Entre Paredes 2

Capítulo 13

CRIS

Los focos nos alumbran, los alumnos que están en la orilla nos aplauden como locos y nosotros nos miramos los unos a los otros sonriendo como nunca. Nos ha salido todo perfecto y nos sentimos orgullosos de ello. Nos colocamos en nuestros puestos del inicio y Elías grita algo que no logro escucha, solo sé que a los dos segundos estamos volviendo a bajar con las plataformas al subterráneo.

-Muy bien chicos, me alegro de que no se os haya olvidado ningún paso, y más a ti, Elena, que te lo has tenido que aprender todo en dos semanas - dice Dana.

-Gracias - responde mi chica sonrojándose.

-Emmm, Dana - dice Luna - Date la vuelta.

Detrás de Dana vemos que está Heather dándole el regalo, un precioso collar con una nota musical. Dana se tapa la boca con la mano y luego se lanza a abrazarla. Luego se da la vuelta para que se lo ponga y yo aprovecho para ponerme también detrás de Elena.

-Elena, creo que tú también deberías de darte la vuelta - dice Serena sonriente. E

Elena se da la vuelta y me ve con su regalo en la mano, una cajita que tiene un collar dentro. Se lo dos y ella abre la caja para ver que hay en su interior. Reacciona igual que Dana, se tapa la boca y me ira con ese brillo en sus ojos que me encanta. Me abraza fuerte contra ella.

-Gracias, mi amor - me dice en el oído. Que bien suena de sus labios esas dos palabras.

-No las des, quería que te llevases un regalito con el que cada vez que lo mires te acuerdes de este último trimestre - respondo - ¿Quieres que te lo ponga? - asiente y se da la vuelta. Le retiro el pelo y se lo pongo. Al contrario que el collar de Dana, el que le he dado a Elena tiene un puñal - A simple vista parece que no tiene mucho significado, pero el puñal significa que siempre estaré ahí para protegerte - digo bajando la mirada por timidez.

-Me encanta - dice levantándome la mirada y dándome un beso en los labios.

-Alumnos, la fiesta sigue en el exterior, no os quedéis ahí parados - dice la directora llegando - Ah, y muy buena actuación, esperemos que os vaya muy bien en la semifinal.

Subimos con los demás y seguimos la fiesta tranquilamente. bailando, cantando, bebiendo refrescos...

A la mañana siguiente estábamos todos haciendo nuestras maletas ya que en nada nos íbamos a coger el avión de vuelta a nuestras casas. Iba a ir al lado de Elena ya que ambas vivimos en el mismo sitio, aunque no tardaríamos mucho en ver a los demás ya que en una semana tendíamos que ir a Nueva York desde Madrid todos juntos.

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-Nos vemos en una semana - dice Elena despidiéndose ya embarcando en el avión.

-Avisad cuando lleguéis - dice Dana.

-Sí, no te preocupes - respondo. Nuestro vuelo era el primero en salir, así que nos acompañaron a donde teníamos que embarcar y ahora se dirigirían a dónde tiene que cogerlo los demás.

-¿Nerviosa por volver? - me pregunta Elena.

-Un poco - digo suspirando. Ya estamos sentadas en el avión. La he dejado que se siente al lado de la ventana ya que la hacía ilusión. Me da la mano y me sonríe.

-En una semana nos volveremos a ver - dice Elena.

-Espera, espera, espera ¿piensas ignorarme durante toda la semana?

-No, pero no sabemos si nos van a dejar quedar, al menos mis padres, que llevan un trimestre sin verme - rueda los ojos.

-No te preocupes, eso lo tengo ya arreglado - digo guiñándola un ojo.

-¿Qué estás tramando, crispy? O, mejor dicho, ¿qué has tramado?

-Es una sorpresa - digo feliz.

El avión despega y tardamos unas dos horas en llegar. En el camino vemos una peli en las pantallas que tenemos en los sitios. Vemos la nueva de los Minions, he de admitir que es bastante graciosa, pero hay mejores de Gru y los Minions. Una vez llegamos, nos bajamos, recogemos nuestras maletas y nos dirigimos a la salida. Veo a un señor con un cartel en el que pone "Elena y Cristina" y me dirijo hacia él.

