Introducción: El detective Heizou, ante las presiones del clan Kujou y el no avance de respuestas que satisfagan sus preocupaciones, decide interferir para poder resolverlo, pero no sabría del pequeño percance que sería ver a Alora.
El único detalle, es que es continuación desde el OneShot de Ayato.
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Estaba harta después de la ignorada mundial que me hizo pasar ese imbécil mayor de los Kamisato, y ahora que mi tía comenzara sus reprimendas.
Estaba sentada en un arroyo mientras miraba mis rodillas, estaban algo lastimadas. Gracias al arconte Anemo que mi tía no había escuchado las cosas que dijeron cuando salí de la comisión.
Recordé la mirada que recibí de Thoma al verme ahí, me lancé al agua intentando olvidar todo.
Luego de ir con mi tía, me fui a dar un baño en solitario en la isla detrás de la estatua de los siete. Llevaba mi bolso con mi ropa y una toalla, no quería pensar en nada más y quitarme la sensación de traición que tenía dentro.
Tenía mi traje de baño puesto, pero como estaba sola y eran ya más tarde que las 5 de la tarde, me quise desnudar para relajarme con el sol que iba ya descendiendo lentamente. Estaba meditando sentada en la orilla mientras sentía las ligeras olas golpear mis piernas.
-¿Por qué hice esto tan fácil? Ash. -Mordí mi lengua mientras me hablaba sola. Rasqué mi brazo y peiné mi pelo hacia un lado. -Ese idiota, y era su cumpleaños -Agarré un puñado de arena húmeda y la dejé caer de mi mano. -Y así me usó a su antojo y me dejó. AAAAAAAGHH.
¿Por qué me molestaba tanto? Sentía mis ojos llenarse de lágrimas por la rabia, pero tampoco puedo negar que el quitarle ese gesto prepotente que siempre carga por unas horas fue placentero.
Me recosté de espaldas mientras veía el cielo azul sobre mí, y cubrí mis ojos con mi brazo.
Me sentía absurdamente molesta y no quería seguir así, era un simple juego de niños, así que me levanté y me di vuelta para tomar mi toalla, pero ví unos ojos verdes mirándome desde la estatua. Quedé en blanco y atiné a cubrirme con mis manos.
-¿¡Q-Qué haces acá!? ¿¡Por qué me miras!? ¡Vete, pervertido! -Me escondí por el borde para que no me viera, me cubrí con la toalla y tomé mis cosas para salir corriendo.
Terminé subiendo por detrás de la casa de mi tía y corriendo a mi habitación.
Me vestí rápidamente, y Vi mis cosas del bolso, de tonta había dejado mi libro.
¿Qué iba a hacer? Ese libro era todo para mí.
Ya eran lágrimas de tristeza y pena las que me invadían.
Ví la hora, 7:40 PM. Mañana sería la última junta antes de que la sacerdotisa purificara el lugar. Pero me sentía inútil sin mi libro, ¿Qué les diría a todos?
Tenía mi intercomunicador y llamé a Beidou, pero no contestó. Marqué a Kaeya que me respondió.
-Hola mocosa, ¿Cómo te va?
-Kaeya yo... Perdí mi libro. Me siento fatal. -Kaeya se mantuvo en silencio, solo mi sollozos se escuchaban. -No sé que haré, es mi cosa más preciada.
-Tranquila Alora, ya aparecerá. Ahora relájate y si no, podemos hacer un nuevo libro con más cosas, ¡No te desanimes!
-¿Qué haré? Yo-yo...-Respiré hondo para controlar las lágrimas. Mordí mi mejilla interna, tenía que ser grande ahora.
-¡Ya, Alora! Tranquila, sé que lo encontrarás. -Me retó, pero sentí su comprensión. -Ahora relájate, yo sé que todo terminará bien. Un beso, estaba algo ocupado cuando llamaste.
-Perdóname por molestarte, gracias tonto.
-Un placer mocosa, besos.
Colgó la llamada, me miré al espejo y tenía los ojos hinchados de tanto llorar. Una empieza su llanto del día por rabia y termina llorando por pena. -¡Tía, voy a salir!
Luego de no tener respuesta, ví que no estaba. Dejé una nota en la mesa y salí.
Fui a la plaza central de Ritou para despejarme un poco, mientras bebía un brebaje sin alcohol de Mondstadt y acariciaba los gatos que pasaban por ahí.
