Cuando Quackity abrió los ojos, notó varias cosas:
1. Estaba acostado sobre pasto frío.
2. Estaba debajo de un árbol.
3. El árbol era de mangos.
4. Se le antojó un mango.
5. Había una sensación húmeda en sus pantalones.—No mames, otra vez me mié dormido —Se regañó a sí mismo en voz alta, mientras se sentaba debajo del árbol de mango a pensar—. Ya me habían dicho que no confiara en ningún inodoro que viera en mis sueños pero ahí voy de pendejo a decir "Simón, como que sí traigo ganas de miar".
Sin embargo, notó algo extraño.
Si se había miado dormido, ¿por qué su ropa no olía a miados?
—Es porque no te orinaste encima, bobo —Escuchó una voz grave acercarse detrás suyo.
Chale, entonces había dicho todo eso en voz alta.
Inmediatamente, Quackity tomó el primer mango que vio y lo tiró contra el desconocido.
—¡Aléjate carnal, tomé diez minutos de clases de capoeira y no voy a dudar en usar mi conocimiento para romperte el esternoclestomastoideo! —Gritó, poniéndose en posición de ataque.
—¡Ow, no! ¿Qué te sucede? —El desconocido se tiró al suelo, apretando su mano contra su nariz que parecía sangrar—. ¿Un mango? ¿Me rompiste la nariz con un mango?
El enemigo había sido neutralizado, por lo que Quackity se tomó la libertad de acercarse al tipo (no sin antes tomar otro mango, por si acaso).
Lo primero que notó, era que llevaba una sudadera negra.
—La técnica maestra de usar ropa negra para que no se note la mugre... —Dijo en voz baja para sí mismo.
Su cabello cubría parte de su rostro, específicamente, su flequillo cubría uno de sus ojos. No logró ver el color de éstos, pues los había cerrado con fuerza mientras se retorcía como gusano con sal en el suelo.
—No mames que un pinche emo me quiere asaltar. Mira, la neta soy nuevo aquí porque ni sé dónde ando. Lo único de valor que podría darte son mis tenis, pero nada más te aviso que la suela está medio rota y tuve que pegarla con fideos y pegamento. A lo mejor te podría dar mi comunicador pero...
-¿Qué? ¡No! ¡No vine a robarte!
—'ora. ¿Cómo de que no? ¿Entonces a poco regalas biblias? Porque yo sólo creo en...
—Por Dios, hablas demasiado —Dijo el de sudadera negra, levantándose del suelo. Él estaba de pie, pero su dignidad no—. Escucha, me llamo Luzu, est-
—¿Lusu?
—Callado, déjame terminar —Dijo en voz alta el tipo que ahora ya tenía nombre, tomando por los hombros a Quackity—. Me llamo Luzu. Estás en Karmaland. Tenemos que buscar refugio antes de que anochezca y los demás nos encuentren.
Quackity se quedó en silencio, asintiendo a cada una de sus palabras conforme las decía. Después de unos segundos, habló.
—La verdad no te entendí ni madres. Me llamo Quackity. ¿Cómo supiste que no me mié? —Preguntó con genuina curiosidad, alzando una ceja.
Luzu suspiró. Bueno, al menos Quackity era de las pocas personas inofensivas dentro de ese infierno de servidor. Al menos lo era mientras no tuviera frutas cerca.
—Porque el pasto está húmedo por el rocío. En realidad toda tu espalda está húmeda. —Explicó con una voz más serena. ¿Cómo había dado a parar alguien tan... especial en Karmaland?
—Orale. Qué inteligente. ¿Y si nos besamos?
—¿Qué?
—Dije que dónde estamos, pinche sordo.
—No dijiste e-... En fin. Todo esto que ves aquí —dijo Luzu, señalando los alrededores—, es Karmaland, un servidor creado y manejado por dioses.
¿Dioses? El único dios con el que había interactuado fue Dr-
—Y estos —continuó Luzu, acercando a Quackity un dispositivo similar a una tablet. Inmediatamente reconoció que era un comunicador, el cual mostraba una lista de nombres completamente desconocidos para él— son los demonios de los que debes cuidarte. No puedes confiar en nadie aquí.
Quackity repentinamente sintió náuseas, así como una sensación desagradable en su pecho.
—¿Y por qué me dices esto? Según tu, entonces yo tampoco soy de fiar, en especial si soy nuevo aquí.
Luzu negó con la cabeza mientras guardaba su comunicador en el bolsillo de su sudadera.
—En realidad, esa es la única razón por la que puedo confiar en ti: porque aún no te ha corrompido este servidor y su gente de mierda.
¡Los humanos son unos imbéciles y van a actuar como tal en cuanto tengan la oportunidad!
Quackity giró la cabeza. Le pareció escuchar a alguien hablar que no fuera Luzu. Sacudió un poco la cabeza y devolvió su atención al contrario.
—Wow. Todo eso suena... suena bien locochón, la verdad —Dijo Quackity en voz baja. Repentinamente, su cuerpo comenzó a temblar de la emoción—. ¡Qué chingón! ¡Nunca había estado en un servidor con tanta gente! Bueno, la neta nunca había estado en un servidor, ¡pero no mames, Lusu, qué emoción!
Señales de alerta inmediatamente comenzaron a sonar dentro de la cabeza de Luzu.
—¿A qué te refieres con que nunca habías estado en un servidor? —Sin embargo, no obtuvo respuesta, pues el sonido de una explosión cercana interrumpió completamente su conversación.
Ambos se quedaron en silencio unos segundos.
—¿Lusu?
—Dime, Quackity.
—Creo que ahora sí me mié de a de veras.
🦆
NA.
Quackity utiliza una máscara la cual cubre todo su rostro con una cara sonriente. Sin embargo, de alguna manera la máscara pareciera cambiar su expresión para emular los gestos de Quackity.
:]
![](https://img.wattpad.com/cover/317507157-288-k738262.jpg)
ESTÁS LEYENDO
¡Un chico Karmaland! | Quackity
Fanfiction¡Acompáñame a ver las desventuras de Quackity en su primera vez pisando un servidor! ¿Con qué cosas se encontrará? ¡Cosas raras, locochonas y sinsentidos! ¡No tienes por qué buscarle sentido! ¡No lo hay! No lo hay. ¡Diviértete junto con Quackity en...