-¿Por qué mi padre tiene un cartel en el que también pone tu nombre? - me pregunta Elena.

-Pues... - no me da tiempo a contestar porque su padre nos ve y de buen as a primeras ya está abrazando a su hija.

-¿Qué tal os ha ido el viaje? Hija, cada día más guapa, no me lo puedo creer - dice cogiéndola de las mejillas para luego mirarme - Tu debes de ser Cristina.

-Sí, encantada señor Ryan - digo tendiéndole la mano.

-No me digas señor, llámame Fran - me dice - Y ven aquí - me acerca a él y me abraza.

-Papá, ¿por qué también tienes el nombre de Cris en el cartel?

-Porque os he venido a recoger a las dos. Cris se quedará hoy en nuestra casa y mañana se irá a su casa ya que su madre no está hoy - responde - Ya he hablado todo con tu madre. Gracias por facilitarnos su número.

-Nada - digo sonrojándome.

-Anda, andando, que nos queda un poco de trayecto al llegar a casa.

-¿Por qué hablas tu con la madre de Cris? - pregunta Elena.

-Porque, como ya he dicho, Cristina nos lo facilitó. Cris me llamó un día por tu móvil. E de decir que de primeras me resultó super extraño que me hablase otra persona por tu móvil, pero al final, después de hablar un rato, lo entendí - dice sonriendo. Los padres de Elena saben de su orientación sexual y la aceptan perfectamente, así que, por esa parte, todo perfecto. Claro está, yo no les conté nada, pero era algo que ya estaba de mi parte más o menos.

Al cabo de un rato llegamos a una casa bastante grande, con varias palmeras en la parcela, una piscina y una caseta. Fran aparca mete el coche en el garaje y salimos, cogemos las maletas y nos metemos para dentro de la casa. Llegamos a la cocina y ahí vemos a una señora, supongo que es la madre de Elena.

-Hola, chicas ¿Qué tal el viaje? - nos pregunta.

-Tranquilo, mamá - responde Elena.

-Tu debes de ser Cris - dice.

-Sí, encantada señora Ryan - respondo tendiéndole la mano y, al igual que su marido, también me acerca a ella para abrazarme.

-No me llames señora, me llamo Alicia - me responde con una sonrisa - Bien, ahora que hemos hecho las presentaciones, os he preparado la caseta para que podáis dormir bien y tengáis vuestra privacidad - espera, ¿acaba de decir lo que acaba de decir? Alomejor sospecha algo.

-Gracias mamá - dice Elena con una sonrisa - Subo a mi habitación un momento y vamos - dice dirigiéndose a mí para después subir.

-Bueno, Cris, cuéntanos de ti - me dice Fran.

-Pues...tengo una hermana melliza y dos perros, vivo a un par de calles de aquí, mi madre es francesa y mi padre español. Tengo algunas canciones... - me interrumpen.

-Espera, ¿eres esa Cristina Sánchez? ¿La de la canción esa que dice "Suéltalo, hazlo volar, deja todo que fluya"? - me dice Alicia.

-Sí... - respondo.

-No me lo puedo creer. A Cristina Sánchez le gusta nuestra hija, yo creo q... - se para dándose cuenta de lo que acaba de decir - Ups...

-¿Usted lo sabe? - digo muriéndome de vergüenza mientras que bajo la mirada.

-A ver...fue un poco obvio cuando te escuchamos hablando de nuestra hija - dice Fran - Luego sabemos quién le gusta a nuestra hija porque nos cuenta todo y, aunque no nos lo hubiese contado, lo hubiésemos sabido nada más ver cómo te mira.

-Por eso, dejé algunas cosas en la caseta - dice Alicia. Antes de que pudiese preguntar el qué, aparece Elena.

-Cris, ¿vamos?

-Claro - intento fingir que no hemos hablado de nada.