Tenía una ligera alergia cuando niña, pero al estar en contacto con animales peludos se fue.
Saludé a algunos conocidos que tenía y comí en un lugar mientras miraba como atardecía delante de mis ojos, el puerto de Ritou se veía iluminado y bastante repleto.
-¿Por qué está tan lleno? -Pregunté a una persona al azar.
-Habrá una purificación de la gran sacerdotisa en unos días, hay que preparar todo. -Respondió. -Hay que tener cuidado ya que los robos aumentan en estas celebraciones.
Asentí mientras terminaba mi takoyaki. -¡Muchas gracias! Estaba delicioso.
Sentí que alguien chocó conmigo, me di vuelta y Vi la espalda de una persona de cabello pelirrojo. -¡Perdón!
-No hay problema. -La persona se dió vuelta, y Vi esos mismos ojos verdes. Él también recordó porque noté como su sonrisa burlona aparecía. El sonrojo me golpeó abruptamente y salí corriendo.
Terminé escondida detrás de una casa, mirando hacia mis pies e intentando respirar lo más tranquila posible, de igual forma ¿Por qué le importaría encontrarme? Solo era una chica desnuda quejándose de que la usaron. ¡Qué basura de vida!
Salí de mi escondite suspirando mientras me rascaba la cabeza, para verlo apoyado en el poste de luz. Me volví a dar vuelta para irme por otro lado. -La chica nudista apareció.
-¿Qué? ¿Qué quieres? Pervertido. -Le dije.
-Nada, no fue complicado ver que eras tú. -Giré los ojos. -Además, eres la chica que salió molesta de la comisión Yashiro hoy ¿Verdad? -Me volteé para mirarlo, ¡Qué vergüenza! Para ver ese bochornoso momento y el de hoy.
-¿Q-Qué? -La voz no me salió. El sonrojo volvió a subir a mí. -¡No le digas a nadie esto, basta!
-¡No lo haré, tranquila! -Sonrió burlón. -Mañana nos presentaremos correctamente, Alora.
Pasó por mi lado haciendo un ademán, ¿Cómo sabía mi nombre? Nunca se lo había dicho.
No quise quedarme con la palabra en la boca e intenté seguirlo, pero entre toda la gente lo ví desaparecer.
-¿Alora? -La voz de Thoma apareció detrás de mí, suspiré pesadamente. -Saliste hecha una furia de la comisión, ¿Peleaste con Ayato?
Asentí. -Ojalá y no lo vuelva a ver nunca, es un idiota. -Me crucé de brazos y él se rió para pasar su brazo por mi cuello. En la tenue luz no vió la marca en mi cuello.
-¡Tienen su carácter! Por eso chocan. Ahora vamos y disfrutemos de una pequeña caminata en Ritou. -Le sonreí y pasé mi brazo por su cintura, para caminar juntos y charlar.
Nos quedamos hasta tarde juntos, sentados con las piernas en el agua en el puerto y comiendo dangos. -¿Puedo preguntarte porqué saliste tan enfadada?
Le miré de reojo y Vi mis uñas por un momento, no podía contarle algo tan íntimo. -¿Acaso Ayato no te contó?
Él negó. Me peiné el pelo que me caía a los ojos y lo miré de frente, me cubrí los ojos de la vergüenza. -Estuve con él en la noche.
-Lo sé, te vi en la noche, pero a él no lo ví. -Sonreí bajo mis manos.
-¡Estuvimos juntos! ¿No entiendes? -Se mantuvo en silencio. Apunté a mi cuello y le enseñé la marca que Ayato me hizo, él comenzó a reír. -¡Ahggg, Thoma!
-Lo siento lo siento, es que es gracioso porque el amo sigue preguntando sobre ti. -Saqué la lengua en señal de "que me importa". -¿Por eso despertaste a su lado? ¡Claro, con razón! De igual forma, ya eres una adulta y el señor es solo mi amigo, ¿Por qué debería importarme con quién estás íntimamente?
Me reí para sujetar su brazo y caminar a la salida de Ritou. -Me debo ir, en la comisión Yashiro me necesitan. -Me despeinó suavemente y se fue entre la niebla y el cielo nocturno.
Miré a mi alrededor, veía al mismo Yermochurl electro y como se mantenía durmiendo junto a sus pequeños secuaces. Me di media vuelta y volví a Ritou solo que ahora a la casa de mi tía para dormir hasta que ya me aburriera.
Que dije dormir hasta que me aburriera, apenas cerré los ojos alguien me levantó. -Quiero dormir, ¿Qué pasó?
-Alora lamento despertarte, soy Ayaka. -Me levanté y la miré mientras me estiraba. -Te vine a ver demasiado tarde y ahora voy a dormir aquí. -Le Asentí y abrí la cama de abajo de la mía.
Ella intentó hablarme pero el cansancio me mataba y necesitaba olvidar a su hermano y el bochornoso momento que me hizo pasar.
Me sentía ridícula, ¿Por qué me preocupaba tanto? Tenía mucho enojo, quería desquitarme y a la vez no hacer nada.
Me dormí pensando en Miles de formas de quitarme la rabia, pero sinceramente ninguna pudo hacerme plenamente feliz.
Desperté temprano, quizás a las 6 de la mañana, recién salía el sol de detrás de la montañas y hacía un poco de frío.
Ayaka dormía plácidamente con un antifaz cubriendo sus ojos. Me quedé pensando, ¿Y si fue demasiado antipática con alguien tan amable por culpa de su hermano? Suspiré y me fui a lavar los dientes para dar una vuelta en la plaza de Ritou cubierta de una manta.
Todavía no caminaban demasiadas personas, pero ya despertaban y encendían los hornos.
Soplé en mis manos para tenerlas un poco más calientes y estuve viendo el mar mientras caminaba en el puerto, saludaba a los pescadores y veía zarpar los botes y barcos.
-Buenos días señorita Alora, ¿Qué hace despierta tan temprano? -Preguntó un señor, mientras lanzaba unos pescados en una conservadora con bastantes hojas al final.
-No pude seguir durmiendo, estaba ansiosa. -Sonreí para sentarme en el borde del puerto y mojar mi pies. El agua estaba tibia y mi corazón bastante agitado... No sé porque.
-La mejor medicina para la ansiedad y un corazón excitado es tomar un buen té relajante y hablar con sus personas importantes. ¿Hoy no anda con su bolso? -Negué.
-Está en casa de mi tía. Solo vine a dar una vuelta. -Sentí el roce de un pez pasando por mis pies, lo que me estremeció y me hizo sacar mis pies. -Nos vemos señor, hablamos en otra ocasión.
Al volver a casa, Ayaka seguía dormida y mi tía ya no estaba, por lo que supuse que no la vería este día.
Me di un baño mientras probaba un nuevo shampoo que compré ayer en compañía de Thoma, olor a chocolate y frutos rojos. Me vestí rápidamente y me peiné para comer una tostada de la mesa de la cocina. Ayaka había despertado mientras yo salía de la ducha y estaba hablando con un comunicador.
-¿Quieres desayunar? -Le pregunté, ella asintió mientras iba camino al baño a cambiarse de ropa, preparé un poco de té y un bowl de frutas con yogurt. Comimos charlando un poco hasta que salió el fatídico tema.
-¿Ayer porqué saliste de la comisión Yashiro sin haber entrado en la mañana? -Tosí y me reí.
-Mmm... Pregúntale a tu hermano. -Le guiñé el ojo y seguí comiendo, pero su vista no se quitó de mí en ningún segundo. Ya estaba poniéndome incómoda hasta que golpearon la puerta.
Me levanté mientras me limpiaba la boca con una servilleta, abrí y era Thoma junto a una chica.
-Buenos días Alora, ¿Ayaka está acá? -Apunté detrás de mí, ella estaba sonriendo. -Vine en compañía de Sango de la agencia de detectives, ¿Vamos a la comisión?
Lo había olvidado, Asentí para buscar mi bolso y suspirar por mi libro. Me lavé los dientes y salí no sin antes cerrar y dejar con llave la casa.
Caminamos mientras Ayaka hablaba de lo que se resumiría el día de hoy, la sacerdotisa vendría para la noche y no sería necesario estar observando, pero para los ciudadanos sería un evento llamativo y generaría más ingresos para los locales.
Llevaba en mis manos un pequeño zorrito de los recuerdos, tenía unas notas en medio y eran dibujos de cuando tenía 15 años. Me sentí algo mareada pero cuando todos se detuvieron dejé mi zorrito en mi mochila.
Habíamos llegado después de una hora, no entendía porque no usaban o permitían el uso de los teletransportes en medio de las ceremonias, pero bueno.
Entré escondida detrás de Thoma, aunque de igual forma ¿A Ayato le importaría verme? Fui como su torta de cumpleaños, QUE RABIA.
Entramos en silencio mientras escuchaba la voz de Ayato y de otra persona, la chica Sango no dejaba de anotar y mirar a su alrededor.
Al sentarnos en la mesa, ví que era el chico pelirrojo/pelirrosado, giré los ojos y miré hacia Thoma que estaba dejando unas copas que estaban humeando.
-Hola, buenos días lamento la tardanza. -Dijo Sango. -Tuvimos que ir a Ritou a buscar a Alora. -Me quedaron mirando.
-De igual forma, no entiendo para que me quieren acá. Ya hice lo del santuario y...-Miré que Ayato tenía mi libro en la mano y me levanté. -¿Qué haces con mi libro?
Él me miró y sostuvo mi libro con una mano. -¿Es tuyo?
-Está mi nombre, y las iniciales de mi hermana. Devuélvemelo por favor.
-Heizou nos lo trajo, dijo que podía ser útil. -El chico sonrió, con que él era el tal detective.
-Hola chica n-Le cubrí la boca, le quité el libro de las manos a Ayato y me senté de nuevo, sonreí nerviosamente pero de alivio. -Me presento, soy Shikanoin Heizou, detective de la comisión Tenryou. Un placer. -Sonrió burlón.
-Soy Alora, simplemente Alora. Una residente que capturaron y la usaron de intento de sacerdotisa. -Thoma comenzó a reírse, Ayato me miró sorprendido y Ayaka se sonrojó. -¿Acaso es mentira?
Después del silencio incómodo que dejé, siguió la charla respecto a la danza ceremonial de Yae Miko, y yo me estaba quedando dormida. -Disculpa, ¿Puedo retirarme? No le veo sentido al quedarme.
Ayato asintió sin mucho más que decir, por lo que hice una reverencia simple y salí. Me estiré para chocar con una chica que parecía un zorro. Supuse que sería Yaemiko.
-Vaya, hola tú. Soy Yae Miko, ¿Nos conocemos? -Negué.
-Soy Alora, de Liyue. Nos vemos. -Ella asintió mientras sonreía y entró a la comisión, yo por mi parte conversé con la chica que estaba rezando a la entrada.
Recibí una llamada al intercomunicador, era Amber.
-¡Hola, linda! ¿Cómo te va? ¿Encontraste tu libro? Razor y yo estábamos haciéndote uno con todo nuestro amor.
Me reí mientras me sentaba en el camino hacia el templo. -¡Gracias, que lindos! Pero si lo encontré, lo tenía un detective entrometido.
-¿Detective entrometido, por qué?
Le conté lo que había ocurrido con Ayato, cuando me di un baño en las afueras de Ritou y como me vió desnuda, y como tenía mi libro. Ella comenzó a reír, yo me mordí la lengua para no decir algo. -¡Que estupidez! Veamos que ocurre para hoy en la noche, siento algo extraño.
Me reí nuevamente, solo que esta vez miré hacia el cielo, estaba claro y según yo debían ser las 11 de la mañana. -Amber, iré a comer y seguiré con mis cosas. Tengo que ver cuándo vuelvo a Mondstadt, extraño bastante a mis amigos.
-¡Nos vemos, avísame! Un beso.
Volví a mi camino hacia la ciudad Narukami. Comí en el restaurant más cercano mientras escuchaba el chisme de una chica que había sido rechazada por una persona grosera.
-...¡Y dejó de responder a mis mensajes! Cumplimos el año, pero después de haber... Ya sabes, intimado ¡Se fue! -La chica bebía enojada una copa de algo morado.
Me reí de la ironía, yo fui demasiado rápido y acá estamos, sufriendo igual.
No era tan tarde, ya eran las 1 y conversaba ligeramente con otra chica que escuchaba la historia. -¿Es normal eso? A mí me da miedo empezar algo con alguien por eso mismo.
-En mi caso, te aguantes o no, puede que te pase o puede que no. Depende de cómo se lleven y que espera él creo yo. Nunca tengas demasiadas expectativas en una persona que no conoces lo suficiente como para hacer lo que pasó con la chica o conmigo. -Sonreí y pasé mis dedos por mi cabello para peinarlo.
-¡Alora! -Escuché una voz, era el detective entrometido y pervertido que me hablaba.
-¿Y él? Un punto aparte que salió y no sé que quiere jajaja. -Me levanté para caminar hacia él, pues quizás y solo quizás era algo importante. -Que ocurre, no tengo tiempo para andar jugando contigo.
-¡Que feo! Yo si quería jugar contigo. -Me sonrió ladino, me despedí de la otra chica y comenzamos a caminar hacia el santuario. No pude hablar mucho, solo escuchaba como tarareaba. -Gracias por venir de igual forma, los otros querían que estuvieras presente.
-Estoy enrrabiada con Ayato, no sé si se nota. -Él asintió. -Es un niño mimado que no conoce los códigos o siquiera la amabilidad, y una que le regala... ¡Jhmmm! -Él comenzó a reír, para sujetar mi brazo ligeramente.
-Tranquila, si se siente en el aire.-Sus dedos acariciaron suavemente mi brazo. Caminamos y llegamos a lo que sería geográficamente abajo del santuario, encontrando unos cubos conductores. Él con su mano apuntó a unos cubos giratorios electro, era el típico juego del gato. -¿Qué te parece si jugamos a un juego para mantener a la mente despierta? ¿Piedras conductoras?
-¿No hay que llegar temprano? -Negó. Asentí. -Está bien, pero como ando enojada quiero un premio o algo por ganar.
-Por cada ronda que ganes me puedes pedir lo que quieras, pero por cada ronda que yo gane tú tendrás que hacer algo que yo te pida. Y por cada ronda que sea empate uno perderá una prenda.
Me sonrojé ¡Este pervertido! -¡P-Pero ya me viste desnuda cuando me bañaba! -Él se rió y me hizo quedar apegada a su pecho.
-¿Por qué crees que me encontrabas tanto? Tengo el hábito de recordar todo lo que observo utilizando palabras clave, y cuando te vi las únicas palabras que rondaron mis pensamientos fueron sensual -Susurró en mi oído. -y bella. También enojona pero es otro tema.
Me reí suavemente, me alejé de él para arreglar mi short que se había subido ligeramente. -Está bien, juguemos.
-Jeje... Bueno, supongo que nos pueden servir para calentar.
Escogí la flor que había, él el otro símbolo restante. Fue una primera ronda empate, por lo que cada uno dejó una prenda en una roca. Él quitó su top, que en realidad no dejaba nada a la imaginación ya que era abierto por los lados, y yo quité mi blusa, quedando en una ligera camiseta de cuello alto naranja en mi parte superior.
-Me toca comenzar. -Me dijo mientras rozaba su mano a la mía.
Quedamos nuevamente en un empate, nos reímos. Quitamos cada uno nuestro pantalón/shorts, quedando él en ropa interior, y yo con mi camiseta naranja cubriendo parte de mí.
Noté su rostro pensativo, algo me decía que pasaría algo en esta ronda.
Cuando giraba la segunda piedra que escogió él en el medio, vi que tendría que tirar a su alrededor sino perdería de igual forma, pero de los nervios toqué otra y ganó él.
-1 a 0, tienes que hacer algo que yo te pida. -Me mordí la lengua mientras me acercaba más a él. Se sentó sobre una roca plana y me hizo acercarme. -Siéntate sobre mí.
Pasé lentamente mis piernas alrededor de su cadera para sujetarme a él de sus hombros, él me miró y tenía un rostro suplicante la verdad. Sentía la tensión entre nosotros y como la distancia que había entre nuestros labios se cortaba cada vez que nuestra respiración agitada se llegaba a cruzar. Sonreí nerviosa mientras peinaba parte de su cabello que se había ido a su cara. ¿Por qué no lo besaba? Pienso en la tonta que fui hace días con Ayato, cobarde y me da más ganas de besar a Heizou. Lo besé suavemente primero, sus manos estaban en mi cintura debajo de mi camiseta y sentía como algo comenzaba a levantarse debajo de mí, jadeé en sorpresa pero el beso se profundizó. Me alejé. -Me toca a mí empezar.
Me levanté para mover el cubo, pero él me agarró de la cintura para pegarme a su cadera, sentía toda su virilidad en mi trasero. -¡Eres un tramposo!
Él se rió mientras su mano se colaba por mi camiseta. -Puedes mover el cubo así.
Sentía mis mejillas calientes, pero lo hice. Él estaba pendiente de otra cosa por lo que gané. Sentía mi interior estar caliente y quería algo. Me senté dónde estaba él mientras subía una de mis piernas, para quedar expuesta ante él, con solo mi calzón y mi camiseta cubriendo mi entrepierna. -Quiero que chupes acá. -Le susurré, él asintió mientras con una mano bajaba mi braga. -No es empate, no puedo sacármela.
Él me giró los ojos y llevó su boca a mi feminidad, besó mi clítoris suavemente que palpitaba ferozmente y acarició la cara interna de mis muslos con su mano. Mordí mi labio suavemente para no soltar ningún sonido pero sentía que su boca se movía bastante bien. Sujetaba su cabeza con mis manos y su lengua exploraba fervientemente por fuera, y solo quería que entrara a bombardear mi interior. Se alejó cuando estaba cerca de un ligero orgasmo. -Me dijiste que chupe, nada más.
Hice un puchero. Él se limpió los labios con su mano para girar el cubo de nuevo. Empate.
-Quítate esa maldita cosa que estorba. -Me dijo, pero no hice caso y quité mi camiseta. Él por su parte quedó desnudo y no dejó nada a la imaginación. Su miembro brillaba por las gotas de líquido preseminal, me quedé embobada.
Me hice perder, debo admitirlo. Tener semejante cosa en frente me hacía pensar mal. -Usa tus labios.
Me agaché pero él negó. -No te especifiqué cuáles.
Él se recostó en el pasto, que era bastante suave. -De acá no hay salida, te das cuenta?
Asintió mientras me ayudaba a posicionarme sobre él. Hice el encantamiento normal de protección pero no lo metí dentro. Rocé su miembro con mi feminidad, y mi calzón era bastante delgado por lo que sentía todo con pleno lujo de detalles. Los gemidos ahogados salían con bastante fluidez.
Sus manos se metieron debajo de mi sostén, para apretar mis senos que estaban ya buscando la atención poniendo erecto el pezón. Sus manos eran delicadas pero se notaba que eran bastante utilizadas, sonreí y me arreglé el cabello en una coleta. -¿Con cuántas personas has estado?
Él me miró fijamente y quitó sus manos de mis senos para sujetar mi cintura. -... Si esta situación terminara ahora mismo... ¿qué averiguarías solamente a partir de mi experiencia? -Llevó mi mano a su pecho. -Solo con una. Tú eres la segunda y con la que más cosas he hecho.
Me reí para mover mi braga hacia un lado y arreglarme para besarlo. Él por su parte agarró mis caderas para comenzar a penetrarme suavemente.-A quien le importa quien ganó el juego....- El beso se cortó porque solté un gemido. -¡Hmm, Heizou..!
Mientras él me sujetaba de las caderas, yo me movía de arriba a abajo para montarlo. No era lento pero tampoco rápido, era lo necesario. Cada uno estaba molesto a su manera y fue así como soltamos todo estrés. Una de sus manos fue hacia mi clítoris para acariciarlo en círculos, lo que me hizo sentir más caliente. Sus besos eran algo que no podía comparar a lo que pasé con Ayato, eran suaves y me transmitían mucho calor y algo que no lograba entender. Sus manos delicadas eran ideales para sujetar mis senos y su pene era algo que me estaba volviendo loca.
Cambiamos de posición, quedando yo abajo y él arriba. Debo admitir que las flores alrededor daban un aire romántico a toda la sexual situación jajaja.
Sentía como entraba y salía de mí rápidamente, sacándome el aire que tenía y haciendo que me cueste respirar normalmente. Cómo sus labios se dirigen a mi cuello para dejar marcas nuevas que sé que alguien me preguntará. Sus dedos se abren paso en mis piernas para agarrarlas y dejarlas en sus hombros.
Terminé viniéndome sobre él, mojando su regazo un poco. Quitó su pene para usar sus dedos dentro de mí, por mi parte mientras me agarraba mi seno con mi mano para abrir más mis piernas, usaba mi mano para seguir masturbándolo. Estaba mojado por obviamente estar dentro de mí.
El beso volvió a surgir, su lengua batallaba con la mía y me dejaba mareada de tanto atragantarme la verdad. Sentía mi mano cansarse por lo que cambié mi mano, siendo un poco más lenta. Sus dedos seguían bombardeando mi interior, lo que me hizo tener un orgasmo y quedar tiritando en su pecho. Pero no me quedé atrás para usar mi boca en su pene, él me decía que tuviera cuidado, pero hablé. -No mhwe impohwta, venwhte en mhwi bwoca.
-Arg, tú lo has querido...
Él comenzó a usar su mano, y a acariciar mi mejilla mientras seguía chupando. Cerró sus ojos violentamente mientras metía lo más profundo que podía en mi boca. Terminé saltando de la impresión, haciendo que callera al suelo. Escupí mientras reía para besar su glande. -Sabes que no querías hacer esto. -Susurró algo tajante. Le miré y sujeté su cintura.
-¡Claro que quería, por algo acepté! -Le sonreí y besé su mejilla. Él suspiró y me sentó en una de sus piernas, estaba goteando un poco. -¿Por qué crees que también estuve contigo? Fue decisión propia. Es el resultado de la elección y acción que hemos hecho hasta ahora. -Le dije, él me miró sorprendido.- Lo que quiero decir es que...
-..El destino es algo que nosotros mismos elegimos. -Respondió, Asentí. -Siempre digo eso, tenía miedo de tu respuesta.
-No te carcomas la mente por un puede ser, un quizás o un probablemente. Si ocurrió algo, ¡Ocurrió! Si no ocurrió pues no ocurrió. Nosotros fuimos un algo que ocurrió por decisión propia. -Sujeté su rostro y le hice mirarme fijamente, él comenzó a reír. Besó mi nariz pero yo me volví a posicionar sobre él. -¿Todavía piensas que no quise estar contigo? Mira, toca. -Hice que pasara su mano sobre mi arruinada ropa interior. -¿Tú crees que si no quería te hubiera dejado arruinar mi ropa interior, tonto?
Nos besamos nuevamente, solo que un nuevo round bastante rudo en medio de una pequeña cueva y bajo el cerezo, con fuegos artificiales y estrellas brillantes en el atardecer nos rodeaban.
Sentí como su pene chocaba con mi límite mientras me penetraba, los gemidos no podía callarlos y solo sollozaba del placer. Sus besos en mi espalda me relajaban pero más me encendían, terminé viniéndome nuevamente solo que terminé mojando el pasto. Dedos abrieron mis labios para ayudar a entrar mejor, y noté algo extraño alrededor.
-Hei-Heizou, algo extraño está alrededor. -Él no se detuvo, pero siguió mirando alrededor. Chillé cuando tuve un orgasmo que me dejó abatida por dentro. Su pene seguía dentro de mí, sentía como me penetraba más fuerte, lo que me hacía saltar. Terminó eyaculando solo que de casualidad se salió de mí, pero lo que no esperaba ninguno es que le cayera a una persona encima, y esa persona era quien me había hecho enojar.
Ayato venía con Thoma para revisar los ruidos, hice contacto visual con Ayato pero no vieron a Heizou creo yo. Él se escondió en la cueva y yo a duras penas logré vestirme, sentía mis piernas gotear y como mi pelo despeinado dejaba demasiado a notar. Me reí para levantarle el dedo medio a Ayato que me miraba sorprendido. -Cosas que pasan, la verdad.
Ellos se fueron en silencio, pero vi que él volteó a mirarme.
Heizou salió vestido, justo a tiempo para agarrarme porque me sentía demasiado débil para caminar. -¿Quieres venir a mi casa? Podemos darnos una ducha y dormir.
Asentí para arreglar un mechón de su cabello, tomé su brazo y caminamos entre la multitud, dejando un imperceptible rastro de fluidos que nadie querría saber.
Llegamos a su casa, que se veía bastante tradicional por fuera, pero por dentro no. Fue una ducha bastante larga, pero fue más de conocimiento para cada uno, teníamos un espejo frente a la ducha y él quería ver cómo yo veía que me tocaba. No era rudo como antes, era gentil y me acariciaba lentamente.
Tenía mi mano en su miembro, acariciándolo suavemente, pero sentía su erección en mi espalda, y él tenía sus dos manos en mi feminidad para verla, y ver mis expresiones en el espejo. Me sonrojé estrepitosamente e intenté cerrar mis piernas, pero no pude. Sus dedos entraron en mí, causando un ligero ardor que se detuvo con sus movimientos. Besó mis hombros y me besó a mi nuevamente, era delicado pero sentía como todo aumentaba a más.
