#ocho_quackity

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—¿Qué es esta cosa?

—¡Es Titi! El hijo de Staxx.

—No me digas que Staxx dio a luz a esta cosa...

—Du.

Quackity no sabía si estaba intrigado o asqueado. Parecía una especie de híbrido de planta, le recordaba a las habilidades que Hannah había manifestado en el Dream SMP; mientras que Hannah parecía tener control sobre los rosales, Titi directamente lucía como un niño que había decidido usar un arbusto como adorno para su cabello.

—¿Y me llamaste aquí por qué...? —Apoyó su peso en su cadera, intentando diseccionar con la mirada al "niño". No le agradaba el color verde predominante en él.

—Pues, porque Staxx me lo ha encargado pero yo hoy estoy ocupado, entonces ¡tú serás su niñero el día de hoy! —Vegetta cargó a Titi con entusiasmo y se lo dio al dueño del próximo casino de Karmaland. Quackity alzó una ceja, rodó los ojos y tomó a Titi en brazos—. Ya casi termino la estructura principal, y Luzu fue a buscar más materiales, entonces podrá ser un día entero para que te vuelvas el mejor amigo de Titi. Tómate un descanso de lo que sea que estés haciendo y...

—Lo que hago son los estados de cuenta necesarios para que este lugar se pueda sostener y tú puedas tener tu pago.

—Sí, sí, pero hoy te vas a tomar un descanso porque soy mayor y te lo estoy ordenando. Anda, sean amiguitos que los dos son unos críos —Hizo ademán de correrle con las manos, para inmediatamente darse la vuelta y volver lo más rápido posible al interior de las paredes.

Quackity se sintió irritado. No sólo tenía que soportar que Luzu parecía estar evitandolo desde la visita a la casa de Rubius, sino que ahora debía ser el niñero de lo que sea que fuera Titi sin que nadie se lo consultara de antemano. No sólo tendría que lidiar con el equivalente a un niño, sino que ahora debía mover sus tiempos, modificar su agenda, probablemente alterar las fechas preestablecidas en su libro de estados financieros y...

—Duit.

Vio a Titi con confusión e indignación. Titi  devolvió una mirada indiscreta e intrigada, abriendo y cerrando sus ojos como si buscara abrirlos en su totalidad a propósito. Quackity chasqueó la lengua.

—¿Qué quieres?

—Titi.

—Ya sé que te llamas Titi, ¿qué quieres?

Para su sorpresa, el ¿niño? Vale. El niño colocó una mano sobre su máscara. tanteándola como si intentara comprender por qué no podía ver su rostro. Alex sintió que su cuerpo se congeló. Lo que no pudo notar fue cómo la sonrisa de la máscara parecía sufrir los mismos errores de código que un servidor corrupto. Titi no pudo evitar reír.

—... Eres un peligro.

—Du.

愚者

—Tendrás que disculparme porque yo no sé lidiar con niños porque simplemente no tengo intención alguna de establecer contacto con ellos.

—Du.

—Sí, sí. ¿De verdad no sabes hablar? Porque a mi parecer, entiendes demasiado bien como para haber nacido hace... uh... ¿una semana?

—Du.

—Si vuelves a decir "Du" una vez más, te juro que voy a ahogarte en el primer lago que vea.

Esta vez no recibió respuesta vocal, en cambio, dejó de escuchar los pasos del infante siguiéndole detrás suyo. Se detuvo en seco, suspiró y se dio la vuelta. Titi le devolvió la mirada, temeroso, observándole con los mismos ojos abiertos lo más que podía.

—No era en serio —Rodó los ojos y se arrodilló, poniéndose a la altura del niño—. Si te gusta decir "Du", hazlo.

Titi se mantuvo en silencio. Parpadeó un par de veces, batiendo sus pestañas. Todo eso era culpa de Vegetta; no sabía cómo tratar con niños y, en todo caso, esa persona con la que compartía cuerpo sería mejor haciéndolo; sin embargo, sería problemático traerlo al frente después de tanto tiempo.

Tendría que lidiar con eso por su cuenta.

—Hagamos algo —Llevó su mano al bolsillo de la camisa roja vino que recientemente había comprado en el pueblo. Pretendió buscar bastante, exagerando sus movimientos hasta sacar una ficha de casino con detalles dorados. Los reflejos del pequeño objeto capturaron la atención del niño inmediatamente. Quackity paseó la ficha entre sus dedos cubiertos con la fina tela negra de sus nuevos guantes—. ¿Ves esto? Esto es algo muy, ¡muy importante para mí! Entonces, para que me creas cuando te digo que no me molesta que digas "Du", te voy a dar esto, ¿ok?

—... Du.

Quackity sonrió.

—Abre tu mano.

Titi acercó su diestra al contrario, abriéndola lentamente, siendo motivado únicamente por la curiosidad. Quackity colocó lentamente la ficha en su pequeña palma, para luego tomar su mano y cerrarla en un puñito.

—¿Lo ves? Cada vez que no te guste algo que yo haga, muéstrame esa ficha y me voy a ver obligado a hacer lo que tú me pidas —A Titi pareció gustarle eso, pues asintió múltiples veces con la cabeza, esbozando una amplia sonrisa—. Ahora, ¿qué te parece si vamos a buscar algo rico para comer?

—¡Du!

Quackity se levantó, sacudiendo la tierra de su pantalón negro. Titi alzó los brazos, esperando a que lo cargara.

—Pero tú puedes caminar...

Entonces el niño alzó la ficha. Quackity suspiró con resignación y lo cargó como si de un perro se tratase.

—Andando.

—Duit.

—Sí, sí, vamos, tengo hambre.

m pregunto si alguien lee esto aún

¡Un chico Karmaland! | Quackity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora