El pasado se entierra.

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Carlos puso su barbilla en el hombre de Victoria, el perfume de Victoria lo había cambiado, no era el mismo que usaba cuando estuvieron juntos.

"Cambiaste de perfume"dijo suavemente en su oreja mientras victoria trataba de colocar los platos en su respectivo lugar.

"Si, ahora es el Miss Dior" sonrió discretamente, Carlos había colocado sus brazos al rededor de la cintura de Victoria, atrayéndola más hacia el.

"Me gustaba más el otro" Carlos pegaba su nariz en el cuello de Victoria haciendo que la piel de ella se erizara ante el contacto de Carlos. "Yo creo que deberías de cambiarlo" soltó Carlos depositando un pequeño beso en un espacio pequeño en la nuca de Victoria, el corazón de Victoria se estaba disputando, sentía como sus latidos zumbaban en sus oídos.

"Cómpralo y ya veremos" Victoria dejó caer la esponja cuando sintió como las manos de Carlos empezaban a viajar por su cuerpo aun con ropa, Carlos la volteó para verla a los ojos.

Carlos pudo reconocer esos ojos marrones, esos ojos medio rasgados con sus pequeñas y poblabas pestañas, se perdió en ellos en un instante, pudo observar cada detalle de su cara, esas pequeñas marcas que le habían quedado después de la pubertad, esas pecas que se asomaban por debajo de su maquillaje esos hoyuelos en su sonrisa que la hacía ver preciosa.

Sus labios, aún tenían el mismo color rosa, se preguntaba si su sabor seguía siendo el mismo.

Carlos la vio en sus ojos buscando una pequeña aprobación de lo que el quería hacer, la obtuvo cuando Victoria miraba nuevamente los labios, acortó aún más la distancia que lo separaba.

Juntos sus labios con los de ella, los primeros segundos fueron de encanto puro, de volver a encontrarse de saborear cada paso que sus labios, una de las manos de Carlos tenían la cara sostenida de Victoria y la otra la tenía tomada de la cintura, Victoria rodeo con sus brazos a Carlos, atrayéndolo más a ella y a Carlos eso lo hechizo por completo.

Bajo la mano de la cara de Victoria y con ambas manos la cargo por sus piernas, subiéndola a la barra de la cocina, no podía separarse de ella.

Había soñado por mucho tiempo este momento en donde los dos estaban así, besándose sin importar que podría pasar.

Carlos no paraba de besarla y ella de jugar con su cabello negro, Victoria traía un vestido largo de seda, empezó a subirlo un poco más, empezó a tocar cada centímetro de las piernas de Victoria haciendo que el miembro de Carlos se empezara a poner cada vez más duro, sus manos fueron subiendo un poco más hasta tocar un pedacito de tela, lo fue bajando poco a poco, la ayudó a levantarse para poder deshacerse de esa braga.

Los besos ahora eran más apasionados que nunca, el deseo de sentirla de nuevo hacia qué el calor del cuerpo de Carlos fuera aumentado, Carlos la volvió a cargar y empezo a buscar un lugar en donde poder hacerla suya.

Victoria le mostró donde era su habitación y el la bajo en su cama, la siguió besando en lo que le quitaba ese vestido, el se empezó a quitar rápidamente la playera que llevaba y empezó a desabotonar su pantalón, cuando la mano de Victoria lo detuvo y ella lo hizo por el, le ayudó desvestirse, tocaba cada centímetro de su cuerpo.

Las manos de Victoria recorría su abdomen marcado y depositaba besos en cada parte del cuerpo de Carlos, el la acomodó en la cama y gentilmente le abrió sus piernas para empezar a tocar su feminidad.

Victoria estaba mojada desde hacía varios momentos atrás, Carlos empezó a juguetear con uno de sus senos mientras el introducía un dedo dentro de ella, empezaba a sentir el calor de feminidad y ya deseaba que su miembro lo sintiera también, Victoria ahogaba pequeños gemidos tratando de no despertar a los gemelos.

"¿Lo quieres?" Susurro Carlos viendo como Victoria empezaba a contraerse del placer, un gemido apenas audible le dio la señal para que el empezara a colocarse para entrar "carajo, no tengo el puto condon"maldijo Carlos moviéndose hasta que Victoria lo atrajo así y le susurró en el oído.

