba su numero telefonico y su nombre "Leeteuk" le dedique una sonrisa de vuelta y caminé con mi mejor amiga.

No, definitivamente no me quedaria a seguir viendo fantasmas de mi pasado y a que aquel moreno me atravesara entera,  regrese a mirada hacia el... quien ahora ya no estaba, confirmando mis sospechas.

Jodida imaginación...

Jodida imaginación

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Dark LoverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora