Los nuevos Merodeadores y el Dios embaucador[terminada]

Capítulo 53: Las desgracias nunca vienen solas

Capítulo 53: Las desgracias nunca vienen solas

Loki y Severus aterrizaron en una calle de algún pueblo estadounidense justo al lado de Alastair, Dean y un Castiel de aspecto muy diferente. El ángel ya no tenía esa mirada de cachorrito obediente, sino que se veía mucho más confiado y se atrevía a decirlo, engreído. Claro, todavía usaba esa gabardina beige, pero con el obvio traje hecho a mano del color de la sangre recién derramada que vestía con una camisa blanca inmaculada debajo y una expresión mucho más alerta, parecía... bueno, Loki había no hay palabras que le hagan crédito. Una cosa era segura, ¿no era por el hecho de que dos demonios evidentemente extremadamente posesivos ya reclamaban al ángel para sí mismos? Sin duda intentaría coquetear con él.

"Castiel, te ves bien", dijo Loki con un guiño seductor que dicho con franqueza se veía extraño en el rostro de un niño de doce años. Sin embargo, retrocedió cuando vio la mirada de Alastair, protectora en verdad.

A su alrededor, los niños, que ya estaban disfrazados, corrían a pesar de que solo era alrededor del mediodía donde se encontraban actualmente. Las casas también estaban decoradas con decoración temática de Halloween y calabazas talladas que iluminarían todo una vez que se pusiera el sol.

Severus, después de que aterrizaron, instantáneamente miró a su alrededor y evaluó quién o qué podría ser una amenaza. Los viejos hábitos tardan en morir. Sin embargo, a primera vista, no pudo ver nada que pudiera ser una amenaza si no contaras con los niños hiperemocionados que chocan contigo.

"Entonces, Dean, Alastair, Castiel, ¿qué pasó y dónde están esos bastardos que realizaron el ritual?" Loki finalmente preguntó en voz baja y amenazadora, y aunque todos sabían que no estaba dirigida a ellos, se estremecieron.

“En los últimos dos días, dos personas fallecieron. El primero hace dos días fue un padre que comió unos dulces y terminó con navajas en la garganta y el estómago, murió por pérdida de sangre. La segunda víctima fue una chica de secundaria, —explicó Dean—. "Ella estaba en una fiesta de Halloween anoche y murió mientras se mecía una manzana. El agua no la soltó más y comenzó a hervir. Creo que puedes imaginar cómo terminó eso".

"El primero se parece a lo que sucedió en Hogwarts", reflexionó Loki y elaboró ​​​​la declaración sobre las miradas inquisitivas. "Esta noche, durante la fiesta, los niños de repente comenzaron a gritar. Algunos tenían agujas, navajas y otras cosas extremadamente peligrosas clavadas en sus gargantas. Afortunadamente pudimos curar a todos antes de que sucediera algo más grave".

"No es de extrañar que estés enojado", murmuró Dean. "De todos modos, los culpables son dos hermanos. Una bruja y un mago, como parece. Si hicieron un trato con Samhain, algún otro demonio, o son naturales, no lo sabemos. Ambos son de lo que podríamos llegar a ser extremadamente viejos... como más de 600 años. El hermano se escondió como maestro bajo el nombre de Don Harding en la escuela secundaria local, mientras que la hermana fue allí como estudiante bajo el nombre de Tracey Davis", explicó antes de recordar algo. "Ah, sí, y trataron de hacer uno o todos nosotros el tercer sacrificio".

Dean hizo girar una pequeña bolsa hexagonal que Castiel había encontrado en la pared de su habitación de motel.

"Fue hecho con la hierba supuestamente extinta Gold Thread , una moneda celta de siglos de antigüedad y el hueso del dedo carbonizado de un recién nacido", dijo Dean, arrojándole la cosa a Loki, quien la inspeccionó más de cerca.

"Esto es brujería poderosa. Severus, ¿qué piensas?"

Lo único que recogió Severus de la bolsa hexagonal fue la hierba, que sostuvo a contraluz antes de morder un poco, probarlo y escupirlo de nuevo.