"Solo salte antes" dijo mientras lo besaba nuevamente, Carlos sonrió con satisfacción, se movió para poder empezar a introducir nuevamente su miembro en ella, el calor de la feminidad de Victoria hacían que Carlos empezara a perder la razón.

Se movió una y otra vez, mordiendo y besando cada parte de ella, jugando con senos y llevándoselos a la boca mordiéndolos y chupándolos.

Salió un poco de ella y subió una de las piernas de Victoria a su hombro y la empezó a embestir nuevamente, un momento volteó a ver a la mesita de noche y vio una fotografía de Victoria y Max el día de su boda, Carlos estiró la mano y puso boca abajo esa fotografía.

Cuando estaba por venirse salió de ella y se vació en el piso, Victoria lo vio y le dio la sonrisa que el buscaba desde hacía tiempo, esa sonrisa después del sexo en donde su cabello era alborotado y sus mejillas rojas, joder, quería volver a vivirlo todos los putos días de su vida.

Victoria salió de la cama y fue al baño que estaba en su recámara dos minutos después le tendió un papel higiénico para que limpiara lo que había hecho.

Victoria se giró para ponerse el vestido de pijama y Carlos pudo ver unas marcas en su espalda, parecían de cortes pero no estaba seguro, se acercó más a ella con la excusa de buscar su ropa, se estaba vistiendo cuando se acercó más ella y vio esas marcas en su piel, eran de pequeños cortes, los empezó a trazar con la llema de sus dedos, victoria se congeló ante aquel toque.

"¿Que te hizo?" Dijo Carlos tratando de controlar el enojo de su voz

"Nada" dijo Victoria fríamente.

"Que coños te hizo, puta madre" dijo Carlos chillando los dientes "Esos son cortes, no vengas con que no son nada, ¿cuando te lo hizo?" Dijo Carlos mientras la tomaba de los brazos.

"Carlos, no empieces, no conoces mi relación con Max" dijo Victoria mientras se iba al baño

"Bueno explícame, ¿por qué carajos te hacia eso? Y ¿por que lo permitías, puta madre?" Carlos trataba de guardar su enojo pero no se lo permitía.

"Porque... porque nos gustaba hacerlo Carlos, antes de tener a los niños hubo un tiempo que a ambos nos gustaba tener esa fijación por los cuchillos, antes eso fue años atrás estábamos jóvenes y buscamos probar nuevas experiencias y ya... el sexo nunca es el mismo para todos Carlos" finalizó Victoria con un suspiro

Carlos se quedó perplejo ante la confesión de ella, nunca había entendido como Max y ella pudieron estar juntos, si eran totalmente diferentes, ¿Victoria habría actuado con Max como en esa película de 50 sombras de grey?, era lo que rondaba en su cabeza.

Victoria, lo miro por unos segundos y se acerco a abrazarlo.

"Carlos, vengo de una relación que no tiene mucho que acabo, fui su esposa Carlos no su novia, vivimos cosas preciosas si lo quieres intentar conmigo está bien, no me opongo pero no quiero que vengas a tratar de cambiar y enfrentar mi pasado, cuando es eso, un pasado" Victoria tomo la cara de Carlos en sus manos y se vio en sus ojos marrones.

Carlos la abrazo fuertemente, con ansias de no separar de ella, se tenerla en su pecho por el resto de la vida, tenía ganas de ponerla en una burbuja junto a los gemelos para que nadie los lastimara.

Ahora entendía a Max.

Max estaba en Holanda, con su mamá y su padrastro sonriendo mientras miraban las fotos que Victoria le había enviado de los gemelos.

"Max, no entiendo como perdiste a tu familia, de verdad, trato de entenderlo pero no puedo" dijo su madre viendolo.

Los ojos de Max se oscurecieron cuando le recordaron eso, su mandíbula se tensó y volteó a ver a su madre.

"Mamá, algo que no se es perder y créeme que no los he perdido".

Tal vez el príncipe holandés tenía una estrategia, Max no sabía perder y si perdía sabía muy bien cómo recordarles que nunca se iría de su lado, jamás.

The Glimpse of us Donde viven las historias. Descúbrelo ahora