Capítulo 27: Las consecuencias

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N/A: Bienvenido de nuevo. Sé que el capítulo es un poco más corto y no tan emocionante, pero lo necesito para más tarde... así que por favor sopórtalo.

2.339 palabras

Capítulo 27: Las consecuencias

Fue una hora después del caos en el gran salón. Loki y Harry estaban parados afuera de la sala de maestros esperando que llegaran a la reunión. Flitwick fue el primero en llegar, pero eso no fue una sorpresa ya que la sala común de Ravenclaw era la más cercana. El hombrecillo les abrió la puerta y les dijo que entraran y se pusieran cómodos. Harry y Loki se acercaron a uno de los sofás que estaban junto a unos cuantos sillones frente a una chimenea en la que ardía alegremente un fuego. Flitwick les ofreció algo de beber mientras él mismo se sentaba en uno de los sillones. Momentos después, cada uno de ellos tenía una taza de té frente a ellos con limones, leche y azúcar en una pequeña bandeja en el medio de la mesa.

Poco después de colocar el té frente a ellos, McGonagall junto con Sam y poco después, Sprout también llegó seguida de Snape. Sorprendentemente, Dumbledore no vino.

"Entonces, ¿qué fue todo esto?" McGonagall interrogó a los tres niños. "¿Y cómo es que puedes manejar un arma tan bien?" dijo con una mirada puntiaguda hacia Sam.

Sam pareció un poco avergonzado ante esa pregunta antes de mirar a Loki, pero el pagano solo se rió.

"Creo que debemos comenzar desde el principio, entonces todo se aclarará. Primero, ¿cuánto sabes sobre la religión cristiana?" Loki finalmente respondió.

McGonagall y Sprout parecieron un poco desconcertados al escuchar esa pregunta, mientras que la cara de Snape permaneció en blanco. Solo Flitwick parecía tener una idea de de qué se trataba la pregunta de Loki.

"Todo lo que sé es que no son tan indulgentes con la magia", respondió Sprout con una cara triste. "Muchas de las cacerías de brujas de hace siglos surgieron de la creencia de que toda brujería es inherentemente mala".

"Sí, creen que para poder ejercer la magia hay que hacer un trato con el diablo", agregó Flitwick.

"Sí", dijo Loki con un asentimiento. "Eso es en parte correcto, y es donde se complica. Primero, debes saber que las deidades de cualquier religión en la que puedas pensar son de hecho reales, sin importar si es el panteón nórdico, el hinduismo, los antiguos dioses griegos... siempre y cuando como suficientes personas creen en ellos, son reales.

"Así que también es lo mismo con las creencias cristianas. El infierno existe, el cielo existe, los ángeles existen, y sí, incluso el diablo existe. O como se le conocía antes de su caída, el arcángel Lucifer".

"¡¿Pero qué tiene que ver todo esto con lo que pasó hoy?!" Sprout lo interrumpió sin entender lo que Loki quería decirles.

"Si me dejas continuar, lo sabrás. La cuestión es que dos de los arcángeles, Lucifer y Miguel, tuvieron una pelea masiva hace unos dos milenios, más o menos antes de que se declarara que Lucifer había caído. Esta pelea se hizo tan fuera de control que estalló una guerra en el cielo, allí es donde suelen vivir los ángeles, y esta guerra fue tan mala que amenazó todo lo que existía, Michael, al final, expulsó a Lucifer del cielo, y no mucho después lo capturó en una jaula en la dimensión que se llama infierno. Selló esta jaula con 666 sellos e hizo que 66 de esos sellos tuvieran que romperse para que Lucifer pudiera salir. Sin embargo, qué sello necesita romperse no importa. el primero y el último son fijos.

"Parece que algunos demonios del infierno y, sospecho mucho, también algunos ángeles del cielo, decidieron que era hora de sacar a Lucifer y dejar que él y Michael terminaran lo que comenzaron hace tanto tiempo".

 Los nuevos Merodeadores y el Dios embaucador[terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora