Dehio apareció en el mismo despacho que el de la última vez. Petser volvía a estar sentado detrás de la mesa.
- Hola, Dehio -dijo él rompiendo el silencio.
- Ho-hola, señor -respondió el moreno.
- ¿Por qué estás tan nervioso?
- Nada, señor.
- Eso espero.
- ¿Quería algo?
- Sí -Petser se levantó de la silla y se acercó a Dehio- Que dejes de intentar jugar conmigo -Dehio retrocedió unos pasos.
- No sé de que me habla.
- ¿De verdad? ¿Te sonará si digo Lihel? -Dehio tragó saliva- Sí, sin duda te suena.
- ¿Qué ocurre con ella?
- Sé que has ido a hablar con ella, y que le has dicho demasiadas cosas, empezando por lo de su memoria, y si no llego a intervenir, también le hubieses dicho lo que tenemos planeado.
- ¿A dónde quiere llegar? -Dehio colocó su mano en la espada de ángel que tenía guardada en la chaqueta.
- A lo que quiero llegar, esque no puedo permitirme tener traidores en mi grupo.
En la mano de Petser apareció una espada de ángel, se la intentó clavar en el pecho a Dehio, pero éste se echó hacia atrás y lo evitó. Petser volvió a arremeter contra él, pero Dehio bloqueó el corte y le pegó una patada. Petser retrocedió y Dehio aprovechó para embestirle, esto hizo que Petser chocase contra la mesa y cayese al otro lado.
Dehio se acercó a él. El rubio lanzó la mesa contra el moreno, pero él la evitó he intentó cortar sin éxito a su enemigo.
Petser desapareció, Dehio le buscó velozmente con la mirada, hasta que se dió media vuelta y consiguió bloquear una tajada de la cuchilla del arma del rubio.
Dehio le pegó una patada en el estómago y Petser se estampó contra la pared. Éste intentó moverse, pero Dehio apareció delante de él, le tiró la espada al suelo y le inmovilizó.
- ¡Rindete! Estás muerto -Petser sonrió- ¿Por qué sonríes?
- Dehio, creí haberte enseñado una de las reglas más básicas de una lucha: vigilar siempre tu retaguardia.
Los ojos de Dehio se volvieron enormes y se giró. Castiel estaba detrás suya con una espada, Dehio intentó defenderse, pero Castiel fue más rápido. El frío acero del arma se hundió en el pecho del moreno de ojos verdes.
- Castiel -logró pronunciar antes de que sus ojos y su boca se llenasen de una luz muy potente.
Acto seguido, el ángel cayó muerto al suelo. Petser se arregló su chaqueta que se le había descolocado durante la confrontación y pasó por encima del cadáver.
- Gran trabajo, Castiel -dijo- Deshazte del cuerpo, por favor. Y Sam y Dean ya están listos, ya puedes ir con ellos y persuadirles -Castiel asintió- ¡Ah! Y cass, ten vigilada a Lihel, está empezando a indagar demasiado.
Tras esa última frase, Castiel se esfumó junto con el cuerpo del ángel.
* * * *
Alguien picó a la puerta de la habitación de Cara. Ella resopló y se levantó a abrir. Era Bobby.
- ¿Cómo llevas la resaca? -Cara bufó- Ya veo que bien.
- ¿Y qué pasa contigo? ¡Tú bebiste más que yo!
- Ya, pero yo ya estoy a prueba de ellas.
- ¿Has venido únicamente para reírte de mi mientras estoy así?
- No, tenemos que irnos.
- ¿A dónde?
- Lihel, mansión, fantasma, ¿te acuerdas?
Cara hundió la cabeza en du almohada.
- ¿No podemos ir más tarde?
- No, vamos a ir a despertar a los otros dos y nos vamos.
Cara se quejó por lo bajo y siguió a Bobby hasta la habitación de los chicos. La puerta estaba parcialmente abierta.
- ¿Por qué se la habrán dejado abierta?
- ¿No les vistes ayer? Estarían muy ocupados metiéndoles las lenguas en la garganta a esas guarras de discoteca -dijo Cara enfadada- Bueno, la lengua y otras cosas.
- Estás celosa.
- ¿Yo? ¿Celosa? Para nada -Cara se cruzó de brazos.
- ¿Quién de los dos te gusta?
- Ala, otro como Lihel. ¿¡Podríamos entrar ya!?
Bobby y Cara finalmente entraron. La ropa de Sam, dean y dos chicas estaban por toda la habitación. Al acercarse a las dos camas, encontraron por un lado a Dean y a una chica en la cama durmiendo claramente desnudos, y en la otra cama a la otra chica encima de Sam también durmiendo y también desnudos.
- ¡Oh, dios! ¿¡Se lo han montado en la misma habitación y al mismo tiempo!? Que vicio.
- ¿Segura que esto no te está poniendo? -preguntó Bobby.
- Bobby, no me compares con esas putas a las que te tirabas cuando tenías veinte años y tu entre pierna no era un adorno -Bobby se quedó en total silencio- Ahora despertemos a estos vagos puteros.
Cara se acercó a la cama de Sam y le tiró tanto a él como a la chica que estaba encima suya de la cama. Luego se acercó a la de Dean, ella agarró una pistola y se la puso en el oido a Dean.
- No serás capaz -murmuró Bobby.
- Mírame -dijo Cara.
Y de seguido disparó la pistola que estaba a pocos centímetros del oído de Dean. La bala rompió una ventana. Y Dean se cayó de la cama a gritos, la chica hizo lo mismo.
Los cuatro se levantaron.
- ¿¡Estás loca!? -gritó Dean- ¡No siento el oído izquierdo! ¡Sólo oigo un agudo pitido!
- Mala suerte -Cara se guardó la pistola- Haber, vosotras -señaló a las dos chicas- Largaros de aqui pero ya, que van a hablar los mayores -Cara agarró su ropa y la tiró fuera junto a ellas- Y vosotros dos, pareja de puteros alcohólicos sin futuro, vestiros, y Dean, date una ducha fría, todavía tienes cosas firmes -Dean agachó la cabeza y se tapó su erección con las manos y se fue a la ducha- Y tú, Sam, prepárate nos vamos enseguida, y no hace falta que te tapes, no voy a ver nada nuevo -y le guiñó un ojo.Sam se dió media vuelta y fue a vestirse- Tiene un buen culo, lo admito.
- Impones mucho -dijo Bobby.
- Lo sé, pero está era la única manera de que se preparasen.
- ¿Podemos parar a por algo para desayunar? Tengo hambre -gritó Dean deade la ducha.
- ¡No! Habertelo pensado dos veces antes de usar todas tus reservas de energía en tirarte a esa tía -gritó ella.
Holaaa. ¿Os caía bien Dehio? ¿Os ha dado pena su muerte? Y qué os ha parecido el gran control que tiene Cara sobre los Winchester? ¿Y su manera de levantarlos?. Dale fav y comentad, por favor!!!