Sus dedos jugaban con mi clítoris y mi entrada, y mis dedos lo masturbaban lentamente para apreciar con mis palmas su forma. En un ligero segundo, me vine, mojando el espejo. Él llevó sus dedos a su boca para chuparlos, pero comenzó a masturbarme rápidamente, yo hice lo mismo y después de tanta acción en el día, nos vinimos juntos en poco tiempo. El sentir cómo mis piernas no reaccionaban y tener que ir en sus brazos a su habitación fue lo más vergonzoso de la vida. Pero estar en sus brazos fue lo más segura que me sentí.
Me puso una de sus camisas color blanca y me pasó ropa interior para usar, que me quedaba grande, pero lo agradecí. Apenas puse mi cabeza en la almohada, o sea su pecho, me dormí enseguida.
Y lo mejor es que al despertar, seguía entre sus brazos. El sueño era bastante pesado por lo que luego de besar su mejilla me volví a dormir.
Debían ser las 10 cuando desperté, y Heizou no estaba. Suspiré decepcionada cuando lo vi entrar con una bandeja con comida y una flor. Le sonreí. -Buenos días Alora, ¿Cómo dormiste?
-Pensé que te habías ido...¡Pero sigues acá! ¿Puedes dejar la bandeja en el velador? -Él hizo eso y salté sobre él para abrazarlo. No lo besé porque me tenía que lavar los dientes. -Que lindo despertar junto a ti, gracias.
Él se sonrojó y miró hacia otro lado, no tenía puesto la ropa interior y solo me cubría su camisa. Me levanté para lavarme los dientes rápidamente, y volví a sentarme sobre él, para besarlo. -¿Qué piensas? ¿Quieres hacer algo?
Él negó pero asintió, me reí y desabotoné la camisa para dejar descubierto mi cuerpo. -Mira... Me dejaste toda marcada. ¿Qué haremos?
Comenzó a acariciar los chupones con sus dedos suavemente, haciéndome gemir ligeramente. -Puedo hacerte otros creo yo... Pero estás cansada. -Asentí suspirando, él se rió y bajó la camisa por mis hombros para sujetar mis senos suavemente. -Si hacemos algo, después en una semana no podrás hacer ningún esfuerzo físico.
-¿Q-Qué? ¡H-Heizou, pervertido! -Comenzó a reírse para comenzar a ver cómo la ropa se iba perdiendo entre las sábanas. Los gemidos y las posiciones cambiaban cada vez, pero lo único que crecía era la relación que teníamos, sea sexual o no, algo comenzaba a florecer y era algo bello.
Semanas después.
Había vuelto a Mondstadt, pero regularmente hablaba con Heizou que tenía sus casos de detective bastante organizados.
La verdadera pregunta era ¿Qué eramos? ¿Amigos con beneficios, pareja, amigos, amantes? No lo sabía, pero esta emoción que sentía en mi corazón no quería detenerse.
-...¡Y habrá un caso de Mondstadt! Quisiera que vinieras, ya están reparados los teletransportadores de igual forma. Te puedo reservar un buen asiento, pero tendremos que fingir que no nos conocemos. Ya sabes, solo fingir. Te extraño.
-Entonces en dos días llegaría a Inazuma, tengo que preparar mis cosas de igual forma. -sonreí y le enseñé lo que tenía puesto, era una de sus camisas. -Si te veo, puedes quitármela.
Él se sonrojó bastante, pero asintió con una sonrisa. - Ya te lo dije, tienes el mejor asiento del tribunal. -Me mostró mi sitio, su regazo. Andaba en ropa interior, me cubrí los ojos.
-¡H-Heizou, pervertido!
-La que quiere probar cosas más fuertes eres tú, pequeña niña inocente. JA.
Luego de una llamada bastante larga, cortamos. Deseaba verlo con muchas ansias, extrañaba verlo y sentir su cuerpo junto al mío. ¿Será amor o simplemente una atracción sexual? ¡No lo sé!
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Hola gentes perdón el retraso, no sabía que ponerle al oneshot JAJAJJAJA.
Quizás le haga otra parte a este oneshot, que ya tiene dos partes: la primera de Ayato y la segunda de Heizou. La siguiente también sería de Heizou porque me gusta.
Bueno, eso. Nos vemoshhhhh (◍•ᴗ•◍)✧*。
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Genshin One Shots.
FanfictionSimplemente genshin OS. (+18) . . . . . Gentes, si actualizo pero tengo que compaginar estudios y que se me venga a la mente la inspiración 😭. Amo demasiado este libro para abandonarlo. (◍•ᴗ•◍)✧*。