Capitulo 11

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Lihel entró en la habitación del motel enfadada con el mundo. Cara estaba comiendo una tarta tumbada en su cama, cuando vió la cara de Lihel, ella dejó la tarta encima de la mesita de noche y se levantó.

- ¿Qué te ha pasado? -preguntó ella.

- Nada, pero déjame decirte que los hombres son gilipollas -Lihel se sacó su espada de ángel de su bolsillo y se sentó- No se preocupan por los demás, son unos egoístas.

- Lo sé, pero aún así nos gustan, y son adorables -dijo Cara sentandose a su lado.

- Pero siguen siendo tontos.

- En eso te doy la razón.

- ¿No hay ningún caso para que me pueda desahogar? -preguntó Lihel mientras cogía el periódico.

- Ya he mirado, nada, todo está tranquilo -dijo Cara.

- Sospechoso.

- Lo sé.

- Sé que tenemos que hacer.

- Cuéntame -dijo Cara mientas se levantaba.

- Necesito respuestas, y creo que sé de alguien que me puede ayudar, pero tedremos que encontrarlo.

- Está bien, ¿cómo se llama?

- Sam -Lihel buscó en sus bolsillos su móvil- Sam Winchester. Por cierto, ¿me dejas tu móvil?

- ¿Qué le ha pasado al tuyo?

- Me enfade, y lo tiré contra una pared -dijo Lihel bastante tranquila. Cara resopló y le dio el móvil a Lihel- Gracias -Lihel tecleó un número y se lo puso en la oreja- ¿Bobby?

- ¿Quién eres? -preguntó Bobby con el mismo tono de pocos amigos que tenía siempre.

- Soy Lihel, ¿te acuerdas?

- Sí, el ángel, ¿no?

- Sí. Oye, ¿sabes dónde está Sam?

- No, desde lo de Dean no hemos vuelto a hablar -la voz de Bobby ya no sonaba a la de un gruñón, ahora sonaba con un tono nostálgico y triste.

- Por favor, no me lo recuerdes, no puedo, todavía cargo con aquella imagen. ¿Tienes alguna idea de dónde podría estar?

- Bueno, he intentado seguirle la pista, prueba en Klamath Falls, Oregón.

Lihel cogió un bolígrafo y lo apuntó en un papel.

- "Motel vinich" -repitió Lihel- Vale, gracias Bobby, si necesitas cualquier cosa llamame.

- No te preocupes, me defiendo perfectamente solo -Lihel sonrió ante esa frase.

Lihel colgó y miró a Cara.

- ¿Y bien? -preguntó Cara.

- Nos vamos a Klamath Falls.

- ¿Tu amigo estará allí seguro?

- Eso espero -dijo Lihel.

- Está bien, voy a hacer las maletas.

*              *              *            *

Lihel y Cara llegaron hasta Oregón. No tardaron mucho en encontrar aquel hotel. Ambas entraron, en recepción había una mujer bastante mayor. Lihel se acercó a ella.

- Hola, buenos días, ¿ha visto a un hombre alto, con el pelo medianamente largo, moreno y... ¿Por qué no decirlo? Es bastante guapo.

- Puede -dijo la mujer tajantemente.

Sombras tentadoras (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora