Capitulo 2

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La verdad:

Doctor.

Los sonidos alrededor de la sala de cirugia se resumian al pitido de la maquina que indicaba que tan bien estaban los organos del paciente, por ende que tan vivo se encontraba, Lee Donghae yacia en una camilla con parte de su craneo abierto, sabia que esta cirugia no era cien por ciento efectiva y aún asi lo intentó, por él y por su novia.. a decir verdad me sorprendió que tuviese pareja, una persona como él se limitaba mucho en cuanto a las relaciones amorosas y sin embargo aqui estaba, luchando entre la vida y la muerte para dejarse practicamente asi mismo atras, luchando con un yo que para él era lo peor que le pudo haber pasado en la vida.

Ya habian transcurrido más de tres horas y aún parecia complejo ver un resultado final. Solo bastaron dos minutos para que el sonido de la maquina se acelerara pidiendo auxilio, su cuerpo comenzó a convulsionar freneticamente y por un breve instante la maquina se detuvo, el tipico sonido del "piiip" y la linea recta que indicaba la ausencia de signos vitales estaba haciendo presencia. Justo cuando tomé el desfibrilador para tratar de regresarlo este despertó, abriendo sus ojos, obviando la anestesia que se le habia puesto horas antes y con la mirada de alguien ajeno a él.

-¡Mierda, ponganle anestesia ya! tenemos que cerrar de inmediato.- Ordené.

Tal vez no era lo correcto, pero necesitaba hacer estudios antes de proceder nuevamente ¿Como pudo haber despertado de esa manera? ¿Como es posible que se haya adueñado por completo de su cuerpo?

-Doctor ¿Ahora que haremos? esta claro que no era el mismo cuando despertó.-

-Lo sé, pero por el momento debemos tenerlo vigilado.. es probable que ya no exista Lee Donghae. La maquina se detuvo, estuvo muerto un breve instante lo que podria indicar que Aiden aprovechó eso para aparecer, si es asi debemos darlo por muerto a su familia.-

-¿Muerto? pero si esta vivo..-

-No, el que esta en esa camilla no es nuestro paciente ¿Entendido?.-

Aiden:

No estaba entendiendo nada, solo desperté en un quirofano con medio cerebro abierto y un montón de ineptos viendome, ¿Que mierda habia hecho DongHae? ¿Acaso pensaba deshacerse de mi? pues pobre, que equivocado estaba. La lucha interna habia sido facil y por si en algun momento se preguntan donde esta él.. pues probablemente en el infierno.

-Aiden Lee.. asi que nos encontramos nuevamente.- El doctor entró a mi habitación con sus manos dentro de los bolsillos de su chaqueta.

-¿Decepcionado? ¿Que se siente el no haber podido deshacerse de mi, pero si de él?-Levanté mis cejas, aunque aquel simple movimiento me genero dolor.

-¿A que te refieres?-Se acercó con curiosidad.

-Tu amiguito esta muerto, asi que encargate de decirle eso a todos, no quiero que me anden confundiendo con ese mariquita.- Desvié la mirada tratando de averiguar como podria salir de esta jodida habitación.

El hombre salió de la habitación y yo sonreí en victoria, al fin podria vivir mi vida sin la interrupción de nadie, era completamente libre al menos hasta que todos se olvidaran del cabrón de Lee Donghae.

Dos días despues:

-Ya todos te dan por muerto, ya hablé con algunas personas para que falsifiquen tu cuerpo y asi su familia pueda hacer el funeral, debes salir de aqui pero no sin antes...- Se acercó a mi y antes de que pudiese reaccionar el cabrón puso una especie de maquina en mi tobillo, como la de los presos.

-¡¿Que mierda haces?! ¡Quitame eso!- Me quejé como era de esperarse.

-Te mantendré vigilado ¿Creiste que serias libre asi de facil? sé que no eres una buena persona, debo saber si lo que dijiste es realmente cierto.-

-Pues al parecer me creiste ¿Ya no lo diste por muerto? ¿Que más da si lo está o no?-

-No pienso repetir lo que dije, Aiden. Ahora vendrán las enfermeras y te ayudarán a salir sin que nadie se de cuenta, no puedes mostrarte en lugares publicos hasta que todo se calme ¿Entendido?-

Bufe sin responder a lo que este decia, ¿Se creia mi padre acaso? jodido bastardo. No tuve otra opción que hacer lo que me pedia, la enfermera me entrego una chaqueta a la cual me puse la capucha y salí con ayuda de estas por la parte trasera del hospital, donde se me entregó una tarjeta de crédito y las llaves de mi nuevo apartamento.

Ahora podría tenerlo todo, su vida ahora era la mía...

Notita: Les estaré dejando imágenes que les ayuden con la imaginación y sea mas placentero, no olviden comentar si les gusta.





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