𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬, eddie munson

Practice Makes Perfect

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créditos: kilerlookz

Inclinas la cabeza hacia atrás, dejándola descansar contra el hombro de tu novio, suspirando mientras tu cuerpo se relaja en su regazo.

"No puedo hacer esto", gimes, exasperada. Eddie había estado intentando enseñarte a tocar Iron Man de Black Sabbath durante la última hora y media sin conseguirlo. Era como si la guitarra fuera alérgica a ti o algo así, te había dicho que era la canción más fácil de tocar en la guitarra, y sin embargo, incluso con Eddie justo encima de tu hombro, prácticamente haciéndolo todo por ti, seguías sin poder hacerlo bien.

"Nena", se ríe Eddie, girando la cabeza para sonreírte, "apenas lo has intentado".

"Ya es demasiado difícil", sacudes la cabeza, dejando que se agite en el hombro de Eddie.

"No puedes rendirte todavía", él vuelve a sacudir la cabeza, "Nadie va a convertirse en Jimi Hendrix en un día".

"¿Jimi Hendrix?" Repites retóricamente, "¡Ni siquiera soy Sid Vicious!"

"Sid Vicious era bajista, cariño".

"Sí, ¡exactamente mi punto de vista!"

Eddie se ríe, apretando el diapasón de su guitarra en sus manos mientras ésta descansa extendida sobre tu regazo. Eddie mira por encima de su hombro observando como sus manos se mueven a lo largo del instrumento,

"Mira, aquí, sólo sujeta el diapasón, tal y como te he enseñado, la 7ª, luego la 10ª, luego la 12ª", te anima Eddie, empujando su hombro hacia delante para empujar tu cabeza hacia arriba, "yo rasguearé, no tienes que preocuparte por eso todavía".

"Vale", respondes abatido, volviendo a centrar tu atención en la guitarra. Vuelves a situar tu mano alrededor del diapasón, dejando que tu dedo índice presione la primera cuerda como Eddie te había mostrado. Siete, abajo tres, abajo dos repites en tu cabeza, tratando de bajar justo donde tus dedos tenían que estar. Después de repetirte las instrucciones unas cuantas veces más, asientes con la cabeza a Eddie, haciéndole saber que estás listo. Eddie asiente con una sonrisa, jugueteando con la púa en sus manos antes de apoyarla contra las cuerdas de la guitarra, indicando que iba a empezar a rasguear.

Giras la cabeza hacia el diapasón, confirmando que tu mano estaba efectivamente en el lugar correcto. Sientes que la cuerda vibra bajo tu dedo cuando Eddie mueve su púa por las cuerdas, pero el sonido es sordo, sólo un pequeño ruido de golpe se extiende desde el rasgueo de Eddie. Suspiras, habiendo jodido algo una vez más.

"Estás silenciando la cuerda, nena", te informa Eddie, con su voz dulce y paciente, "tienes que presionar hacia abajo".

"¿Qué? ¿Estoy presionando?" replicas, cada vez más confundido.

"Tienes que presionar más fuerte", aclara, moviendo sus dedos para que se apoyen sobre los tuyos, "Así", presiona su dedo sobre el tuyo, empujándolo contra la cuerda, haciendo que el fino metal se introduzca en tu piel. Tu cara se frunce al sentir que tu suave carne se abolla,

"Eso duele", haces una mueca de dolor, sintiendo una punzada contra tus dedos que son demasiado delicados, y las cuerdas que son demasiado duras.

Eddie suspira, y sientes su aliento cosquilleando tu cuello, haciendo que tu cuerpo se estremezca.

"Lo sé, nena", te arrulla, "Por eso tienes que practicar, para que tus dedos se vuelvan más duros". Te da un pequeño beso en el hombro. "Podemos parar, si quieres...".

"No", sacudes la cabeza, cortándolo, tu creciente frustración por tu falta de comprensión de la guitarra sólo te hace crecer en la obstinación por aprender a hacer, "Dije que quería que me enseñaras".

"De acuerdo", Eddie asiente, "¿Qué tal si tú rasgueas y yo toco los acordes? Empezaremos con algo más fácil".

"Sí", tú asientes, "Eso suena bien".

Eddie pasa la púa de sus manos a las tuyas, las callosas yemas de sus dedos rozan las tuyas con suavidad cuando el plástico cambia de manos.

"Bien", dice Eddie, situando su cuerpo y alineando sus dedos con el primer acorde de la canción, "Sólo tienes que rasguear las dos primeras cuerdas para esta parte, si golpeas las otras sonará mal, ¿crees que puedes hacerlo?"

"Suena bastante fácil,"

"Sí", Eddie sonríe, "Ya lo tienes", Eddie te asiente con la cabeza, indicándote que estaba listo para que empezaras.

Miras las cuerdas, pasas la púa por las dos primeras de las seis y, de repente, la reconocible primera nota de la canción suena en toda la habitación.

"¿Ves?", dice Eddie, acercando su cara hacia ti, su mejilla rozando el lado de tu cabeza, "¿Fácil?".

"Sí", estás de acuerdo, "Al menos esta parte lo es".

"Confía en mí, cariño", te tranquiliza Eddie, "El resto es pan comido, serás el próximo Jimi Hendrix en poco tiempo".

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