Frustración sexual:
¿No pudo tocar dos minutos después? maldita mi suerte, con rapidez me termine de enjuagar el poco jabón que le quedaba a mi cuerpo y salí con mi toalla rodeando el mismo, viendo con frustración a mi mejor amiga o a la "arruina orgasmos" cuando esta entro al cuarto de baño me dispuse a vestirme con aquel vestido que había elegido para mi, no era lo que deseaba pero que más daba, esta noche necesitaba encontrar a alguien que me hiciera ver las estrellas si o si.
Seque mi cabello y le hice un par de ondas, así mismo aplique algo de maquillaje a mi rostro tratando de ocultar aquellas ojeras que siempre se formaban bajo mis ojos, los tacones que hacían juego con mi vestido me hacían ver poderosa, algo que al parecer hace meses no sentía y que agradecía volver a hacerlo. Amber salió del baño desnuda, importándole poco dejar charcos de agua dentro de la habitación.
-No me dejaste ni una toalla, maldita.- Ups..
-Lo siento, pero no he tenido tiempo de lavar debido a una señorita por ahí.- Ella rodó los ojos secándose con la toalla que yo había dejado sobre la cama.
-No me culpes por lo vaga que te has vuelto, eh.- Rió mientras se ponía su ropa y yo me sentaba en la orilla de la cama a verla, puesto que ya estaba lista.
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Aiden.
-Señor, Aiden. Necesitamos que esta noche haga presencia en el bar, hay algunos hombres que no quieren pagar sus cuentas y usted es el único que puede hacerlos entender.- Comentó uno de mis empleados, quien al parecer no era lo suficientemente bueno.
-Sabes perfectamente que no puedo estar allá solucionando los problemas que ustedes crean.-
-Lo sé, señor. -Bufé, necesitaba salir de estas cuatro paredes y esa era la excusa perfecta.
-Iré para allá.-
Colgué el teléfono y me dispuse a darme una ducha, claramente no iba solo por negocios, necesitaba algo de diversión ¿Que seria Aiden Lee sin eso? un traje de armani de un color que no estaba muy seguro, pero que sin duda era impecable, junto a unos zapatos igual de costosos que el traje.. que buenos gustos tenia mi querido Donghae, reí por ello al tiempo que arreglaba mi cabello y aplicaba loción en mi cuerpo, me llevé las llaves del auto y conduje hasta el bar el cual ya estaba a explotar de personas queriendo pasar.
-¿Podría dejarnos pasar? estuvimos aquí hace poco y el otro hombre nos permitió ir adentro.-Gritó una pelinegra a Carl.
-A diferencia de mi compañero, yo no me vendo por un par de tetas, señorita.-La cara de la mujer palideció, claramente ofendida por aquel comentario.
-¡¿Como se atreve?! ¿Que clase de lugar es este que trata de esa manera a sus clientes?-Grito una pelirroja, la pelirroja que tanto ansiaba tener en mi cama.
Volvía a estar allí ¿Por mi? probablemente no, pero era mi oportunidad perfecta para reivindicarme, para hacerme el príncipe azul y obtener mi cometido.
-¡Carl! ¿Que es esa manera de tratar a un par de hermosas señoritas? ¿No te han enseñado modales?- Mi mirada fue hacia ella quien parecía nuevamente pasmada de verme.
-Pero señor.. ellas no han pagado.-
-Déjalas pasar, dales un lugar VIP y pídeles disculpas por tal comentario.- La sonrisa de la pelinegra se ensancho.
-Les pido disculpas, señoritas. Por favor pasen y les enseño el lugar.- Carl entró junto a las dos chicas, quienes no dejaban de verme tratando de descifrar mi "identidad"
Habría pensado en ir con ellas y llevarlas yo mismo, pero antes tenia unos asuntos que atender con un par de idiotas, caminé hacia la barra donde se encontraba Shindong, el chico que me había llamado a pedir ayuda, a pesar de ser grande no podría matar ni a una pobre mosca.
-¿Quienes son?- Pregunté yendo al grano, aquella seria una buena noche y resolvería aquello lo mas pronto posible.
-Dos mesas a la derecha, señor.-
Asentí y caminé hacia la mesa indicada donde se encontraban dos hombres, su mesa tenia dos botellas de whiskey por la mitad y cuatro vasos, dos morenas se encontraban sentadas en sus piernas siendo asquerosamente manoseadas por ellos, me senté en una de las sillas libres y crucé mis piernas en forma de "4"
-¿Quien eres? esta es nuestra mesa.-Su aliento era la cosa más asquerosa que mis fosas nasales hayan captado.
-Quien soy... podría ser la puta parca si se me da la gana ¿Sabes por que?- Sus rostros cambiaron de repente.
-¿De que hablas?-
-No me gustan las personas que no pagan lo que consumen, me dan asco. ¿Y sabes que hago con las personas que me dan asco?- Sonreí con la típica malicia que me caracterizaba.
-¿Estas bromeando con nosotros? ¡Lárgate!-
Su grito solo hizo que me levantara rápidamente sacando una navaja de mi zapato derecho y dejando clavada la fina punta en su cuello al tiempo que le hablaba al oído y veía a las morenas irse asustadas.
-¿Cuando haz visto a la parca tener compasión de quienes ya están muertos? Saca la puta cartera ahora y paga lo que debes tu y tu amiguito o los enviare yo mismo directo al infierno.-
Como era de esperarse el hombre sacó de su cartera un fajo de billetes al igual que su compañero, con un leve empujón este cayó hacia atrás junto a su silla y tomé el dinero metiendolo en mi chaqueta, sin embargo no esperaba que al levantar la vista, ella, precisamente ella estuviese viéndome. Pasando de ser un príncipe azul a un jodido ganster.
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Dark Lover
FanfictionEsta es la segunda parte de "Dark Secret" la novela donde el drama y la tragedia habian llenado sus corazones, en esta oportunidad los protagonistas trataran de superar lo que se viene, ¿El amor lo puede todo? ¿Es posible enamorarse una segunda vez...