El amor es maravilloso, extraordinario, peculiar, hermoso e interesante. El simple hecho de saber que llegará alguien a nuestras vidas que nos hará decidir entre nuestra felicidad o la de esa persona, es algo completamente interesante.
Aun más, cuando la vida te presenta el amor por primera vez, ya que este puede ser igual o más hermoso que el mejor cuento de princesas, o puede ser tan destructivo como la propia naturaleza.
El amor en algunas personas nace con el paso del tiempo, en otras simplemente florece, puesto que es cuestión del destino para que llegue la persona a la que le corresponde aquello que durante algún tiempo ha estado guardado.
Y en algunas ocasiones... ocurren ambas cosas.
Sin embargo, en este bello amor, extrañamente correspondido, había un factor más, que influía fuertemente en el resultado final.
La locura.
"Pete ¿te sientes bien?" Preguntó Vegas llegando de sorpresa a la habitación de Pete, el cual se encontraba acostado en la cama, intentando que sus heridas no dolieran.
"E-estoy bien, Khun Vegas..." Susurró Pete, levantándose de la cama y caminando hacia la puerta, pensando que otro día comenzaba. Sin embargo fue detenido por Vegas.
"Hoy no. Hoy iras conmigo al bosque." Exclamó Vegas con una sonrisa entregándole un conjunto completo de ropa a Pete.
Al estar listo, Vegas tomó de la mano a Pete y comenzó a caminar al bosque con sus manos aún unidas.
Pete durante el recorrido estaba feliz. Sentía las famosas mariposas de las que un día tanto hablo su abuela. Pete estaba feliz de que hubiera encontrado a su persona, pues las palabras de su abuela aún estaban por su mente. 'Sólo con tu persona especial lo sentirás...'
En ese momento, Vegas no era consiente de los sentimientos que de alguna manera habían nacido hacía Pete, solamente era consiente de que quería llevar a Pete a que conociera la naturaleza por la que estaban rodeados y a la que de alguna manera pertenecían.
Vegas no supo en que momento había ocurrido, pero después de convivir con Pete durante tantas semanas y que esté le ayudara con los niños le había implantado la necesidad de que Pete conociera más de lo que el ya conocía, amaba y respetaba.
Después de varios minutos caminando, por fin habían parado. Se encontraban en medio de la nada, sumergidos en el denso silencio junto con el relajante ruido de los pájaros y el agua de algún río correr cerca de donde estaban.
"Pete, ¿Sabes amar?" Preguntó Vegas mientras observaba y acariciaba la corteza de un árbol. Al voltear a ver a Pete, este simplemente negó, mientras se removía un poco en su lugar.
Vegas sonrió y se acercó a Pete, tomándolo de la cintura mientras lo acercaba y lo pegaba al árbol que previamente había acariciado su corteza. "Pete, tócalo." Pidió Vegas mientras levantaba la mano del menor y la colocaba suavemente sobre la corteza, haciendo que la acariciara.
"Pete... La naturaleza es hermosa." Susurró Vegas en el oído de Pete, mientras pegaba el cuerpo de Pete hacía el árbol y su cadera hacía el trasero de Pete.
"Realmente... lo es..." Habló Pete con jadeos, mientras nerviosamente asentía.
"¿Vez esto?" Vegas se separó de Pete y señalo el bosque, a lo que Pete asintió. "A esto pertenecemos." Susurró Vegas tomando a Pete por el cuello para acercarse a su oído. "¿Vez aquellos animales que intentan esconderse de nosotros'" Preguntó vegas, a lo que Pete lentamente asintió. "Son jodidamente hermosos, pero son estúpidos por creer que nosotros somos superiores a ellos. Al final, todos vamos a terminar en el mismo lugar... en el mismo estado, y no habrá nada que nos haga superiores o inferiores a cualquier especie." Vegas se separo y volvió a mirar los árboles. "Aunque debo de aceptar que siento pena por ellos... a ellos solo les tocará observar mientras nosotros disfrutamos."
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El Karma de la locura 《VegasPete & BibleBuild》
FanfictionEl Karma de la locura... Tarde o temprano volverás al inicio y recibirás tu castigo... En esta vida o en la próxima... pagaras por tus actos. ~As.