Esta es la segunda parte de "Dark Secret" la novela donde el drama y la tragedia habian llenado sus corazones, en esta oportunidad los protagonistas trataran de superar lo que se viene, ¿El amor lo puede todo? ¿Es posible enamorarse una segunda vez...
A la mañana siguiente mi cabeza parecía querer explotar, la resaca me estaba matando y no solo eso... su recuerdo, incluso ahora podía recordar perfectamente su rostro ¿Realmente estaba alucinando? ¿Que me tome acaso? lo extraño de todo era que este no era exactamente igual, tenia tatuajes en sus brazos y cuello, si no estoy mal recuerdo haber visto un piercing en su ceja... maldita sea se veía sensual, pero ¿Por que mi mente lo imagino de esa manera?
-¡Aghhh me mata la cabeza! ¿Seras una buena amiga y me harás el desayuno?- Comento Amber en medio de sus quejidos, revolviéndose entre las sabanas como si fuese la única que había bebido.
-Sabes que no soy tu sirvienta ¿Verdad?- Me queje sacándole la lengua.
-Lo se, pero me amas lo suficiente como para traermelo a la cama ¿Cierto?- Rodé mis ojos y me levante de la cama, no sin antes tirarle la almohada en la cabeza.
Cuando me puse en pie la habitación me dio vueltas, pero me repuse en unos segundos, caminando hacia la cocina donde saque un par de huevos, pensando que debería preparar, para despertarme un poco puse algo de musica, mi reproductor me deleito con algo de salsa, llevándome a mi tierrita Colombiana por unos breves minutos.
Prepare huevos revueltos, tostadas y café bien cargado para que lograra despertarnos, además de poner dos pastillas y un vaso con agua para tomar después.
-¡Amber! No pienso subir de nuevo esas escaleras así que baja a desayunar, hice los huevos que te gustan.
Unos cinco minutos después apareció una Amber en las escaleras que parecía mas un zombie que otra cosa, reí por aquella imagen y seguí comiendo mi tostada.
-Oye.. de casualidad ¿Viste a un tatuado...eh.. muy parecido a ya sabes quien?- Pregunte un poco avergonzada cuando esta llego a la mesa limpiándose sus lagañas.
-No.. ¿De que hablas? ¿Te hizo alucinar el trago o que? -Respondio mientras mordía su tostada.
-No.. bueno, no se. Mientras bailaba había un chico que me observaba, era como el.. pero tenia tatuajes.- Ella río.
-Seguramente ahora tienes un fetiche con los tatuajes y por eso tu cabeza lo pinto así. ¿Podrías dejar de hablar? se me explotara la cabeza.- Rodé los ojos.
¿Fetiche? si me gustaban los tatuados, pero jamas lo había imaginado de esa manera. Cuando termine mi desayuno me dirigí al cuarto de baño, donde me di una ducha calentita, lavando mi cabello y mi cuerpo que ahora se encontraba pegajoso luego de aquel caliente encuentro de baile con el moreno, quien a decir verdad era bastante sensual.
Cuando salí del baño mi teléfono sonó sobre mi cama, encendiéndose por lo que lo tome.
