Los nuevos Merodeadores y el Dios embaucador[terminada]

Capítulo 16: El ascenso y la caída de las perras demoníacas

N/A: Hola de nuevo y tan pronto que sorpresa. Sé que este capítulo es un poco sombrío, pero tiene que suceder… de lo contrario, Harry se rompería tarde o temprano y bueno, no quiero pensar en lo que sucederá entonces. Imagínese un Voldemort más cuerdo en el apogeo de su poder entrenado por Loki y la mentalidad de un malvado Lucifer. Afortunadamente, esto no va a suceder, ¡así que ahora en adelante con el nuevo capítulo! Ten cuidado, Loki está de un humor bastante vengativo.

Capítulo 16: El ascenso y la caída de las perras demoníacas

Para Loki y Sirius era el día siguiente y Loki tenía que decir que después de un largo baño y una buena noche de sueño, Sirius lucía completamente diferente. Claro, todavía estaba demasiado delgado, pero ya no estaba tan pálido y se parecía más al Señor de Black que a un vagabundo sin hogar. No obstante, tendrían que ir a comprar un nuevo guardarropa para el hombre ya que no tenía nada que ponerse más que lo que Loki conjuró para él.

Solo estaban disfrutando del desayuno o más almuerzo desde que Sirius se durmió hasta la una de la tarde cuando Loki de repente sintió que Harry estaba en peligro.

"¿Hay algo mal?" preguntó Sirius preocupado al ver la extraña expresión de Loki. "¿Harry está bien?"

"No lo sé, pero tengo que irme. No te preocupes, vuelvo enseguida", respondió Loki distraídamente.

Sin esperar una respuesta, se teletransportó directamente a la habitación que sabía que era de Harry y se escondió en un rincón para poder evaluar la situación primero. No quería empeorar la situación después de todo. De pie en la sombra, observó lo que sucedía en la habitación.

Una mujer rubia que obviamente era un demonio presionó a Harry contra la pared. Harry se quedó allí de pie, con el cuchillo presionado contra su garganta desagradablemente pero no lo suficientemente fuerte como para cortar su piel y sacarle sangre. Para su propia curiosidad mantuvo la calma todo el tiempo sin miedo ni pánico levantando su fea cabeza.

"Estás cometiendo un gran error" dijo Harry arrastrando las palabras.

"¿Ah, sí? Parece que no sabes quién soy humano... lo que soy y de lo que soy capaz" dijo la mujer rubia con voz burlona antes de reírse sádicamente.

"Algún demonio obviamente, pero sabes qué" dijo haciendo algunos movimientos con la mano desconocidos para la mujer cuando de repente tenía una expresión de sorpresa en su rostro antes de hundirse inmóvil en el suelo. "Tengo un cuchillo capaz de matar a los de tu especie" añadió Harry distraídamente frotándose la garganta donde solo unos segundos antes había estado el cuchillo. Había levitado uno de los cuchillos que compró en su primer día en Rabbit Hole, que ahora estaba sobre la mesa de su habitación y con un movimiento rápido de su mano lo clavó directamente en el cuello del demonio, matándola instantáneamente.

Justo en ese momento Sam entró corriendo a su habitación con preocupación escrita en todo su rostro.

"Ruby... Harry, ¿qué pasó aquí?" preguntó con una mirada fija en el demonio muerto que tenía un cuchillo clavado en su cuello, la sangre goteaba lentamente de la herida y se acumulaba debajo de ella. "¿Estás bien?"

"Sí…" pero de repente comenzó a temblar y se habría caído al suelo si no fuera por la rápida reacción de Sam. Sam lo guió cuidadosamente hasta la cama donde ambos se sentaron. Parece que ahora que el peligro había pasado comenzó a darse cuenta completamente de lo que pasó y lo que hizo. Sam sabía por su propia experiencia que la primera vez que tomaste la vida de alguien tan mal como podría ser esa persona... te cambió especialmente a esa edad.

"¿Qué pasó aquí? ¿Mataste a Ruby?" preguntó con cautela.

"Solo quería cambiarme para nadar cuando de repente irrumpió en mi habitación. Solo quería irse cuando me atacó y me inmovilizó contra la pared", dijo con voz temblorosa. "Se jactó de que hay demonios a los que les gustaría tenerme en sus manos, especialmente Lilith" se estremeció al pensar en lo que la mujer... Ruby dijo que ese otro demonio le haría. "Ella... yo..." su voz falló.